Estructura de Entre Visillos
Entre Visillos presenta la vida de jóvenes de clase media en los años cincuenta. Describe rutinas hogareñas, fiestas sociales y censura. A través de historias entrelazadas, reconstruye tres líneas temporales argumentales en una estructura circular dividida en dos partes:
- Exposición de historias que reflejan una sociedad sin aspiraciones personales.
- Historia de Pablo, que contrasta los recuerdos de su infancia con la decepción de su vida actual.
- Restricciones que enfrenta Natalia para romper con los roles impuestos por el nacionalcatolicismo.
La novela comienza con la llegada de Pablo en tren desde Madrid y termina con la partida de Julia hacia Madrid, sugiriendo un final abierto.
Trayectoria de Carmen Martín Gaite
Carmen Martín Gaite nació en 1925 en una familia culta y liberal. Se trasladó a Madrid en 1948, donde conoció a otros autores y publicó sus primeros cuentos. En los años 50, ganó el Premio Nadal por Entre Visillos. En las décadas siguientes, publicó novelas como Ritmo Lento, El cuento de nunca acabar, Caperucita en Manhattan y Nubosidad variable. Falleció en Madrid en 2000.
Generación del 50
A principios de los años 50, la novela española adoptó el realismo social o neorrealismo. La Colmena (1945-1948) marcó el inicio de esta nueva etapa.
La Generación del 50 incluyó autores como Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos, Ana María Matute, Rafael Sánchez Ferlosio, Juan Benet, Juan García Hortelano, Juan y Luis Goytisolo y Juan Marsé. Sus temas se centraron en lo colectivo, los problemas sociales y las duras condiciones del campesinado.
Contexto Histórico-Social
La novela del exilio surgió tras la Guerra Civil Española, con autores como Max Aub y Ramón J. Sender. Otros autores cultivaron una novela heroica o evasiva.
El tremendismo se caracterizó por personajes marginados, lenguaje desgarrado y narración autobiográfica.
Características de los Poemarios de Federico García Lorca
Diván (1932-1936)
Influenciado por la poesía árabe, Diván explora temas religiosos, mitológicos y naturales.
Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1934)
Escrito tras la muerte de su amigo torero, este libro reivindica el poder de la poesía para perpetuar la memoria.
Sonetos (1935-36)
Publicados póstumamente, estos sonetos exploran el amor, el dolor y la necesidad de aprovechar la vida.