El viaje como estructura en la epica griega

La tragedia griega

El teatro griego tenía como principal finalidad hacer reflexionar al espectador sobre los problemas que atañen al ser humano, de manera que la representación de la obra sirviese de enseñanza. El espectador, al ver los trágicos sucesos que acontecen a los protagonistas, experimenta un sentimiento llamado catarsis (término acuñado por Aristóteles), que le purifica, sosiega sus pasiones negativas y le hace ser mejor persona y mejor ciudadano. Con ello, el teatro en Grecia no es solo una diversión o entretenimiento, sino que cumple una función de educación social.

Los argumentos de la tragedia, extraídos siempre de leyendas mitológicas, tratan sobre temas serios. Se centran en las dramáticas consecuencias de la lucha del hombre contra su destino. La muerte y el dolor están muy presentes, y suelen funcionar como consecuencia y castigo para quien intenta cambiar su destino.Los personajes tienen un destino trágico por la hybris-este termino griego señala el momento en el que el personaje trágico confía tanto en si mismo y x tanto se considra tan indpndente de los diosesq llegan a pensar q el es quien verdadermnt es responsable d su destino. Hybris se podría traducir por el termino castellano soberbia. Es apartir de que el personaje comete esta hybris que los dioses le destinan  sin remedio a sufrir un determinado castigo del q no podrá escapar. Los protagonistas de la tragedia son héroes o personajes de origen noble, por lo cual el lenguaje que emplean es elevado, solemne y grandilocuente, propio de la altura y categoría de los personajes.

Las tragedias constan de los siguientes elementos dramáticos:


a) Un prólogo uno o varios personajes dan información para entender la acción. A continuación entra el coro en la orquesta, cantando.

b) Varios episodios donde los actores desarrollan la acción dramática. Cuando estos salen del escenario, interviene el coro para reflexionar sobre lo acontecido en la obra.

C) El éxodo o desenlace de la acción, con una reflexión final del coro

Esquilo (525-456 a.C.)


El primero de los tres grandes trágicos, es quien dio grandeza y esplendor a este género teatral. Aumentó de uno a dos el número de actores, redujo la importancia del coro, y dio prioridad a los diálogos. De él se conservan siete obras: la trilogía Orestíada (compuesta por Agamenón, Coéforas y Euménides), Los persas, Los siete contra Tebas, Las suplicantes y Prometeo encadenado.

Sófocles (495-406 a.C.)


Es el más clásico de los tres y el que eleva la tragedia a la perfección artística. También lleva a cabo cambios en el género, ya que aumenta de dos a tres el número de personajes, añade más acción a las tramas, y potencia la decoración y la indumentaria de los actores. Sus personajes, aun siendo idealizados, son algo más humanos que los de Esquilo. Se conservan siete obras completas de Sófocles: Áyax, Antígona, Edipo rey, Las traquinianas, Electra, Filoctetes y Edipo en Colona.—

Eurípides (480-406 a.C.)


Aunque en vida fue menos valorado que Esquilo y Sófocles, fue el trágico más popular en época helenística. Sus personajes son mucho más humanos; introdujo -sin apartar del todo la mitología- nuevos temas más modernos (la mujer, la psicología, la crítica a los dioses), y desarrolla al máximo las pasiones más oscuras y truculentas, especialmente en personajes femeninos. Se conservan diecisiete tragedias suyas, entre ellas Alcestes, Andrómaca, Las troyanas. También se conserva un drama satírico, El cíclope.

La comedia griega

La comedia es el contrapunto paródico y fantástico de la tragedia. En ella, la acción se sitúa en el presente, la trama está libremente inventada y la caída del antihéroe es motivo de risa y burla. La acción es a veces deshilvanada, e incluso se rompe la ilusión escénica. La trama fantástica contiene una parte que critica la hipocresía de la sociedad y de la vida humana en general. Con ello se busca restablecer la antigua moralidad, frente a la corrupción moderna en la que viven los espectadores. Por eso, aunque es fantástica, nos ofrece la descripción más realista de la sociedad griega de su tiempo, a pesar de que capta lo individual a través de tipos y no de verdaderos personajes.

Aristófanes:


Dramaturgo ateniense, considerado uno de los más grandes autores de comedias de la historia de la literatura. Sus obras se han representado a lo largo de los siglos y su ingenio, comicidad y lenguaje poético le han asegurado una popularidad duradera. Se cree que nació en los alrededores de Atenas. Probablemente recibió una buena educación. Fue famoso por su conservadurismo. Aristófanes escribió 44 obras de teatro, de las que nos han llegado 11. Representó sus tres primeras obras bajo seudónimo. Una de ellas, Los acamenses (425 a.C.), era un alegato para terminar la guerra con Esparta. Los caballeros (424 a.C.), la primera de las obras de Aristófanes representada con su nombre, es una devastadora sátira sobre el político y militar ateniense Cleón, campeón de las fuerzas democráticas y jefe del partido belicista. Las nubes (423 a.C.) es una sátira sobre el filósofo griego Sócrates, cuyos penetrantes análisis de los valores establecidos Aristófanes consideraba enemigos de los intereses del Estado. En Las avispas (422 a.C.) Aristófanes satiriza los tribunales de justicia de su tiempo, y en La paz (421 a.C.) vuelve a insistir en la conveniencia de que finalice la guerra entre Atenas y Esparta. En Las Aves (414 a.C.) ridiculiza el gusto de los atenienses por los litigios. Lisístrata (411 a.C.), otra sátira sobre la guerra en la que las mujeres luchan por la paz practicando el celibato, es su obra más famosa. Las tesmoforias (411 a.C.) y Las ranas (405 a.C.) incluyen ataques contra Eurípides. La asamblea de las mujeres (392 a.C.) es una sátira sobre la idea de la propiedad comunal, y en Pluto (388 a.C.) hace una reducción al absurdo del concepto de redistribución de la riqueza en Atenas. Estas obras, básicamente caprichos, estaban escritas en una forma menos cuidada que las tragedias, e incluían escenas dialogadas, extensas arengas corales y gran cantidad de música y danza. Aristófanes ejerció notable influencia en autores como Ben Jonson y Henry Fielding, entre otros muchos de todos los idiomas.

II. LA LITERATURA LATINA

Las primeras manifestaciones de una literatura escrita en latín surgen tras la conquista de la Magna Grecia, en el siglo III a.C. Esta literatura, que se adentra cronológicamente hasta la Edad Media, ofrece tres rasgos esenciales:

a) Muestra dependencia de la literatura griega, tanto en el desarrollo de los principales géneros literarios como en la mitología.

B) Presenta tendencia a la creación didáctica (historia, oratoria, ciencia)

c) Abarca las obras creadas durante el Imperio Romano (del siglo III a.C al siglo V d.C) y las escritas en latín durante la Edad Media, hasta el Renacimiento.

II.1. LA ÉPICA LATINA

Tras un primer período de contacto y traducción de la literatura griega por parte de los romanos, hacia el siglo II a.C. hay una asimilación del género épico griego por parte de los poetas latinos, quienes incluso abandonaron sus versos tradicionales por la métrica propia de la épica griega desde Homero (el hexámetro). El primer poeta romano que empleó este verso fue Ennio (239-169 a.C.) en su poema épico-histórico Annales.

De las dos tendencias posibles en la épica (el tema mitológico helenizante y la epopeya nacional), los poetas romanos se inclinaron preferentemente por la segunda. Solo hasta llegar a Virgilio no se consigue armonizar las dos tendencias.

II.1.1. VIRGILIO: LA ENEIDA

En Virgilio (70-19 a.C.) se sintetiza todo el esfuerzo de los poetas romanos durante dos siglos por romanizar la literatura griega. Su obra cumbre, la Eneida, es el poema épico nacional de Roma y, al mismo tiempo, la más griega de las obras literarias latinas. La Eneida fue compuesta por encargo del emperador Augusto con la intención de dotar a los orígenes de Roma de un pasado mítico, glorificar al emperador como descendiente directo del héroe Eneas e infundir sentimientos patrióticos y religiosos a los ciudadanos romanos.

Virgilio concibió el plan de la obra basándose en los poemas homéricos. La Eneida está dividida en dos partes, de seis cantos cada una; la primera parte, basada en la Odisea, narra cómo Eneas escapa, junto a su familia y algunos guerreros, de la destrucción de Troya, y relata su travesía hasta la costa del Lacio. La segunda parte, inspirada en la Ilíada, describe los combates de Eneas y su hueste contra algunos pueblos itálicos antes de asentarse, utilizando todos los elementos propios de la épica guerrera: las batallas, el catálogo de guerreros, los dioses que intervienen en ambos bandos, el combate singular y la victoria final del héroe.

La Eneida, además de presentar a los romanos como descendientes del héroe mítico Eneas, sirve para explicar acontecimientos de la historia de Roma,

Todo el poema tiene una gran elaboración formal, con una técnica muy refinada, una estructuración del poema muy medida, y unos recursos expresivos y estilísticos de gran talento poético. La importancia de Virgilio fue muy grande ya desde tiempos de Roma, donde era considerado el poeta nacional. Y su influencia posterior también fue enorme, tanto en la Edad Media (especialmente notable en la obra de Dante y Petrarca), como en el Renacimiento.

II.2. LA LÍRICA LATINA

Dentro de la poesía lírica latina se incluyen diversos campos temáticos (erótico, amoroso, bucólico, elegiaco, satírico, etc.) y diversos tipos de composición. Sin embargo, todo ello estaba sometido a unas ciertas reglas genéricas sobre la estructura del poema o los tipos de verso y de estrofa.

Catulo-


Es el verdadero creador de la lírica romana. Partiendo de los líricos griegos, supo captar su espíritu y su técnica para adaptarlos a su temperamento romano. En sus composiciones predominan los poemas breves de contenido erótico, satírico y elegiaco.

Sus poemas tienen un carácter marcadamente personal, subjetivo y autobiográfico, por lo que es el poeta latino más cercano a la sensibilidad y a la poética actual. Sus epigramas (composiciones breves, de pocos versos) están llenos de agudeza y comicidad despiadada, y serán el modelo del próspero género satírico en la época imperial.

Virgilio-


Además de cultivar la poesía épica, Virgilio escribió una obra lírica: las Bucólicas. Son diez poemas inspirados en la poesía pastoril; los monólogos y diálogos de los pastores (en un lenguaje cuidado, estilizado y elegante, casi preciosista) expresan una nostalgia por la naturaleza y elogian la vida sencilla del campo, donde no existen las mezquinas preocupaciones de los habitantes de las ciudades.

Ovidio-


Dentro del género épico-mitológico, Ovidio llevo a la posteridad una obra de gran belleza y valor literario, las Metamorfosis. Siguiendo una tradición en la poesía griega y romana, reunió en un largo poema, dividido en quince libros, una selección de unos 250 mitos, en los que en casi todos tiene lugar algún tipo de transformación. Los mitos están dispuestos en orden cronológico, de manera que comienzan con la formación del Cosmos y terminan con la transformación de Julio César en estrella, tras su muerte. Entre ellos, algunos han pasado a la posteridad con mucha fama, como los de Dafne, Orfeo, etc. Las Metamorfosis recogen, dentro del marco de la épica, tanto por su carácter narrativo como por el empleo del hexámetro, toda una tradición de géneros literarios, tonos y estilos, aunque en todo el conjunto predomina el gusto por la fantasía, el juego y el humor, y a pesar del carácter mitológico, el auténtico protagonista de la obra es el ser humano.

Es el poeta latino que más y mejor cultivó la elegía (forma métrica que resulta de combinar el hexámetro y el pentámetro); su obra lírica se divide en dos, en función de la temática y la época en que fueron escritas:

Cuando vivía en Roma escribe obras de temática amorosa y erótica, como Amores, Heroidas (dieciocho cartas ficticias de famosas mujeres enomoradas: Penélope a Ulises, Dido a Eneas, Helena a Paris…), o el conocido Arte de amar (poema didáctico donde se teoriza sobre el amor y se aconseja en cuestiones relativas a él, tanto a hombres como a mujeres).

Durante su destierro en el mar Negro escribe dos obras elegiacas de tono muy distinto: lamentaciones, súplicas de perdón, añoranza de los amigos… Estas obras, de carácter muy autobiográfico, son Tristes y Pónticas.

Marcial-


Especializado en el género satírico hasta convertirse en el genuino representante de esta variedad poética, escribió doce libros de Epigramas, en la línea de los de Catulo. Sus epigramas, que basan la comicidad en la paradoja, en el lenguaje personal, en los ataques personales y en los finales sorprendentes, trazan un panorama realista de su sociedad y su época, algunos llamativamente crueles y mordaces. Muy conocido a lo largo de los siglos, su influencia en las literaturas europeas ha sido clara y decisiva.