El Turno Pacífico: Estabilidad Institucional y Corrupción Electoral en la Restauración

El Turno Pacífico: Estabilidad Institucional y Corrupción Electoral

Los Partidos Dinásticos

Los conservadores proponían un sufragio universal censitario y la defensa de la Iglesia y del orden social. Los liberales defendían el sufragio universal masculino y estaban más inclinados a un reformismo social de carácter más progresista y laico.

El Funcionamiento del Turno

El turno en el poder entre estas dos grandes opciones dinásticas tenía como objetivo asegurar la estabilidad institucional. Cuando el partido en el gobierno perdía la confianza de las Cortes, el monarca llamaba al jefe del partido de la oposición a formar gobierno. Este convocaba elecciones para conseguir una mayoría parlamentaria.

Falseamiento Electoral y Caciquismo

El sistema del turno pacífico se mantuvo gracias a la corrupción electoral y al caciquismo. Los caciques eran personas notables que orientaban la dirección del voto, agradeciendo con favores la fidelidad electoral y discriminando a los que no respetaban sus intereses.

El Pucherazo

El conjunto de trampas electorales que ayudaba a conseguir la sistemática adulteración de los resultados se conoce como pucherazo. Para conseguir la elección del candidato gubernamental, se falsificaba el censo, se manipulaban las actas electorales, se compraban y vendían votos, se amenazaba al electorado y se empleaba la violencia.

El Desarrollo del Turno de Partidos

Entre 1876 y 1898, el turno funcionó con regularidad. Tras la muerte del rey Alfonso XII, el Pacto del Pardo dio apoyo a la regencia de María Cristina y garantizó la continuidad de la monarquía. Bajo la regencia, el partido liberal gobernó más tiempo que el conservador.

Reformas Liberales

Durante el Gobierno largo de Sagasta, los liberales impulsaron reformas como la Ley de Asociaciones, la abolición de la esclavitud, la introducción de juicios por jurados, un nuevo Código Civil y reformas hacendísticas y militares. La más trascendente fue la implantación del sufragio universal masculino, que amplió el censo electoral de 800.000 a 5.000.000 hombres.

El Deterioro del Sistema

El sufragio universal masculino comportó una revitalización del republicanismo y estimuló la formación de alianzas electorales. El personalismo del sistema deterioró a los partidos, provocando disidencias internas y su descomposición.

El Republicanismo y el Carlismo

El republicanismo perdió parte de sus bases sociales y tuvo que luchar por los votos populares en competencia con el Partido Socialista Obrero Español. El carlismo promovió algunos intentos insurreccionales fracasados y fundó una milicia, el Requeté.

Valoración de la Restauración

La Restauración ha sido valorada como una etapa de estabilidad institucional y convivencia pacífica. Sin embargo, otros historiadores la presentan como un régimen político ficticio, basado en principios liberales pero sin un voto libre. La apatía política se explica por la escasa representatividad de los partidos dinásticos y la desconfianza del electorado en la honestidad de las elecciones.