1. La Renovación Teatral de Fin de Siglo: El Teatro de Valle-Inclán
1.1. Entre el Modernismo y la Vanguardia: El Esperpento
La obra literaria de Valle-Inclán sigue una evolución que le lleva de un modernismo elegante y nostálgico de tiempos pasados hasta una literatura de hondo contenido crítico.
1.1.1. Clasificación de su Obra:
- Ciclo Modernista: El Marqués de Bradomín y El Yermo de las Almas.
- Ciclo Mítico: Comedias Bárbaras y Divinas Palabras.
- Comedias Bárbaras (entre 1907 y 1922): Águila de Blasón, Romance de Lobos y Cara de Plata, ambientadas en el mundo rural gallego y dominadas por la miseria y la brutalidad.
- Divinas Palabras: también ambientada en el mundo rural gallego, caracterizada por la deformidad, la brutalidad y el desgarro.
- Ciclo de la Farsa: Tablado de Marionetas para Educación de Príncipes, con un contraste entre lo sentimental y lo grotesco.
- Ciclo Esperpéntico: Luces de Bohemia, Martes de Carnaval.
- El esperpento es una nueva forma de ver el mundo, que deforma la realidad para presentarnos la imagen real que se oculta tras ella.
- Utiliza la parodia, humaniza los objetos y los animales y animaliza o cosifica a los humanos; los personajes se presentan como marionetas.
- Luces de Bohemia: todo es susceptible de crítica, un mundo de injusticia, miseria, estupidez, arbitrariedad y violencia.
- Martes de Carnaval: trilogía compuesta por Los Cuernos de Don Friolera, Las Galas del Difunto y La Hija del Capitán.
- Ciclo Final: lleva al extremo las propuestas dramáticas anteriores: personajes deshumanizados, guiñolescos. Retablo de la Avaricia, la Lujuria y la Muerte.
2. El Teatro de la Generación del 27: Lorca
A comienzos del siglo XX, domina la comedia burguesa, poética y costumbrista. A partir de 1931, se produce un acercamiento de la cultura a las clases populares mediante las llamadas Misiones Pedagógicas. Surgen compañías de teatro como Teatro del Pueblo o grupos universitarios como La Barraca o El Búho. Autores como Lorca, Pedro Salinas (Judit y el Tirano, El Dictador) y Alberti (El Hombre Deshabitado o El Trébol Florido) se implican en este movimiento.
La obra dramática de Lorca es equiparable al valor de su poesía. Escribió sus obras más conocidas a partir de 1930, explorando el drama surrealista, la tragedia rural y la farsa violenta para llegar al espectador y hacerle partícipe del drama que sufren sus personajes.
2.1. Dramas, Farsas y Teatro Surrealista
Con influencias modernistas, destacan títulos como El Maleficio de la Mariposa (1919), Mariana Pineda (1923) y Doña Rosita la Soltera o el Lenguaje de las Flores (1935). Entre las farsas creadas para guiñol, se encuentran Tragicomedia de Don Cristóbal y la Seña Rosita (1923) o El Retablillo de Don Cristóbal (1931). También destacan La Zapatera Prodigiosa y El Amor de Don Perlimplín con Belisa en su Jardín (1931), Así que Pasen Cinco Años (1931), El Público (1933) y Comedia sin Título (1930-1931).
2.2. Tragedias y Dramas
- Bodas de Sangre (1933): explora los conflictos entre familias que llevan a la muerte. La novia se escapa con su antiguo novio, Leonardo.
- Yerma (1934): tragedia de una mujer estéril cuya única ilusión en la vida es ser madre. La fatalidad del destino la hace matar a su propio marido.
- La Casa de Bernarda Alba (1936): el autoritarismo de Bernarda y el deseo de libertad de sus cinco hijas desencadenan la tragedia.
2.3. Estilo
Lorca aborda temas como la libertad, el amor, la muerte y las normas sociales. Utiliza metáforas y símbolos: el agua (vida o muerte), la luna (muerte), el caballo (erotismo, pasión, virilidad, muerte), la sangre (dolor, muerte). Destaca la presencia de canciones populares y la importancia de los personajes femeninos en su obra.
3. La Renovación Teatral de Posguerra: Géneros y Modalidades
La posguerra española se caracteriza por la muerte y el exilio de muchos autores. La censura perjudicó más al teatro que a otros géneros literarios. Los condicionamientos del teatro son de tipo comercial e ideológico. Las compañías se someten a los gustos de un público burgués de gustos dudosos, lo que favorece a autores de diversión intrascendente o conformista. Los autores serios se abren camino con dificultad en el teatro comercial. En la España republicana destacan autores como Rafael Alberti y Ramón J. Sender, mientras que en la España nacionalista el teatro es menos relevante, con Pemán como primer dramaturgo.
Tras el fin de la guerra, se produce una prolongación de la dramaturgia tradicional de Benavente. En el teatro posterior a la guerra pueden reconocerse unas etapas y unas tendencias paralelas a las que observamos en la novela y la poesía.
3.1. En los Años Cuarenta
- Teatro que continúa la línea de la comedia de Benavente: obras amables y defensa de los valores tradicionales, con una estructura escénica convencional. Espacios lujosos, personajes pertenecientes a la burguesía, conflictos que se resuelven con un final feliz. La realidad histórica de la época, la clase obrera y los problemas sociales están excluidos en la comedia benaventina.
- Teatro de humor:
- Un teatro cómico que busca la risa fácil, con técnicas tradicionales.
- Un teatro que busca renovar la risa, a través de situaciones, personajes, argumentos y lenguaje absurdos. Destacan Edgar Neville y Miguel Mihura (1905-1977) con obras como Tres Sombreros de Copa (1932), Maribel y la Extraña Familia (1959) y Ninette y un Señor de Murcia (1964).
3.2. En los Años Cincuenta: El Teatro Realista y Social
Se caracteriza por una actitud crítica y política, con un enfoque objetivo que mueve al espectador a reflexionar. Refleja la violencia y la injusticia de la España de posguerra y, a la vez, la denuncia. Destacan obras como Historia de una Escalera de Buero Vallejo y Escuadra hacia la Muerte de Sastre. Se rompe con los escenarios burgueses y lujosos de las comedias de evasión.
La generación realista implanta un teatro crítico que busca un compromiso ético-social con el individuo y su realidad. Son una generación víctima de la censura. Defienden un teatro comprometido políticamente, testimonial, de inspiración popular y costumbrista, protagonizado por personajes de extracción humilde, con un lenguaje coloquial.
3.2.1. Antonio Buero Vallejo (1916-2000)
Condenado a muerte por su adhesión a la República, devolvió al teatro de la posguerra la función testimonial, social y moral.
3.2.1.1. Rasgos que caracterizan sus tragedias:
- Los personajes: son seres complejos. Los problemas de los personajes adquieren una dimensión universal. Los personajes activos actúan motivados por el egoísmo y llegan a ser crueles. Los contemplativos se sienten angustiados y están abocados al fracaso. Buero Vallejo mantiene una actitud esperanzadora hacia el ser humano, al que considera capaz de vencer las adversidades con su esfuerzo.
- La temática: el anhelo de la realización humana y sus dolorosas limitaciones.
- La estructura: el lenguaje es sencillo. Su técnica dramática evoluciona:
- En la primera etapa (1950), predomina una estética realista. Obras como Historia de una Escalera y En la Ardiente Oscuridad.
- En la segunda etapa (1955-70), las construcciones son más complejas, con escenas distintas y escenario múltiple. Obras como Hoy es Fiesta, Las Cartas Boca Abajo, Las Meninas, El Concierto de San Ovidio, El Tragaluz.
- En la tercera etapa, a partir de 1970, se introduce el”efecto inmersió”, donde el espectador percibe la realidad del mismo modo que el personaje. Obras como La Fundación, La Detonación.
- Otros aspectos técnicos: la luminotecnia (ráfagas de luz, cambios de intensidad), efectos sonoros. Acotaciones muy detalladas.
- Crítica social, ética y compromiso social: toda su obra se puede estudiar desde un plano existencial (se preocupa por aspectos generales de la naturaleza humana, pero no de forma abstracta), un plano social y un plano político (da testimonio de crudas realidades de nuestro tiempo). Ambos planos dan un enfoque ético porque pretende influir en la moral del ser humano. Busca la reacción del público.
3.2.2. Alfonso Sastre
Su teatro es de compromiso, basado en el principio del “arte dramático transformador de la sociedad”. Esto le valió ser blanco de la censura.
3.2.2.1. Obras:
- Etapa inicial (1953): rechazo por el teatro español de los primeros años de la posguerra. Escuadra hacia la Muerte, un alegato antibelicista.
- Segunda etapa (1959): denuncia la injusticia y la tiranía del poder. La Mordaza.
- Tercera etapa (1965): escribe sus “tragedias complejas”, una evolución del esperpento de Valle-Inclán. La Sangre y la Ceniza, La Taberna Fantástica, El Camarada Oscuro.
3.2.2.2. Rasgos formales:
- Suspensión del espacio que media entre el escenario y los espectadores.
- Utiliza carteles, pancartas y proyecciones.
- Integra al espectador en el espacio.
- Introduce al autor-personaje en escena.
3.3. Teatro en los Años 60
3.3.1. Teatro realista:
- Rodríguez Méndez: Vagones de Madera, Los Inocentes de la Moncloa.
- Lauro Olmo: La Camisa, que explica la realidad española del momento a través de los ojos de aquellos obreros que habitaban en las chabolas sin esperanza ni trabajo.
3.3.2. El teatro vanguardista y experimental:
Surgieron orientaciones dramáticas innovadoras tanto en lo formal como en el contenido, influenciadas por las corrientes europeas. Destacan el teatro del absurdo (denuncia el mundo degradado, la incomunicación y el absurdo social en que se encuentra el hombre) y el teatro de la crueldad (expone situaciones crueles que subrayan la incomunicación).
3.3.2.1. Rasgos:
- Se rechaza la primacía del texto, que solo es un elemento más junto con luces, sonidos, danza.
- Su temática gira en torno a la dictadura, la libertad, la injusticia, la alienación.
- El contenido era tan crítico o más que el del teatro social, por lo que surgieron estrellándose contra la censura. Su audacia formal los alejó de los escenarios convencionales, creándose una corriente de teatro soterrado.
- Desechaba el enfoque realista para sustituirlo por enfoques simbólicos o alegóricos.
- Se cultivan los recursos extraverbales: sonoros, visuales, corporales, etc.
3.3.3. El teatro poético y simbólico:
Supone la superación del realismo.
3.3.3.1. Rasgos:
- Teatro de protesta.
- Tema: el poder opresor, la injusticia, la alienación.
- Tratamiento dramático: enfoques simbólicos. El drama es una alegoría. Los personajes suelen ser símbolos. Simbología animal.
- Elementos provocadores.
- Mezclan un lenguaje vulgar y agresivo con otro de carácter poético.
- Recursos extraverbales: sonoros, visuales, corporales.
Antonio Gala: lenguaje poético-simbólico, reflexión sobre los temas humanos, visión de la realidad cercana a lo mágico. Obras como Los Verdes Campos del Edén, Petra Regalada.
Otros autores: José Ruibal (La Máquina de Pedir).
3.3.4. El teatro independiente:
Grupos de teatro que actúan al margen de cadenas comerciales, una síntesis del teatro experimental y popular. Espectáculos provocadores que atacan las instituciones políticas, sociales y religiosas. Se dirigen a amplios sectores de público, actuando no solo en salas, sino en calles, plazas y pabellones. Sin texto preciso, improvisan un acontecimiento con la participación del público. Mayor importancia de lo extraverbal.
Grupos catalanes: Els Joglars, La Fura dels Baus, Els Comediants, Teatre Lliure.
Madrid: Los Goliardos, Tábano, Ditirambo.
Sevilla: La Cuadra, Esperpento, Tabanque.
Bilbao: Akelarre.
3.4. Los Últimos Años (1975 hasta Nuestros Días)
La democracia supone la supresión de la censura y la creación del Teatro Dramático Nacional, con ayudas de la administración central y de las comunidades autónomas. Las ayudas se dirigen sobre todo a la reposición de autores clásicos, dejando poco espacio a los autores nuevos. Triunfan las obras propias del teatro comercial.
Se produce un retorno a una línea tradicional, se reviven episodios relacionados con la Guerra Civil, como en Las Bicicletas son para el Verano de Fernando Fernán Gómez.
3.4.1. Teatro innovador:
Aborda realidades actuales como la droga y la delincuencia. Obras como Bajarse al Moro de José Luis Alonso de Santos y Caballito del Diablo de Fermín Cabal.
3.4.2. Continuidad de autores de éxito:
Buero Vallejo, Antonio Gala y Francisco Nieva.
3.4.3. Aparición de dramaturgos más jóvenes:
Surgen en la democracia, como María Manuela Reina, con Lutero o la Libertad Esclava.
3.4.4. Teatro independiente:
Continúa la experimentación vanguardista, con los grupos ya mencionados.