El Teatro Español de la Primera Mitad del Siglo XX

Los Textos Narrativos: Características

Narrar es contar hechos, por lo tanto, lo esencial en una narración son las acciones. En los textos narrativos no solo hay narración, también puede haber otras tipologías textuales, sobre todo: descripción y diálogo, pero aun así lo predominante es la narración. Los elementos que componen una narración son las acciones, los personajes, el espacio, el tiempo y el narrador.

Los personajes son los sujetos y los objetos de las acciones. Estos se pueden clasificar según su relevancia:

  • Principales: aquellos que son los protagonistas de la narración y que permanecen a lo largo de toda la historia.
  • Secundarios: los que interactúan con los personajes principales, no necesariamente tienen que participar de todo lo ocurrido en la historia.

Según su caracterización los personajes se clasifican en:

  • Redondos: aquellos personajes de personalidad compleja, personajes que evolucionan o cambian a lo largo de la novela.
  • Planos: personajes de características fácilmente identificables y que permanecen igual.

El espacio desempeña funciones variadas:

  • Medio de ambientación: crea el escenario de la acción, da verosimilitud a lo que ocurre.
  • Medio de caracterización: completa la personalidad del personaje, aportando indicios a los lectores.
  • Medio de transición y conexión: es una forma de establecer un enlace entre las distintas acciones creando escenas de transición.

El tiempo: para que la narración pueda llevarse a cabo es necesario organizar las acciones estableciendo las relaciones temporales que hay entre ellas. Hay dos formas básicas de organización temporal:

  • Lineal: en orden cronológico.
  • No lineal: con ruptura del orden cronológico.

Las alteraciones fundamentales del orden cronológico son:

  • Analepsis: vuelta a un punto anterior de la historia.
  • Prolepsis: anticipación de algo que tiene que ocurrir después.
  • Pausa: detención de la acción, frecuentemente para producir suspense.
  • Elipsis: omisión de periodos temporales.

El narrador es la voz que cuenta el relato. Al estudiar las características del narrador hay que diferenciar la narración de hechos reales y la narración de hechos ficticios. La narración de hechos reales es aquella en la que el emisor y el narrador se identifican, el uno es el otro. En la narración de hechos ficticios el emisor y el narrador no se identifican, el narrador forma parte de la ficción, es parte de la creación del escritor.

El narrador puede clasificarse según la perspectiva desde la que narra:

  • Narrador externo: es aquel ajeno a la historia que se narra, en este caso es una narración en tercera persona y puede ser: omnisciente u observador.
  • Narrador interno: es aquel que participa en la narración y por lo tanto aparece como personaje de esta. Este narra en primera persona y puede ser: testigo o protagonista.

El Teatro Elitista en España

Es el teatro que triunfa en España durante la primera mitad del siglo XX. Es un teatro bastante convencional, que no sigue las nuevas corrientes teatrales que se desarrollan en el resto de Europa. Se trata de un tipo de teatro que en su mayor parte no se estrena, porque no logra la aceptación del público. Los escritores de la Generación del 98, del Novecentismo y la Generación del 27 pertenecen a esta vertiente de teatro.

Generación del 98

Dentro de la Generación del 98 encontramos a Unamuno y Azorín, aunque la figura más destacada es Valle-Inclán.

Unamuno: su teatro es coherente con su teoría de la novela descarnada, lo importante para Unamuno es la idea, no la acción. Los personajes exponen ensayos orales que Unamuno llamaba monodiálogos, al margen de la acción. Su mayor defecto es que la trama no está bien diseñada y que está desprovista del apoyo de recursos teatrales. Sus temas siguen siendo los problemas de conciencia religiosa, la crisis de identidad, etc.

Azorín: era crítico teatral, también escribió obras teatrales durante la mayor parte de su vida. Al igual que en sus novelas y ensayos, su teatro es renovador en la forma pero conservador en la ideología. Lo más innovador de su teatro es el intento de expresar lo ilógico subconsciente. El mayor defecto de sus obras es la ausencia de conflicto, lo que hace que sean estáticas. Sus obras más importantes son la trilogía Lo invisible, formada por Arañita en el espejo, El segador y Doctor Death de 3 a 5.

Novecentismo

Destaca Jacinto Grau, autor de extensa y cuidada obra dramática. En algunos de sus dramas intentó adaptar la tragedia clásica empleando temas de nuestra tradición (El conde de Alarcos) y de la Biblia (El hijo pródigo). Su mejor obra es El señor de Pigmalión, en la que combina las historias de Pigmalión y la de Prometeo.

Generación del 27

Se desarrolla en los años 30. El teatro de este periodo se caracteriza por la politización que corresponde a la radicalización ideológica. Autores como Rafael Alberti, Luis Cernuda o Altolaguirre defienden un teatro de urgencia. Tras la guerra la mayor parte deja el teatro salvo Max Aub, Rafael Alberti o Pedro Salinas.

Rafael Alberti: realiza un teatro comprometido de acuerdo con su ideal político. Su mejor obra es Noche de guerra en el museo del Prado, en la que con el esperpento fusiona la Guerra Civil y la Guerra de la Independencia. Lo más destacable es el uso de los efectos visuales y sonoros, es decir, la construcción del drama como espectáculo. También escribió obras poéticas y simbólicas como La gallarda y El adefesio.

Valle-Inclán

Fue el dramaturgo más importante junto a García Lorca por la calidad y originalidad de su teatro. Como en el resto de su producción literaria se observa en él una evolución desde el Modernismo al esperpento. En esta evolución se observan 3 fases:

  • Teatro modernista: con rasgos similares a los de su producción narrativa, es un lenguaje recargado que busca la musicalidad, lo sensorial, de tonalidad poética y ambientes irreales. Podemos destacar El marqués de Bradomín.
  • Teatro de transición: con obras situadas en una Galicia intemporal, rural, de personajes impulsados por grandes pasiones. Destaca Comedias bárbaras.
  • El esperpento: significa una nueva estética que mezcla lo clásico con lo grotesco. El esperpento es una visión pesimista y muy crítica de España. La primera obra en la que se desarrolla esto es Luces de bohemia.
García Lorca

Escritor de la Generación del 27, este tuvo más éxito que los otros dramaturgos intelectuales de la primera mitad del siglo. El teatro de Lorca es un teatro poético que se desarrolla en espacios míticos o de un realismo transcendente y encara problemas sustanciales del existir. El lenguaje es también poético, por el empleo del verso en algunas de sus obras.

Sus obras teatrales giran en torno a un mismo tema: el conflicto entre el individuo y su entorno. Ese conflicto suele terminar de forma trágica con la anulación o la destrucción del individuo. En su producción destacan:

  • Obras vanguardistas: Así que pasen cinco años, El público.
  • Obras trágicas: Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba.

En la mayoría de estas obras los personajes son femeninos.