El Teatro Español de la Generación del 98 y la Generación del 27

El Teatro Español: Generación del 98 y 27

El Teatro Renovador (Generación del 98)

Junto al teatro anterior, algunos autores pretenden ensayar nuevas formas que se alejen del realismo. Sus obras no consiguen el éxito que premiara su calidad, porque el público está acostumbrado a otras representaciones.

Miguel de Unamuno

Cultivó el teatro como medio para resolver su problema existencial, para plantear los conflictos humanos que le obsesionaban. Sus dramas son ideas, con un diálogo denso. Para Unamuno, lo importante es lo dramático y no lo teatral. Por eso, su teatro es desnudo y conceptual. Casi todas sus obras están escritas por parejas: La esfinge y La venda.

Azorín

Proclama la necesidad de renovar el teatro y abrir nuevos cauces expresivos. Su punto de partida es incorporar el teatro español a las nuevas tendencias del teatro europeo. Propone un teatro antirrealista que permita aflorar el mundo subconsciente. Su obra más destacable es Brandy, mucho Brandy.

Ramón del Valle-Inclán

Entre los autores de la generación del 98, destaca Ramón del Valle-Inclán, creador de la dramaturgia más valiosa del siglo XX. Su teatro propuso una de las extraordinarias aventuras del teatro europeo contemporáneo. Sus obras trazan una trayectoria estilística que se desplaza desde un teatro modernista hasta llegar al esperpento.

Su trayectoria se divide en varias etapas:

  1. Ciclo Modernista: Destaca El marqués de Bradomín.
  2. Ciclo Mítico: Crea un mundo mítico e intemporal. Sus personajes se mueven por las fuerzas del mal: la avaricia, la lujuria… Pertenece a esta etapa la trilogía Comedias bárbaras.
  3. Ciclo de la Farsa: Consta de un grupo de comedias recogidas en un volumen titulado Tablado de marionetas para la educación de príncipes.
  4. Ciclo Esperpéntico: Comienza con Luces de Bohemia y continúa con la trilogía Martes de Carnaval.
  5. Ciclo Final: Valle-Inclán lleva al extremo lo anterior: personajes deshumanizados, guiñolescos. Se puede destacar Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte.

Valle-Inclán utiliza la técnica del esperpento para expresar su visión dramática del mundo y la degradación política y cultural de España. Deforma la realidad y la presenta como algo grotesco mediante contrastes violentos, presentando lo extraordinario como algo normal y verosímil. En palabras de Ruiz Ramón: “El esperpento no es un género literario, sino una estética y, en consecuencia, una visión del mundo.”

El Teatro Anterior a 1936

Nos encontramos ante un género literario que, aunque se conozca por la lectura, normalmente se representa ante un conjunto de espectadores con diferentes gustos y preparación. El teatro, a diferencia de otros géneros, está sometido a condicionamientos económicos que lo limitan en un doble sentido:

  • Ideológico: Escasas posibilidades para un teatro que vaya más allá de donde pueda llevar la capacidad autocrítica.
  • Estético: Fuertes resistencias ante las experiencias que se salgan de las formas tradicionales. Las nuevas tendencias que triunfan en poesía tendrán más dificultades para llegar a los escenarios teatrales.

El Teatro que Triunfa

El Teatro Realista: Jacinto Benavente

Madrileño de familia acomodada. Premio Nobel en 1922. Es la figura más representativa del momento. Su obra dramática, denominada comedia benaventina, refleja las costumbres sociales de la clase burguesa. A pesar de su longevidad, los primeros años y las primeras obras de Benavente son las más importantes. Hombre culto y preocupado por la decadencia cultural de España, podría haber sido un dramaturgo que revitalizara el teatro español, pero la evolución de su obra en su primera década demuestra que afrontó conscientemente la disyuntiva entre ser autor de éxito y ser un genio incomprendido. De ahí que sus obras constituyan una crónica casi siempre amable.

Se clasifican según el lugar escénico en:

  • Interiores burgueses: El nido ajeno
  • Interiores cosmopolitas: La noche del sábado
  • Interiores provincianos: La gobernadora
  • Interiores rurales: Señora ama, La malquerida

Los intereses creados es su obra más reconocida. Intenta mostrar que ambos se necesitan, que la sociedad se basa en este juego de intereses creados.

El Teatro en Verso o Poético

Teatro antirrealista que surge en conexión con la nueva estética modernista. El teatro histórico es el de mayor cultivo, aunque no el único. Es un teatro de carácter opuesto a la corriente ideológica del 98.

Autores:

  • Eduardo Marquina: Cosechó éxitos con dramas históricos como Las hijas del Cid, obra compuesta por una sucesión de estampas con frecuentes fragmentos líricos que recuerdan las arias de ópera.
  • Francisco Villaespesa: Conocido abanderado del modernismo y autor de obras como El Alcázar de las perlas o La leona de Castilla.
  • Hermanos Machado: Su obra no ocupa un lugar importante en la dramaturgia del primer tercio del siglo XX. Sus obras son una curiosa pervivencia del teatro modernista.

El Teatro Cómico

También denominado popular por el gran éxito de público que alcanzaron. La mayoría de las obras se escribían con rapidez, siguiendo unos moldes que garantizaban el éxito.

Autores:

  • Hermanos Álvarez Quintero: Llevaron a sus obras una Andalucía tópica y sin más problemas que los sentimentales. Es la Andalucía de la “gracia” y el “salero”. Presentan cuadros de costumbres andaluzas que solo dan cabida a la parte amable. No aparece la Andalucía del hambre y la miseria.
  • Carlos Arniches: Presenta dos facetas en su producción: sainetes de ambiente madrileño, interesantes por el habla castiza y en el que se basa la gracia del diálogo. Los ambientes y los tipos no escapan a cierto convencionalismo: El santo de la Isidra, Los milagros del jornal; la que llamó “tragedia grotesca” con obras en las que se funden lo sensible y lo conmovedor, con una observación de costumbres más profunda y con una actitud crítica ante las injusticias: La señorita de Trevélez, Los caciques.
  • Muñoz Seca: Escribe obras descabelladas, sin más objetivo que provocar carcajadas. Se basa en el uso continuado de juegos de palabras, deformaciones léxicas y situaciones disparatadas. Su obra más conocida es La venganza de don Mendo.

El Teatro de la Generación del 27

Algunos miembros de la generación del 27 ocupan un lugar destacado en el teatro español. Los rasgos más destacables son: una depuración del teatro poético, la incorporación de las formas de vanguardia y el propósito de acercar el teatro al pueblo.

Federico García Lorca

La obra dramática de Lorca es una de las cumbres del teatro español y universal. Es bastante homogénea en cuanto a su temática profunda y no muy diferente de los temas que están presentes en su poesía. Lleva a escena destinos trágicos, pasiones, amores atormentados por la esterilidad. Lorca concebía el teatro como medio de elevar la sensibilidad del pueblo ante el hecho poético. El propio autor manifestó: “El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla y grita, llora y se desespera. El teatro necesita que los personajes que aparecen en la escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo que se les vean los huesos, la sangre.”

Influencias

En la obra dramática de Lorca encontramos la influencia de diversas tradiciones teatrales: una raíz modernista en sus comienzos, el drama rural de épocas anteriores, nuestros clásicos, el teatro de formas populares y sencillas.

Géneros

Cultivó variedad de géneros: la farsa, el teatrillo de guiñol, el drama simbólico, el teatro imposible, la tragedia.

Estilo

Sus dos primeras obras están escritas en verso. Poco a poco, el lugar del verso se reduce a momentos de especial intensidad o a escenas líricas entre varios personajes, o a canciones de tipo popular, que crean un intenso clima dramático. Finalmente, La casa de Bernarda Alba está escrita en prosa.

Lenguaje

En el teatro de Lorca conviven poesía y realidad, lo que supone también la convivencia de un habla de poderoso aliento poético y al mismo tiempo de claro sabor popular. Sus rasgos más patentes son la presencia de símbolos, metáforas… Su lenguaje está lleno de fuertes connotaciones emotivas.

Trayectoria de su Obra Dramática

Pasa por tres momentos de desigual extensión:

  1. Los tanteos de los años 20: El maleficio de la mariposa, Mariana Pineda.
  2. La experiencia vanguardista: El público, Así que pasen cinco años.
  3. La etapa de plenitud: Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba.