Teatro Español Anterior a 1926: El Teatro Comercial de Principios de Siglo
La Alta Comedia
Hace una crítica suave de los conflictos morales de la burguesía. Su principal objetivo era entretener al público burgués que accedía al teatro. Las características son:
- Plantea conflictos cotidianos aceptados por el público burgués con una actitud crítica muy moderada.
- Se sitúa en ambientes de alta burguesía y su lenguaje está próximo al registro conversacional de los espectadores de clase media.
Su máximo representante es Jacinto Benavente que compuso con gran éxito numerosos dramas y triunfó en los escenarios españoles durante casi 60 años. Sus obras se mantendrán en esta línea de la llamada “comedia de salón” salvo excepciones.
El Teatro Poético
De tono neorromántico y con aportaciones formales del Modernismo, escrito en verso, mezcla el drama histórico romántico con un lenguaje modernista superficial y sensorial. Presenta una ideología tradicionalista que exalta los ideales nobiliarios y los grandes hechos del pasado.
- Francisco Villaespesa: Doña María de Padilla
- Eduardo Marquina: Las hijas del Cid, En Flandes se ha puesto el sol, Teresa de Jesús.
Dentro del teatro en verso cabe situar las obras escritas en colaboración por los hermanos Machado. Se inspiran también en personajes históricos como en Juan de Mañara.
El Teatro Cómico
La comedia costumbrista y el sainete. Teatro humorístico de principios de siglo aborda temas superficiales con una trama fácil que se resuelve favorablemente. Presenta personajes populares y castizos que resultan divertidos por su lenguaje.
- Autores: Los hermanos Quintero (Serafín y Joaquín) llevan a escena una Andalucía tópica y sin más problemas que los sentimentales.
- Carlos Arniches ha merecido mayor interés de la crítica. Vertiente de mayor nivel dramático: lo que llamó “tragedia grotesca”. Obras en las que se funden lo risible y lo conmovedor con una observación de costumbre más profunda y actitud crítica ante las injusticias.
- En un nivel inferior de calidad se sitúa el género cómico llamado astracán, cuyo creador fue Pedro Muñoz Seca. Piezas descabelladas con el objetivo de arrancar la carcajada.
El Teatro Innovador
Durante el primer tercio de siglo el teatro comercial convive con algunos intentos de autores que, influidos por corrientes europeas, escriben un teatro que pretende innovar.
El Teatro del 98 y sus Coetáneos
Autores Noventayochistas
- Unamuno cultivó el teatro como un cauce más para presentar los conflictos e ideas que le obsesionaban.
- Azorín hizo tardíamente unos experimentos teatrales que iban en la línea de lo irreal y lo simbólico.
Coetáneos del 98
- Ramón María del Valle-Inclán: su originalidad lo aleja de cualquier encasillamiento, aunque la crítica más tradicional lo suele encuadrar en la Generación del 98. Su visión estética le aleja de este grupo.
Tres etapas:
- Etapa modernista: en sus primeras obras se observa la influencia directa de Rubén Darío con un lenguaje cuidado y refinado.
- Etapa de transición: a partir de 1907, el autor adopta un tono más crítico y agresivo y un lenguaje que no se aleja completamente del Modernismo, pero se vuelve más duro.
- La época de los esperpentos: el esperpento es una estética deformadora que resalta lo grotesco y supone una superación del dolor y de la risa.
- Jacinto Grau: su teatro, distinto, denso, culto y profundo, despertó interés en París, Londres y Berlín, y fracasó en España. Obra poco extensa, se interesa sobre todo por grandes mitos o temas literarios.
En la Generación del 14 destaca Ramón Gómez de la Serna
Escribe obras vanguardistas con un lenguaje difícil que se quedaron sin representar.
Teatro de Humor Intelectual
En 1927 inicia su carrera teatral Jardiel Poncela, autor que juega con el lenguaje y las situaciones grotescas, pero su obra más abundante se sitúa en la posguerra. Destaca también Miguel Mihura, precursor del teatro del absurdo.
El Teatro de la Generación del 27
Tres facetas destacaremos en la dramática de la generación: una depuración del teatro poético, la incorporación de las formas de vanguardia, y el propósito de acercar el teatro al pueblo.
- Rafael Alberti escribe un teatro vanguardista que evoluciona hacia el compromiso.
- Miguel Hernández se sitúa entre la Generación del 27 y la del 36. Escribe un teatro reivindicativo y comprometido de trama sencilla.
- Alejandro Casona sitúa sus obras, de tono intensamente lírico, en el mundo irreal de los sueños.
- Max Aub: entre 1923 y 1935 escribe, como él dice, comedias de vanguardia impropias para los teatros españoles al uso benaventin. Su tema central es la incapacidad del hombre para comprenderse y comprender la realidad y comunicarse.