El Teatro Barroco Español: Lope de Vega y Calderón de la Barca

Autores

Los dos máximos representantes del teatro barroco español son Lope de Vega y Calderón de la Barca. Cada uno representa un ciclo o escuela dentro de la historia del teatro del siglo XVII.

Lope de Vega

Lope Félix de Vega Carpio nació en Madrid en 1562. De familia humilde, sus aptitudes le permitieron estudiar en la Universidad de Alcalá. Su trayectoria vital estuvo marcada por su tendencia enamoradiza y por sus altibajos espirituales: en su obra deja testimonio poético de sus múltiples relaciones, así como de su desengaño vital, que le llevó a ordenarse sacerdote tras la muerte de su segunda esposa. En sus últimos años, las desgracias familiares, la soledad y los problemas económicos acentuaron un duro final. Murió en Madrid en 1635, habiendo obtenido el cariño y reconocimiento del pueblo.

Influido por la lírica tradicional, la renacentista y la conceptista y culterana de su época, fue también un gran poeta que cultivó casi todos los géneros literarios de su tiempo.

Su poesía, recogida en parte a través de libros, pero también dispersa en sus producciones teatrales, sirve para recrear y expresar su experiencia personal, de modo que sus versos reflejan en muchas ocasiones circunstancias autobiográficas. Su estilo tiende al verso claro, de contenido accesible, aunque en ocasiones se dejó llevar por la complicación culterana.

Lope reunió gran parte de su poesía en tres libros:

  • Rimas, dedicadas sobre todo a poesía de tema amoroso de tradición petrarquista.
  • Rimas sacras, fruto de su crisis espiritual, donde da amplia expresión al arrepentimiento y al sentimiento religioso.
  • Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos, en las que parodia, bajo ese seudónimo, las formas líricas de su época.

Como dramaturgo, fue el creador y teorizador de las innovaciones en la comedia. Escritor prolífico, fue llamado el “Fénix de los Ingenios” y “Monstruo de la Naturaleza” por la cantidad de comedias que escribió de asunto muy variado, lo que hace difícil su clasificación. Algunas de ellas se cuentan entre las mejores del siglo: Fuenteovejuna, El caballero de Olmedo, La dama boba, Peribáñez y el comendador de Ocaña, El perro del hortelano, El mejor alcalde, el rey

De entre sus seguidores, destaca Tirso de Molina, cuya obra más conocida es El burlador de Sevilla y convidado de piedra, una de las primeras formulaciones de la figura de Don Juan.

Pedro Calderón de la Barca

Nació en Madrid en 1600 en un entorno acomodado. Estudió en las universidades de Alcalá y Salamanca.

Participó en algunas campañas militares y el éxito de su técnica teatral lo llevó a dirigir el teatro de palacio durante el reinado de Felipe IV. Tras renunciar al cargo, se ordenó sacerdote en 1651 y posteriormente desempeñó las funciones de capellán de honor del rey. Murió en Madrid en 1681.

Escritor consagrado casi exclusivamente al teatro, en su obra se suelen distinguir dos tendencias:

  1. Obras que siguen la orientación realista y costumbrista del teatro de Lope, con los mismos temas, representada por sus comedias de capa y espada, como El alcalde de Zalamea.
  2. Obras en las que profundiza en los aspectos simbólicos, ideológicos y las preocupaciones filosóficas y existenciales se imponen sobre los costumbristas. Su obra más importante es La vida es sueño, que sintetiza la idea barroca del desengaño y el libre albedrío en el personaje de Segismundo, uno de los grandes mitos del teatro universal.

Calderón es dueño de todos los recursos estilísticos, técnicos y escenográficos, y aunque parte de la fórmula de la comedia lopesca, introduce algunos cambios:

  • Suele reducir el número de personajes y centrar sobre uno de ellos la acción de la comedia. Esto explica la proliferación de monólogos en los que el personaje expone su conflicto interior.
  • En general, su obra tiene carácter simbólico o alegórico y plantea problemas de tipo religioso, teológico, filosófico… de interés para la existencia humana. Por ejemplo, Segismundo, protagonista de La vida es sueño, sirve para tratar temas como el libre albedrío o la oposición ficción/realidad.
  • La exposición de las ideas suele tener prioridad sobre la acción.
  • La organización dramática suele sistematizarse por medio de antítesis, paralelismos…

En cuanto al uso de la lengua, Calderón cultiva el estilo barroco, usando tanto de la agudeza conceptista como del preciosismo culterano: la riqueza de recursos está al servicio de su intención. En él proliferan comparaciones, paralelismos, imágenes e hipérboles, que matizan las ideas; antítesis y paradojas que hacen evidente la contradicción barroca; apóstrofes que ponen al personaje en contacto con el universo. Su verso es excepcionalmente sonoro. De sus obras destacan, además de las mencionadas: La dama duende, El médico de su honra… y autos sacramentales como El gran teatro del mundo.