El Sistema de la Restauración y las Revoluciones Liberales del Siglo XIX

EL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN: EL CONGRESO DE VIENA

Las grandes potencias se reunieron en el Congreso de Viena. El objetivo fundamental era volver a la situación anterior a la Revolución Francesa y acabar con los principios de soberanía nacional. El retorno al absolutismo se fundamentó en el rechazo de la revolución y en el legitimismo. En Francia, Luis XVIII promulgó una Carta Otorgada, que reconocía algunos derechos políticos. En España, la Restauración supuso el pleno establecimiento del Antiguo Régimen.

LA REORDENACIÓN DEL MAPA EUROPEO

El objetivo era equilibrar las fuerzas de las grandes potencias mediante el reparto de los restos del Imperio Napoleónico. Los grandes beneficiarios fueron los imperios ruso y austriaco. Así se asentaron los dos principios que iban a regir la política:

  • La celebración de congresos para arbitrar soluciones.
  • El derecho de intervención en los países amenazados, el ejercicio por el ejército de la Santa Alianza.

LAS REVOLUCIONES DE 1820 Y 1830

Durante la Restauración, los liberales pasaron a la clandestinidad y se organizaron en sociedades secretas. Los masones eran el grupo más importante. Estas sociedades, formadas por comerciantes y estudiantes, se consideraban herederas de la Ilustración y la Revolución Francesa y pregonizaban la insurrección contra el absolutismo. En España, abrió un corto periodo liberal que fue sofocado por las fuerzas absolutistas. Se produjo la intervención directa de la Santa Alianza (1823). La revolución se inició en Francia en 1830 y significó el derrocamiento de los Borbones y la implantación de una monarquía constitucional (independencia de Bélgica). El absolutismo fue desapareciendo de Europa Occidental y se impuso un liberalismo moderado. Los liberales moderados defendían el sufragio censitario y limitaron el ejercicio de las libertades.

LA EXPERIENCIA DEMOCRÁTICA Y SOCIAL (1848)

Una nueva revolución en 1848 puso fin definitivamente al sistema de la Restauración. En Europa Oriental, comportó la abolición del feudalismo. La revolución se inició en París en febrero de 1848. El gobierno de Luis Felipe de Orleans restringió las libertades (derecho de reunión, libertad de prensa…). El movimiento terminó con el asalto al Palacio Real, la huida del rey y la proclamación de la República. Se formó el sufragio universal masculino. Se celebraron elecciones con sufragio universal masculino en junio de 1848 que se convirtió en un enfrentamiento entre la burguesía y el proletariado. El acceso de Luis Napoleón Bonaparte, Napoleón III, al poder respondió a estas necesidades y culminó con la proclamación del Segundo Imperio. El impacto de la revolución de París fue inmediato y dio por Europa:

  • El Imperio austriaco se transformó en monarquía.

LA UNIFICACIÓN DE ITALIA

En 1815, Italia estaba dividida en estados desiguales. En la década de 1830, se formó un movimiento de afirmación nacional, el Risorgimento, propugnado por Giuseppe Mazzini y su organización de la Joven Italia. Esta planteaba la creación de una república democrática. Solo en el Piamonte se consolidó un estado constitucional, bajo la monarquía de los Saboya. Su jefe de gobierno, Cavour, fue el impulsor de una estrategia para la unificación italiana en la que la monarquía de Víctor Manuel II de Saboya fue la principal beneficiaria. Un republicano mazziniano, Giuseppe Garibaldi, emprendió la conquista del sur (Reino de las Dos Sicilias) con un ejército muy reducido. La unidad se completó con la anexión del Véneto (1866) tras derrotar a los austriacos. El nuevo estado tuvo que enfrentarse a tres grandes problemas: la hostilidad del papado, el contraste entre el norte industrializado y un sur agrario y atrasado.

LUDISMO

Los cambios en el mundo del trabajo provocaron conflictos aislados e incluso motines. Empezaron a surgir asociaciones de trabajadores. Ante la formación de sociedades obreras, la intervención gubernamental adquirió un carácter represivo. Las asociaciones obreras acabaron siendo prohibidas tanto en Francia como en Inglaterra. En paralelo, se desarrollaban movimientos radicales, herederos de la Revolución Francesa, que propugnaban reformas democráticas y reclamaban derechos y libertades. Cerca de Nottingham, el ejército reprimió en 1811 con violencia una manifestación de trabajadores que, por la noche y como protesta, incendiaron más de 60 telares. La destrucción se asoció a un dirigente, el capitán Ned Ludd. Su nombre fue utilizado para firmar cartas de amenaza a los propietarios de máquinas. El ludismo se extendió a las regiones industrializadas de Inglaterra y en el continente europeo.

EL CARTISMO

Fue en Gran Bretaña donde el movimiento obrero se organizó alrededor de un proyecto político propio: el cartismo. La persecución convenció a los dirigentes obreros de la necesidad de participar en política para poder cambiar las leyes y poder intervenir en las relaciones laborales. En 1836, un grupo de obreros fundó la asociación Working Men’s. Elaboró la llamada Carta del Pueblo. Los objetivos eran: el sufragio universal masculino y secreto, un sueldo para los diputados que posibilitase a los trabajadores el ejercicio de la política. Para poder presentar estas peticiones en la Cámara, los dirigentes idearon una estrategia novedosa de movilizaciones (huelgas, concentraciones, manifestaciones). Se llegaron a recoger más de 3 millones de firmas, pero no consiguieron imponer una primera reducción de la jornada laboral a 10 horas.

EL MARXISMO

Karl Marx, junto a Friedrich Engels, a mediados del siglo XIX, calificaron el primer pensamiento socialista y elaboraron una teoría que era un programa de acción para cambiar la sociedad: el socialismo científico. Su corpus tuvo un primer referente en el Manifiesto Comunista.

Teoría marxista

El marxismo se basa en tres grandes ejes:

  1. El análisis del pasado a través de la lucha de clases entre opresores y oprimidos, considerado el motor del desarrollo histórico.
  2. La crítica del presente en función del análisis del sistema capitalista. Marx explicó en El Capital que la explotación burguesa es condición inherente al capitalismo. El trabajo del obrero genera un beneficio superior al salario que percibe (plusvalía). La voluntad de incrementar el beneficio supone una constante innovación tecnológica.
  3. La necesidad de superar este presente se asocia a un proyecto de futuro. Se abriría de esta forma una situación transitoria de dictadura del proletariado.

EL ANARQUISMO

El término anarquismo sería un conjunto de propuestas que responden al pensamiento individual de sus ideólogos. En general, todas critican la sociedad capitalista. El primer referente del anarquismo fue Pierre-Joseph Proudhon, quien defendió un sistema social basado en el trabajo autónomo y en la expansión del cooperativismo. El ruso Mijaíl Bakunin desempeñó un papel decisivo. La revolución estaría protagonizada por todos los sectores oprimidos de la sociedad (campesinos, artesanos…) resultado de la lucha espontánea de las masas contra la explotación. Su objetivo era la destrucción del Estado y la creación de una sociedad igualitaria. Su influencia se extendió principalmente por Italia, Bélgica y España. Con la base del pensamiento de estos indigentes anarquistas se configuraba un ideario libertario que proponía la anarquía como modelo de sociedad, asentada en la solidaridad social y la oposición a la religión, a la política y al Estado.

LA ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE TRABAJADORES

Fue creada en 1864 por delegados de asociaciones obreras inglesas y francesas. Se organizó en secciones nacionales y tenía un Consejo General dirigido por Marx, que redactó los estatutos. Los primeros congresos de la AIT se celebraron en Ginebra. Se adoptaron acuerdos para impulsar las movilizaciones obreras en cada país y reivindicaciones obreras: reducción de la jornada laboral, supresión del trabajo infantil. Estos acuerdos no impedían la existencia de discrepancias internas que llevaron al enfrentamiento abierto entre Marx y Bakunin. Este último defendía la abolición del Estado y no su conquista y se mostraba hostil a cualquier autoridad política.

LA COMUNA DE PARÍS

En 1864, la Internacional vivió con preocupación la creciente tensión política y militar entre Francia y Alemania. El conflicto estalló en junio de 1870 y el ejército alemán llegó a las puertas de París, lo cual provocó el hundimiento del Imperio de Napoleón III. Las clases populares de París no aceptaron al nuevo gobierno y se produjo una insurrección popular. Para organizar la defensa frente a los alemanes, se creó la Comuna de París: un gobierno popular que respondía al ideal de una república democrática y social. Organizó la resistencia de París, pero las tropas de Versalles y los prusianos consiguieron tomar la ciudad. La represión fue durísima, con miles de fusilamientos, detenciones y deportaciones.

CRISIS Y DISOLUCIÓN DE LA INTERNACIONAL

El enfrentamiento entre Bakunin y Marx estaba incubando una crisis en la AIT y la derrota de la Comuna la precipitó de forma irreversible. La AIT, acusada de instigar la insurrección, fue ilegalizada en la mayoría de los países. La ruptura entre los dos sectores se formalizó en el Congreso de La Haya (1872), cuando la mayoría marxista ratificó la decisión de proceder a la formación de partidos obreros nacionales. Se había consolidado la primera gran escisión en el movimiento obrero entre marxistas y anarquistas.