El Siglo XVIII: La Ilustración y el Neoclasicismo en España

El s. XVIII también se conoce como Siglo de las Luces e inició bajo la influencia de la Ilustración. Las ideas reformadoras triunfaron en Francia (Voltaire, Montesquieu, Rousseau). El principal elemento de difusión de las ideas fue la Enciclopedia, donde ilustradores franceses recogieron todos los conocimientos de la época.

Sociedad y cultura

Es importante por el desarrollo de las teorías sobre el bienestar social (mejorar la organización social). Perspectiva laica que pretende desterrar el concepto de caridad y sustituirlo por el de filantropía o humanitarismo.

Estética

El estilo es el neoclasicismo, inspirado en el modelo grecolatino y pretende reflejar el buen gusto. El predominio de lo racional sobre la imaginación le da un aire académico y frío.

Difusión del pensamiento ilustrado

En la difusión del pensamiento ilustrado colaboran: los contactos con el extranjero, los periódicos, las academias, las tertulias y sociedades. Se creó la Real Academia de la Lengua.

La lengua

Defendían un lenguaje claro, conciso, sencillo. La influencia francesa se percibe en la incorporación de algunos galicismos.

La literatura española en el siglo XVIII

No alcanza el esplendor del Barroco. 3 etapas:

  • El posbarroco: no aporta nada nuevo, repite temas.
  • El neoclasicismo: supone la uniformidad de estilo y el predominio de lo racional. También se desarrolla.
  • El prerromanticismo: tiene una literatura filosófica y su lenguaje combina el racionalismo y la emotividad.

Lírica del siglo XVIII

No es emotiva ni original. 3 tendencias:

  • Poesía barroca: tiene como autor más apreciado a Diego Torres Villarroel (poesía satírica) que sigue la línea de Quevedo.
  • Poesía neoclásica: destaca J. Meléndez Valdés. Valora la poesía didáctica y utilitaria: poesía anacreóntica y rococó, la oda, la sátira, la epístola y sobre todo la fábula.
  • Poesía prerromántica: plantea temas metafísicos, pedagógicos o sociales con intensa emotividad.

Juan Meléndez Valdés (1754-1817)

Su obra sintetiza las corrientes poéticas del momento. Escribe romances legendarios como Doña Elvira. En prosa escribió Las bodas de Camacho el rico y Discursos forenses. En torno a Meléndez se formó un grupo de poetas que hacía poesía de tema patriótico.

Prosa en el siglo XVIII

Tendencias posbarroca, neoclásica, prerromántica. Lo más significativo: el ensayo, Feijoo y Jovellanos que emplean un lenguaje natural, preciso, funcional. El ensayo es el género que alcanza mayor desarrollo con autores como el eclesiástico Feijoo, el político y jurista Jovellanos. Objetivos: renovar, difundir un lenguaje más moderno, sencillo. La novela fue poco cultivada. 3 estilos:

  • Prosa posbarroca: representada por Diego Torres de Villarroel.
  • Prosa neoclásica ilustrada: logra gran calidad: ensayo, crítica (Feijoo, Cadalso, Jovellanos).
  • Prosa prerromántica: aparece al final del siglo con autores que escribían obras neoclásicas.

Fray Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764)

Autor de ensayos didácticos, intelectual más importante. Sus obras divulgan conocimientos variados con el objetivo de modernizar la sociedad. Alcanzó difusión considerable. Lenguaje conciso, antibarroco. Cartas eruditas y curiosas.

José Cadalso (1742- 1782)

Autor de la obra narrativa más representativa de la Ilustración: Cartas marruecas. Es una sátira social en la que un extranjero viaja a un país y desde su perspectiva de forastero escribe cartas en las que describe todo lo que ve (tradiciones, cultura). El protagonista es Gazel. Repasa y critica costumbres, ideas, organización hispánica. Noches lúgubres.

Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811)

Escritor y político, destacado representante del ensayo, trata temas de economía, educación, agricultura. Se propuso modernizar el país con obras como Memoria para el arreglo de la policía de espectáculos. Considera que la cultura es el origen de la prosperidad social, la felicidad personal. También escribió sátiras, epístolas, teatro en prosa. El delincuente honrado.

La prosa en el siglo XVIII

Grandes polémicas entre ilustrados que defendían el teatro verosímil y el público que quería obras barrocas.

  • Teatro posbarroco: donde la comedia triunfa junto a autos sacramentales y sainetes. Se imita sobre todo la comedia de capa y espada. Ramón de la Cruz.
  • Teatro neoclásico: pese a los esfuerzos de algunos por su creación, no fue un éxito excepto la tragedia Raquel y comedias de Leandro Fernández Moratín.
  • Teatro prerromántico: que aparece en autores que se habían iniciado en el neoclásico. Jovellanos: El delincuente honrado.

Leandro Fernández de Moratín (1760-1828)

Dramaturgo más sobresaliente del teatro neoclásico, creador de la comedia de forma clásica y finalidad didáctica que plantea una crítica suave de las costumbres de la época. Promovió la difusión del nuevo teatro. Escribió prosa y poesía. Su comedia pretende educar al público; obras moralizadoras critican normas sociales, costumbres, comportamientos. El sí de las niñas, El barón, El viejo y la niña.