El Seguimiento de Jesús
El Camino del Fracaso
Es fácil imaginar la frustración que sintieron los seguidores de Jesús al verlo crucificado. Como en la experiencia de estos discípulos, en la vida de cualquier persona hay momentos de fracaso y pérdida de esperanza. En estas situaciones, se puede tener la esperanza de que alguien te ayude.
La Sorpresa de una Persona Diferente
Jesús se hace presente a los discípulos de Emaús. De igual manera, en la vida del cristiano, Jesús se acerca al creyente y se manifiesta.
Jesús toma la iniciativa: sale al encuentro, camina, dialoga y escucha a los discípulos.
Tiene una imagen diferente, pues la resurrección lo ha cambiado totalmente.
Es una presencia personal, el mismo Jesús de manera tangible, un encuentro verdadero, íntimo y profundo.
Aplicándolo a nuestra vida, también hay presencias que nos descubren, sorprenden, nos llegan y ayudan; a través de ellas, Dios se puede manifestar.
Jesús de Nazaret
- Nació en Belén en el año 6 a.C. y vivió la mayor parte de su vida en Nazaret.
- Tuvo una infancia y juventud normales, como cualquier chico judío de su época.
- Su nacimiento fue anunciado por un ángel a María, quien se sintió elegida por Dios y aceptó.
- Fue bautizado por Juan en el año 28.
- Su vida pública duró entre 1 y 3 años.
- Eligió a varios discípulos para que le ayudaran y acompañaran.
- Predicó la Buena Noticia, especialmente a pobres y enfermos, perdonó pecados y denunció injusticias.
- Se opuso a las autoridades judías.
- Lo detuvieron, condenaron y entregaron a los romanos para que lo ejecutaran.
- Murió en la cruz, resucitó a los tres días y sus discípulos fueron testigos.
Recuperación de la Memoria
Si te fijas en el texto, Jesús comienza con un reproche. Los discípulos no pueden comprender lo sucedido porque tienen la mente cerrada y el corazón torpe.
Jesús les invita a recordar, a hacer memoria, es decir, a repasar la vida compartida, lo vivido y aprendido con Él. Esto les ayuda a comprender el plan salvífico de Dios expuesto en el Antiguo Testamento.
En nuestra vida ocurre de manera similar: cuando recordamos las experiencias más significativas, comprendemos mejor nuestra vida y le damos un sentido en el cual podemos reconocer la presencia de Dios.
La Sagrada Escritura puede ser una fuente de comprensión de nuestra vida, donde encontramos a Dios y a nosotros mismos.
La Mesa del Reconocimiento
Los discípulos que habían caminado con Jesús solo llegan a reconocerlo cuando él comparte con ellos la mesa y parte el pan. Esta parte del relato nos remite a dos aspectos fundamentales del sacrificio de Jesús:
- La Eucaristía.
- Compartir la vida.
Es el memorial de la entrega de Jesús por amor, al igual que compartió la mesa con muchos en su vida terrenal y la sigue compartiendo con nosotros en la Eucaristía.
La fracción del pan es el signo que nos recuerda lo que hizo Jesús por nosotros: entregar su vida.
La Eucaristía es:
- Memoria: Celebración de la última cena, su muerte redentora y su resurrección.
- Sacrificio: Sacrificio redentor de Jesús en la cruz.
- Presencia: Bajo el pan y el vino, convertidos en el cuerpo y la sangre de Cristo.
- Acción de gracias: Proclama las maravillas de Dios.
No solo reconocemos a Jesús cada vez que celebramos la Eucaristía, sino también en cada persona que comparte su vida y “se parte” para los demás. El cristiano está llamado a vivir la eucaristía. Cuando los discípulos reconocen a Jesús, se llenan de esperanza y desean comunicarlo a los otros. El encuentro con Jesús les ha cambiado la vida; sus planes, marcados por el fracaso, han pasado a una vida nueva con un horizonte distinto. Además de querer comunicar esta gran experiencia, los discípulos regresan a la comunidad. Se reúnen de nuevo para compartir la fe en Jesús en la Iglesia.
El Camino de la Iglesia
La Iglesia tiene como centro a Jesucristo; la forman todos los hombres y mujeres que quieren seguir a Jesús.
Su ley es el mandamiento del amor para ampliar cada vez más el Reino de Dios, que es el centro de la predicación, milagros y muerte de Jesús. La resurrección nos muestra la llegada del Reino, es decir, que Dios existe, vive, actúa y está presente entre nosotros.
Está aquí, pero no ha alcanzado la plenitud. Los cristianos tienen que continuarlo, convirtiéndose.
Los Pilares de la Fe Cristiana
El Encuentro con Él
La fe cristiana no es solo un conjunto de creencias, sino un encuentro con Jesucristo que despierta la fe del seguimiento. La iniciativa siempre es de Jesús, que se da a conocer y propone que le sigamos y aceptemos libremente.
¿Cómo es Posible el Encuentro con Jesucristo?
A través de la oración y los sacramentos, que son la manera de comunicarse con Él y conocerlo.
- Oración: Diálogo personal con Dios que expresa alianza y encuentro. La oración no es para conseguir algo de Dios ni manipularlo, sino para escucharle y dejarnos transformar por su amor.
- Sacramentos: Signos humanos que transparentan a Cristo y son puerta a su encuentro. Son: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de enfermos, Orden Sacerdotal y Matrimonio.
Comunidad
La fe no puede vivirse en solitario; ha de compartirse, partiendo de que Dios es Padre y nosotros estamos llamados a ser hermanos.
La comunión y la fraternidad son elementos inseparables de la fe. Esta fe se vive en la Iglesia que, con sus luces y sombras, es el conjunto de cristianos; la comunidad donde se recibe, comparte y vive la fe.
Compromiso
Como en los discípulos de Emaús, el encuentro de cualquier cristiano con Jesús implica conversión.
Características: La persona no vive para sí misma, sino para los demás.
Estilo de Vida
Un cristiano es aquel que se ha encontrado con Jesús, vive su fe en comunidad, se compromete al servicio de los demás y es coherente con su fe.
Creer en Jesús hace comprender la vida y el mundo con otro sentido, y confiar plenamente en que la esperanza y el amor pueden dar un propósito a la vida y construir un futuro mejor.
El mejor testimonio que puede dar un cristiano de Jesús es su palabra y su vida, de acuerdo con el Evangelio, que es buena noticia para el mundo.
La Ética y el Cristiano
Ética: Reflexiona sobre la libertad y la responsabilidad de las personas, elabora teorías sobre cómo deben actuar. Estudia problemas concretos del comportamiento humano y da una respuesta sobre ellos.
Fe: Al ser un estilo de vida, afecta a todos los ámbitos, también al comportamiento.
Tipos de Ética:
- De mínimos o civil: Necesaria en toda sociedad plural; se basa en la razón y el consenso.
- De máximos: Responde a los valores o ideales que una persona tiene para alcanzar la felicidad.
Subtipos de Ética:
- Ética laicista o atea: Considera que la religión no es necesaria ni útil para establecer un criterio de conducta; no acepta el hecho religioso.
- Ética laica o indiferente: No hace ninguna referencia a Dios o a la religión, ni para tenerla como base ni para rechazarla; por tanto, prescinde de ella.
- Ética religiosa: Nace de una fe en Dios.
Características de la ética cristiana:
- Está vinculada a la fe.
- Se fundamenta en la razón y la revelación divina.
- Es dialogal (Dios-hombre).
- Tiene un carácter positivo.
- Defiende por encima de todo a la persona.
- Prima el amor.
- Es exigente.