El Renacimiento: Pintura, Escultura y Arquitectura

La pintura: De la norma a la antinorma

Las raíces del Renacimiento

Las raíces del arte renacentista están en el Quattrocento, en Giotto, aunque el verdadero renovador que introduce la pintura renacentista es Masaccio, con una actitud opuesta a la tradición gótica. Su obra, La Trinidad, recoge las leyes de la perspectiva matemática, anticipando el espacio y las soluciones arquitectónicas de Brunelleschi. Masaccio plasma la nueva pintura en los frescos de la Capilla Brancacci, en la iglesia del Carmine, en Florencia.

Los pintores aprenden cada vez más a representar el cuerpo humano y las caras, haciéndolas más fieles al retratado. Gran interés por la naturaleza y el paisaje, aunque sin el detalle de la escuela flamenca. Se interesan por los volúmenes y la perspectiva. Todo ello con un contexto clásico, por lo que las composiciones empiezan a ser armónicas y se disponen de forma geométrica. La luz es central y los colores, armoniosos. Esta pintura se aleja de la pintura gótica; el retablo desaparece y se usa la tela individual. Los temas incluyen temas paganos. Se busca un dibujo estéticamente bonito, y el pintor se obsesiona por el encuadre y la profundidad. Las técnicas son el fresco y el temple; más tarde, el óleo.

La pintura florentina

Es la que inicia y la más importante, con pintores como Masaccio, Fra Angelico, Filippo Lippi, Botticelli y Paolo Uccello. Pronto aparecen nuevas escuelas en Italia. Piero della Francesca, formado en Florencia, realizó en Arezzo uno de los conjuntos al fresco más revolucionarios del Renacimiento: La leyenda de la Vera Cruz. En su obra se ve su concepto recogido en su tratado De prospectiva pingendi, normas que ponen las bases del clasicismo de Bramante y Rafael.

Las escuelas del norte

Ubicadas en Venecia, Padua, Mantua y Ferrara, todas ellas tienen influencia de corrientes nórdicas como Van der Weyden y Van der Goes, y por la recuperación del lenguaje de las ruinas del mundo romano. Cercana a esta cultura está la obra de Mantegna (Cámara de los Esposos del Palacio Ducal en Padua). En Venecia destacan Gentile y Giovanni Bellini y Vittore Carpaccio. De influencia de la pintura flamenca está Antonello de Messina, introductor de la pintura al óleo. La Roma papal, a finales de siglo, se convirtió en centro de arte, donde trabajaron artistas como Perugino y Pinturicchio.

El Cinquecento

En la pintura del Cinquecento se consolida la pintura al óleo y aparecen nuevos soportes, como la tela. Se usa el claroscuro, definiendo el contorno de las figuras a través de zonas iluminadas y otras sombreadas. Esto hace que los artistas se cuestionen la perspectiva lineal. Leonardo introduce el sfumato y la perspectiva aérea. Miguel Ángel realza el concepto de terribilità en la Capilla Sixtina. Rafael, en las Estancias Vaticanas, introduce soluciones manieristas que serán continuadas por su discípulo Giulio Romano.

Paralelamente aparece la lucha entre el dibujo y el color, defendido primero por los pintores romanos, florentinos y parmesanos, y el otro por los venecianos. Roma sustituye a Florencia como capital del arte, pero el Saco de Roma crea una marcha de vuelta a Florencia con artistas manieristas. Coincidiendo en el tiempo, en Venecia aparece una escuela pictórica iniciada por Giorgione y definida por Tiziano, Tintoretto y Veronese. Las características de esta escuela son:

  • Pérdida de los contornos del dibujo. Mayor unidad cromática.
  • Exaltación de la riqueza; las pinturas se enmarcan en ambientes de palacios, la gente con joyas.
  • Valoración del paisaje y uso de la arquitectura clasicista como marco.
  • Distorsión de las pinturas, situadas de manera forzosa en la composición.
  • Ruptura de la simetría renacentista y uso de perspectivas con el punto de fuga fuera del cuadro.

La pintura renacentista en España

En los primeros años del siglo XVI, los artistas españoles empiezan a adoptar elementos del Renacimiento, tomando como modelo la manera flamenca e italiana. La pintura flamenca, más cercana a la gótica, se introduce en España, sobre todo en Sevilla, por artistas flamencos. Destaca Pedro de Campaña. La italiana llega a España por dos vías: españoles que van a Italia, o italianos que vienen a España. El centro más importante es Valencia, y destacan los pintores Fernando Llanes, Fernando Yáñez y Juan de Juanes, quienes hacen suyo el estilo de Leonardo y Rafael. En Castilla destacan Juan de Borgoña y Pedro de Berruguete y su hijo Alonso de Berruguete, influenciado por Miguel Ángel. El Manierismo tiene su mejor ejemplo en las pinturas que decoran El Escorial.

El Greco

Nace en Candia (Creta) en 1541. Sus inicios son la pintura de iconos dentro de la tradición bizantina. Después de pasar por Venecia (donde conoce a Tiziano, Veronese y Tintoretto), se va a Roma, donde conoce y asimila el estilo de Miguel Ángel. Estas influencias se notan en su obra: la manera manierista de Tintoretto y el clasicismo de Miguel Ángel. Después se instala en Toledo, tras haber intentado entrar sin éxito en el grupo de pintores de Felipe II, centrado en el programa religioso de la iglesia del Escorial. Realiza algunas obras para el rey; destacan La alegoría de la Liga Santa, La legión tebana y El martirio de San Mauricio. La legión tebana no gustó al rey, por lo que no pudo entrar en el grupo de pintores italianos. En Toledo encumbró su obra y le encargaron muchas obras religiosas, entre ellas Santo Domingo el Antiguo, las pinturas para el Colegio de Doña María de Aragón, las pinturas para la iglesia de la Caridad de Illescas y El entierro del Señor de Orgaz para la iglesia de Santo Tomé.

Sus obras se caracterizan por su canon alargado, con formas parecidas a una llama, y los colores fríos dan lugar a obras muy personales. Los temas de sus obras son variados; destacan sus retratos, entre ellos el de Félix Paravicino y el del Cardenal Niño de Guevara. Sus dos paisajes de Toledo, entre realidad y sueño, y sus obras mitológicas (como El Laocoonte) son raros en una España centrada en la religiosidad.

El nacimiento de Venus

Biografía del autor

Sandro Botticelli. Su maestro fue Filippo Lippi. Fue muy reconocido y trabajó para familias florentinas. Trabajó para el Papa Sixto IV en la decoración de la Capilla Sixtina.

Descripción formal

En el centro se dibuja una imagen de la diosa Venus desnuda sobre una concha. Su anatomía revela un alto grado de idealización en sus diferentes partes (cuello largo, hombros estrechos y caídos), y su posición de equilibrio en contrapposto. Su figura se ve como un triángulo imaginario formado a partir de diagonales creadas por el resto de personajes, y su cabeza es el vértice superior. Los personajes están en los extremos y dirigen sus acciones a Venus; así se compensa el espacio y el dinamismo contrapuesto en Venus. La escena tiene un bonito paisaje natural. El dibujo lineal del paisaje y las figuras centrales le da un estilo y suavidad, y se distingue la figura central con nitidez. La luz es uniforme y los colores, claros.

Temática

En la mitología hay dos versiones de Venus (Afrodita). Según Hesíodo, nació de la espuma del mar, donde cayeron los genitales de Urano (castrado por su hijo Cronos). Y según Homero, Venus nació en el mar e hija de Júpiter (Zeus) y Dione. Botticelli representa en su lienzo la llegada a las costas de las islas de Citera después de nacer en el mar (Homero). A la diosa le acompañan Céfiro, el viento del oeste, y Cloris, diosa de la brisa, y es recibida por una de las Horas (una estación del año), en primavera. Las rosas representan el amor y la concha, la fecundidad.

Villa Capra”La Rotond”

Biografía del autor

Andrea Palladio. Su apodo, Palladio, es en honor a la diosa de la sabiduría Atenea. Fue el primer profesional que se dedicó solo a la arquitectura. Era un fascinado de la antigüedad clásica, sus simetrías, las reglas y proporciones que se ven en su tratado, y fueron aceptadas como canon clásico de la arquitectura civil. En sus obras tiene rasgos de manierismo, por ello le consideraron impuro en el Renacimiento y el Neoclasicismo.

Descripción formal

En su exterior tiene un perfil idéntico en las cuatro fachadas. Cada una se articula a partir de unas escalinatas hacia un pórtico de seis columnas de orden jónico, cada una con su entablamento y su frontón triangular, rematado con una estatua en cada uno de sus vértices. En el centro del edificio hay una cúpula que cubre la sala central de la mansión. La planta es simétrica y tiene una planta de cruz griega por los largos de los pórticos. El centro, la gran sala circular, sirve para organizar las habitaciones y salas que lo rodean; en los sótanos están la cocina y la administración. La sala central, cubierta por una cúpula rematada con un óculo, está decorada por frescos de pintores italianos de la época. La iluminación de esta sala es un poco escasa, ya que solo penetra por los cuatro corredores.

Entorno e integración urbanística

Situada en medio del campo, sus cuatro fachadas se orientan a los puntos cardinales. Esto hace que desde la planta noble se pueda disfrutar de las vistas paisajísticas del entorno natural.

Función, contenido y significado

Esta villa fue construida para el disfrute del propietario, el clérigo Mario Capra Gabrielis. Este edificio es conocido como La Rotonda por su espectacular sala circular central, cubierta por la cúpula del arquitecto Scamozzi, que alteró el diseño inicial de Palladio.