El Renacimiento
Humanismo
Movimiento intelectual definido a partir de la consideración del conocimiento como instrumento de perfeccionamiento y del estudio de la herencia cultural grecolatina. El interés por la antigüedad clásica presenta varias facetas: la recuperación, el comentario y la traducción de los textos originales; la revitalización de subgéneros literarios propios de las letras grecolatinas o el aprovechamiento de la mitología clásica en la literatura y en las artes plásticas. Sus primeros representantes fueron: Dante, Bocaccio y Petrarca.
Antropocentrismo
Reivindicación de la dignidad y autonomía del ser humano, y de su lugar central en el cosmos. Esta mentalidad influye en el desarrollo de la ciencia, la nueva concepción que el ser humano tiene de sí mismo, de la vida, y de su relación con Dios y en las transformaciones sociales (desarrollo de la burguesía y crisis de la sociedad estamental).
Neoplatonismo
Concepción filosófica dominante que tiene tendencia a la idealización de la realidad y consideración de la belleza como vía de acercamiento a la divinidad.
El Petrarquismo
Movimiento poético que toma como modelo de imitación el Cancionero del poeta toscano Francesco Petrarca, un conjunto de sonetos y canciones que conforman una secuencia narrativa y que tiene como eje la pasión amorosa no correspondida del yo poético hacia Laura. Los principales rasgos del petrarquismo son:
- La imitación compuesta o recreación de la obra de poetas latinos e italianos.
- El tema amoroso, marcado por el neoplatonismo.
- Utilización de mitología grecolatina.
- Descripción de la naturaleza idealizada.
- Empleo de nuevos metros, estrofas y poemas estróficos.
- Naturalidad en la expresión y la transmisión de una emoción auténtica.
Garcilaso de la Vega
Su breve obra (38 sonetos, cuatro canciones, una oda, dos elegías, una epístola y tres églogas), publicada póstumamente, supone una revolución en la lírica española.
- En algunos de sus sonetos, el yo poético se identifica con personajes de la mitología; en la mayor parte, se exploran los matices del proceso de enamoramiento, desengaño y sufrimiento tras la muerte de la amada (celos, dolor por la ausencia, recuerdo de la felicidad perdida…).
- Las églogas son composiciones protagonizadas por pastores (Salicio y Nemoroso en la primera, Albanio en la segunda, Tirreno y Alcino en la tercera) que dialogan en una naturaleza idealizada y expresan sus quejas de amor.
Las Églogas
Composición protagonizada por pastores que dialogan en el marco de una naturaleza idealizada, donde expresan sus quejas por un amor no correspondido o por la muerte de la amada.
Égloga I
Escrita en estancias de 14 versos, se organiza en 2 partes, enmarcadas simétricamente por la descripción de la aurora y el crepúsculo.
- En la primera parte, el pastor Salicio, rechazado por Galatea, expresa su dolor en una serie de doce estrofas rematadas por el verso, “salid sin duelo, lágrimas corriendo”, a modo de estribillo.
- En la segunda parte, Nemoroso se lamenta de la muerte de Elisa, su amada.
Égloga II
Alterna tercetos encadenados, estancias y endecasílabos con rima interna, es la más compleja de las tres. Aparecen Salicio y Nemoroso, a los que se une el pastor Albanio, que experimenta una pasión erótica por Camila. Esta le rechaza y Albanio enloquece y, al mirarse en el agua de una fuente, no se reconoce. Nemoroso realiza una apología de la casa de Alba, y del gran duque Fernando Álvarez de Toledo, amigo de Garcilaso, con el que participó en la defensa de Viena contra el imperio otomano. La vida militar, el honor o el sentimiento del deber parecen ofrecerse como un remedio a los desvaríos de Albanio.
Égloga III
Formada por cuarenta y siete octavas reales, está protagonizada por las ninfas del río Tajo, que tejen cuatro tapices en los que se cuentan otras tantas historias de amores desgraciados: Orfeo y Eurídice, Apolo y Dafne, Venus y Adonis y Elisa y Nemoroso, consumando así la automitificación del autor. Al final intervienen Tirrenio y Alcino, que expresan sus amores a Flérida y Filis.
La Poesía en la Segunda Mitad del Siglo XVI
En ella, conviven tres tendencias poéticas: la poesía petrarquista (Francisco de la Torre, Fernando Herrera), la poesía ascético-mística (Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Francisco de Aldana) y la épica culta (La Araucana, de Alfonso de Ercilla).
Fernando de Herrera
Heredero de la tradición petrarquista, compone un cancionero de inspiración neoplatónica en el que la amada es reflejo de la belleza divina. Se le considera iniciador del manierismo, estilo artístico que desembocará en el Barroco. La poesía manierista se caracteriza por un estilo ornamentado, con abundantes recursos estilísticos y un léxico refinado e inusual.
Fray Luis de León
Ejemplo de humanista cristiano, combina su religiosidad con un profundo conocimiento de los clásicos grecolatinos. En su obra, destacan 23 odas, escritas en liras, y cuyo tema central es la huida del mundo para alcanzar la armonía. Algunas presentan una marcada intención moral (proponen un ideal de virtud basado en el deseo de apartarse del mundo); en otras, se poetiza un anhelo de unión con la divinidad (odas religiosas). Sus principales influencias filosóficas son el estoicismo, el pitagorismo y el neoplatonismo.
San Juan de la Cruz
Su obra poética constituye una de las cimas de la lírica universal. El tema central de sus composiciones:
- Noche oscura del alma – Yo femenino escapa de casa para reunirse con su amado y reposan gozosamente.
- Cántico espiritual – 39 liras, la esposa pregunta por su amado a pastores y a la naturaleza y hacen reiteradamente el amor.
- Llama de amor viva – Se expresa el goce del alma en comunicación con Dios.
Dentro del estilo de San Juan, destaca el uso de los símbolos y del oxímoron.
La Prosa Narrativa Renacentista
Dos grupos:
- Subgéneros con ambientes o personajes idealizados: las novelas de caballerías, morisca, pastoril y bizantina. Entre ellas está La Diana, de Jorge Montemayor; e Historia de los amores de Clareo y Florisea, de Alonso Núñez de Reinoso.
- Obras de carácter realista.