El Renacimiento en España: Pintura y Escultura

El Renacimiento en España

Pintura

La pintura renacentista en España, centrada en lo religioso, destaca por las influencias italianas y flamencas. Durante el reinado de los Reyes Católicos, surge la corriente hispanoflamenca. En el siglo XVI, se asimilan elementos decorativos italianos, persistiendo la influencia flamenca. Hacia finales del siglo, algunos artistas adoptan el manierismo con influencia de Miguel Ángel y la pintura veneciana. En Valencia, la conexión con Italia, impulsada por Rodrigo de Borja, propicia una familiaridad temprana con el arte renacentista y el mecenazgo.

Paolo da San Leocadio

Recibió el encargo, junto con Francisco Pagano, de los frescos del altar mayor de la catedral de Valencia. Para demostrar su destreza, pintó “La Natividad”. Se descubrieron frescos bajo la bóveda barroca del altar mayor, representando ángeles músicos sobre un cielo estrellado azul intenso. La catedral de Valencia destaca como paradigma de la influencia del Renacimiento mediterráneo en la Península.

Pedro Berruguete

Es un destacado pintor del siglo XV que fusionó las influencias flamenca e italiana. Su obra clave es el retablo de Santa María del Campo, mostrando conocimiento italiano y realismo en “La decapitación de San Juan Bautista”. Su formación renacentista se refleja en la arquitectura clásica. En el retablo de Santa Eulalia en Paredes de Nava, se nota la influencia flamenca y pinceladas renacentistas en los ropajes dorados.

Joan de Joanes

Destacado pintor valenciano del siglo XVI junto a su padre. Su obra incluye el retablo mayor de Segorbe y cuadros como “El bautismo de Cristo” y “La última cena”, mostrando originalidad con influencias flamencas e italianas. Su legado marcó la pintura valenciana hasta finales del siglo XVI.

El Manierismo

El Greco

Domenico Theotocopuli, conocido como “el Greco”, fue un pintor manierista del Renacimiento español. Nacido en Grecia, se trasladó a Venecia en 1560, donde fue influenciado por Tiziano y Tintoretto. En 1570, viajó a Roma, adoptando la monumentalidad de Miguel Ángel.

Su obra inicial refleja la monumentalidad miguelangelesca y el color veneciano, mientras que su etapa final se caracteriza por figuras alargadas, paisajes oníricos y una paleta cromática fría. El Greco destacó en obras religiosas y retratos, centrando la atención en la psicología del rostro, como en “El caballero de la mano en el pecho”.

Entre sus primeras obras, “El expolio” representa el despojo de Jesús antes de la crucifixión. “El entierro del conde de Orgaz” es una obra que impresiona por la espiritualidad de las figuras alargadas, el colorido veneciano y los contrastes luminosos. Destaca por la paleta cálida en la parte inferior y la superior más fría, marcando la diferencia entre lo terrenal y divino.

Escultura

En el siglo XVI en España, se abandonaron gradualmente las formas góticas en favor del Renacimiento, influido por escultores que viajaron a Italia y artistas extranjeros. Surgió un estilo renacentista, destacando en la escultura religiosa con madera policromada y la producción de retablos. Se utilizaron mármol, piedra y bronce en monumentos funerarios. La escultura evolucionó hacia un clasicismo patente al final del siglo, paralelo a la transformación en la arquitectura.

El Retablo y la Escultura en Madera

La creación de retablos implicaba la colaboración de diversos artistas, como arquitectos, ensambladores, doradores, orfebres, pintores y escultores. Se utilizaban técnicas heredadas, como dorado, estofado y encarnado, en la elaboración de madera policromada. La estructura del retablo incluía banco, cuerpos superpuestos y ático, con esculturas de bulto redondo en hornacinas y relieves en planchas lisas.

Juan de Juni

Su estilo monumental refleja fervor y sentimiento, con figuras que expresan intensa pasión, especialmente evidente en el grupo escultórico del Santo Entierro. Otra obra destacada es la Virgen de los Cuchillos, en Valladolid.

Felipe Vigarny

Adoptó tendencias italianizantes. Su estilo evolucionó en el retablo mayor de la capilla real de Granada, con figuras monumentales y ornamentación plateresca. Colaboró con Diego de Siloé en el retablo de la capilla del Condestable.

Damián Forment

Formado en el taller de su padre, trabajó principalmente en la Corona de Aragón. Comenzó su carrera con el retablo de la colegiata de Gandía y realizó conjuntos escultóricos para conventos e iglesias valencianas. Su cambio artístico se evidenció en el retablo del monasterio de Poblet, donde abandonó el gótico y adoptó el clasicismo.

La Escultura Regia

En el siglo XVI, con Felipe II, la escultura adoptó un manierismo clasicista austero y equilibrado. La Iglesia, tras el Concilio de Trento, impulsó grandes retablos y grupos escultóricos religiosos y políticos, prefiriendo el bronce. Felipe II atrajo a muchos escultores y broncistas a El Escorial en este contexto reformista.

León y Pompeyo Leoni

León Leoni, destacado broncista de Milán, creó la estatua en bronce de tamaño natural de Carlos V y el Furor. Su obra más significativa, con la colaboración de su hijo Pompeyo Leoni, es el grupo funerario en bronce dorado para el presbiterio de la iglesia de El Escorial.

Alonso Berruguete

Formado en Florencia y Roma, influenciado por Miguel Ángel y Donatello, estableció su arte en Valladolid. Sus obras, como el Sacrificio de Isaac y la escultura de San Cristóbal para el retablo de San Benito, reflejan su estilo personal: figuras angustiosas, contorsionadas y alargadas, con un dramatismo expresivo. Este enfoque se adapta a las necesidades de la Iglesia contrarreformista, ocultando defectos técnicos bajo la policromía.