El Reinado de Fernando VII (1814-1833)
Sexenio Absolutista (1814-1820)
Tras la Guerra de la Independencia, Fernando VII regresa a España con la promesa de jurar la Constitución de 1812. Sin embargo, influenciado por el sector absolutista, el rey busca restaurar el Antiguo Régimen.
En Valencia, Fernando VII recibe el Manifiesto de los Persas, un documento firmado por 79 diputados que solicitaban la vuelta al absolutismo. El rey deroga la Constitución y entra en Madrid como monarca absoluto, iniciando una persecución contra los liberales, quienes se exilian en Inglaterra.
La situación económica de España era crítica tras la guerra. La vuelta al Antiguo Régimen, con la exención de impuestos a la nobleza y el clero, agravó la situación. Además, las colonias americanas comienzan sus procesos de emancipación.
Frente al absolutismo, la burguesía, las clases medias y populares de tradición liberal, junto con algunos militares (guerrilleros ascendidos tras la guerra), comienzan a organizarse. Surgen pronunciamientos militares exigiendo la vuelta al sistema constitucional.
En 1820, el General Riego lidera un pronunciamiento que obliga a Fernando VII a jurar la Constitución de 1812.
Trienio Liberal (1820-1823)
Tras el pronunciamiento de Riego, Fernando VII jura la Constitución (“Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional”) y se forma un nuevo gobierno de mayoría liberal.
Dentro del liberalismo surgen dos corrientes:
- Liberales moderados: Gobernaron durante dos años, buscando cambios graduales para evitar la confrontación con la Santa Alianza.
- Liberales exaltados: Asumieron el gobierno en 1822, buscando reformas más rápidas y una mayor represión contra los absolutistas y el propio rey. Abolieron privilegios de clase, suprimieron señoríos, impusieron cargas tributarias a la Iglesia y abolieron la Inquisición.
El régimen constitucional se enfrentó a la oposición de:
- Los estados absolutistas europeos, incluyendo la Santa Alianza.
- El propio rey Fernando VII.
La oposición al liberalismo provocó la formación de partidas realistas, dando lugar a una guerra civil. A partir de agosto de 1822, la situación empeora con el apoyo de la nobleza al absolutismo y la intervención de la Santa Alianza.
En el Congreso de Verona (octubre de 1822), la Santa Alianza decide intervenir en España para restaurar el absolutismo. Los Cien Mil Hijos de San Luis, ejército francés enviado por la Santa Alianza, derrotan a los liberales y devuelven el poder absoluto a Fernando VII.
El 1 de octubre de 1823, Fernando VII declara nulas las Cortes y el gobierno liberal.
Década Ominiosa (1823-1833)
Fernando VII instaura un régimen absolutista represivo. Se crean las Juntas de Purificación para perseguir a los liberales, especialmente a los exaltados. Un ejemplo de esta represión fue la ejecución de Rafael del Riego en 1823.
A pesar del absolutismo, algunos ministros lograron sanear la Hacienda gracias a la explotación de las colonias que aún quedaban bajo dominio español: Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
El rey intenta elaborar unos presupuestos generales, pero no logra contentar ni a los liberales ni a los absolutistas. Los sectores más absolutistas comienzan a apoyar a Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII, como sucesor al trono, ya que el rey no tenía descendencia masculina.
En 1829, Fernando VII se casa con María Cristina de Borbón y en 1830 nace su hija Isabel, futura Isabel II. Para asegurar la sucesión de su hija, Fernando VII deroga la Ley Sálica, que impedía reinar a las mujeres.
Los partidarios de Carlos María Isidro, conocidos como carlistas, se oponen a la derogación de la Ley Sálica. Tras la muerte de Fernando VII en 1833, estallará la Primera Guerra Carlista entre carlistas e isabelinos.
Emancipación de la América Española
Motivaciones
Los criollos, élite social y económica en las colonias americanas, fueron los principales impulsores de la independencia. Aspiraban a una mayor autonomía política y económica, incluyendo la libertad de comercio con todos los países. La pérdida de la flota española en la batalla de Trafalgar (1805) favoreció este objetivo.
La Iglesia también jugó un papel importante en la difusión de ideas revolucionarias, especialmente a través de la Constitución de Cádiz (1812).
Desarrollo
Primera Fase (1810-1814)
En 1810, se inicia el proceso de independencia en México, pero España logra sofocar el levantamiento. Ese mismo año, se proclama la independencia de Argentina. En 1811, Simón Bolívar convoca el Congreso de Caracas para declarar la independencia de Venezuela. En 1812, se inicia la independencia de Chile.
En 1814, tras la Guerra de la Independencia, España envía al general Pablo Morillo para sofocar los levantamientos. Esta primera fase de las independencias americanas termina con el restablecimiento del control español en gran parte del territorio.
Segunda Fase (1816-1824)
En 1816, el Congreso de Tucumán declara la independencia de Argentina. En 1818, el general José de San Martín derrota a los españoles en la batalla de Maipú, lo que consolida la independencia de Chile. En 1820, el pronunciamiento de Riego en España debilita el control sobre las colonias.
En 1821, Simón Bolívar vence a los españoles en la batalla de Carabobo, consolidando la independencia de Venezuela. Ese mismo año, se proclama la independencia de México.
En 1823, la Santa Alianza interviene para ayudar a Fernando VII a recuperar el control de las colonias. Sin embargo, en 1824, las últimas derrotas españolas a manos de Bolívar y Sucre en las batallas de Junín y Ayacucho sellan la independencia de los territorios americanos.