El Reinado de Carlos I: Política, Conflictos y Organización de la España Imperial

Política Interior y Conflictos Europeos bajo Carlos I

Carlos I (1516-1556) heredó un vasto imperio. De María de Borgoña (1515) recibió Flandes, Artois, Luxemburgo y el Franco Condado; de Fernando el Católico (1516), Aragón y los territorios italianos; de Isabel (1516), el Reino de Castilla y los derechos sobre América; y de Maximiliano I (1519), los territorios austriacos y el título imperial del Sacro Imperio Romano Germánico.

Su condición de extranjero provocó en Castilla la revuelta de las Comunidades (1520-1522). Los comuneros exigían una mayor participación de los castellanos y de las Cortes en el gobierno, así como la defensa de la industria textil. Paralelamente, en Aragón, la crisis económica y la peste desencadenaron las Germanías, donde artesanos, pequeña burguesía y campesinos demandaban una mayor democratización de los cargos municipales y protección real frente a los abusos señoriales. Ambas revueltas fueron sofocadas, fortaleciendo el poder real.

La política exterior de Carlos I se centró en la defensa del catolicismo y el mantenimiento de la hegemonía en Europa. Destacan la contención del avance de los turcos en el Mediterráneo y en el Danubio (Viena) y las guerras contra Francia en Italia, que culminaron con la incorporación del Ducado de Milán hacia 1540.

El mayor problema surgió en el Sacro Imperio Romano Germánico, debido a la disputa de poder entre el emperador y los principados, que adoptaron la reforma protestante. A pesar de la victoria de Carlos V en Mühlberg, la nueva religión se consolidó y fue reconocida en la Paz de Augsburgo (1555). Al año siguiente, Carlos I abdicó, cediendo Austria y el título imperial a Fernando, y el resto de sus territorios a su hijo Felipe II.

Organización Política de la Corona de Castilla, Aragón y Navarra a Finales de la Edad Media

Los reinos hispánicos presentaban una estructura política similar, basada en la monarquía, las Cortes y los municipios, aunque cada uno con sus propias particularidades.

Corona de Castilla

En Castilla se fortaleció la Monarquía. El gobierno se ejercía a través de una administración central compuesta por:

  • Las Cortes: Formadas por tres brazos (nobleza, clero y ciudades), eran convocadas por el rey para aprobar subsidios, declaraciones de guerra, etc.
  • El Consejo Real: De carácter consultivo.
  • La Audiencia o Chancillería Real: Órgano supremo de justicia.

En la administración local, destacaban los regidores y corregidores (representantes reales de la monarquía).

Corona de Aragón

La Corona de Aragón era una unión de reinos (Cataluña, Valencia, Baleares y Aragón), cada uno con sus propias instituciones y leyes. La debilidad del poder real se manifestaba en el pactismo, que obligaba a respetar los fueros y privilegios de cada reino (Privilegio General, 1283). La administración central incluía:

  • Las Cortes: Órgano de carácter legislativo.
  • Diputaciones: Limitaban la autoridad real.
  • Justicia Mayor: Encargado de la justicia.

En cada reino, el rey contaba con un lugarteniente o gobernador (virrey en Mallorca). A nivel local, los Concejos o municipios eran controlados por las oligarquías urbanas.

Reino de Navarra

El funcionamiento de Navarra era similar al de Aragón. Destacaban:

  • El Rey.
  • Las Cortes: Velaban por la conservación de los fueros.
  • El Consejo Real: Órgano judicial y de asesoramiento.
  • La Corte Mayor: Máximo órgano judicial.
  • La Cámara de Comptos: Encargada de las finanzas reales.

Sociedad y Economía en el Paleolítico y Neolítico: El Arte Rupestre

El Paleolítico

Los primeros pobladores llegaron a la Península Ibérica hace unos 800.000 años, durante el Paleolítico. Los restos más antiguos (Homo antecessor) se han hallado en Atapuerca. El Homo sapiens llegó hace unos 40.000 años.

Estos primeros pobladores eran depredadores, y su supervivencia dependía de la caza, la pesca y la recolección de frutos. Eran nómadas, desplazándose en busca de animales y condiciones climáticas favorables. Vivían en pequeños grupos con una organización social colectiva, sin una jerarquía social clara.

El Neolítico

Hacia el 5000 a.C., aparecieron en la Península Ibérica las primeras comunidades neolíticas. Se inició la producción de alimentos (agricultura y ganadería) y la elaboración de cerámica. La agricultura propició el sedentarismo, surgiendo los primeros poblados estables, que con el tiempo darían lugar a una mayor jerarquización social.

La Pintura Rupestre

La Península Ibérica conserva numerosos ejemplos de pintura rupestre. La mayoría se concentra en la zona cantábrica, destacando Altamira. Es un arte figurativo que representa principalmente animales con una técnica naturalista. Las figuras suelen estar superpuestas, sin formar escenas, pero con efectos de volumen y movimiento. En la zona levantina, predominan las escenas de carácter narrativo, con figuras humanas esquematizadas.