El Régimen Franquista: Ideología, Política y Sociedad (1939-1975)

Fundamentos Ideológicos del Régimen Franquista

El franquismo se sustentó en una dictadura autoritaria, nacionalista y católica, contraria a la democracia, el comunismo y el liberalismo. Su ideología principal, el Nacionalcatolicismo, fusionaba el poder estatal con la Iglesia Católica, imponiendo valores religiosos en la educación y la vida diaria. La religión católica, única permitida, se erigió como pilar fundamental del régimen.

El centralismo fue otra característica clave, eliminando autonomías regionales y prohibiendo el uso de lenguas como el catalán, el euskera y el gallego en la educación y la administración. El régimen también exhibió un fuerte carácter militarista, con Franco, proveniente del ejército, utilizando a las fuerzas armadas como base de su gobierno.

El anticomunismo fue otro pilar fundamental, considerando al comunismo como una amenaza principal. Cualquier idea contraria al régimen era duramente perseguida. Se prohibieron sindicatos, partidos políticos y cualquier forma de oposición. El franquismo promovió una visión tradicionalista y patriarcal de la sociedad, donde la familia y la obediencia eran valores centrales.

Política Internacional del Franquismo

Tras la Guerra Civil, España experimentó un aislamiento internacional. El apoyo a la Alemania nazi y la Italia fascista generó rechazo internacional. En 1946, la ONU recomendó la exclusión de España de las relaciones internacionales, impidiendo su acceso al Plan Marshall.

La Guerra Fría modificó esta situación. Estados Unidos y sus aliados vieron en Franco un aliado contra el comunismo. En 1953, los Acuerdos con EE.UU. permitieron la instalación de bases militares estadounidenses a cambio de ayuda económica, mejorando la economía española y fortaleciendo al régimen.

En 1955, España ingresó en la ONU, marcando su reincorporación a la comunidad internacional. Durante los años 60, el régimen buscó mejorar su imagen exterior, promoviendo el desarrollo y el turismo.

En sus últimos años, la dictadura intentó acercarse a Europa, pero sin renunciar a su autoritarismo. España no pudo ingresar en la Comunidad Económica Europea debido a su naturaleza dictatorial, aunque mantuvo relaciones comerciales con varios países.

A pesar de la apertura económica y los acuerdos internacionales, España permaneció políticamente aislada hasta la muerte de Franco en 1975, dando inicio a la transición democrática.

Fundamentos Políticos del Régimen Franquista

El franquismo se definió como una dictadura personalista, con Franco concentrando todo el poder. No existía división de poderes ni elecciones libres. Franco era Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Generalísimo del Ejército, gobernando sin oposición.

Se prohibieron los partidos políticos, existiendo únicamente el Movimiento Nacional, que agrupaba a falangistas, militares y monárquicos. Las Cortes franquistas, teóricamente un parlamento, solo servían para aprobar las decisiones de Franco.

El régimen se basó en una fuerte represión política. Se persiguió a opositores con encarcelamientos, exilio, censura y ejecuciones. El Tribunal de Orden Público (TOP) castigaba a los críticos del régimen. Se aplicó una estricta censura en prensa, cine y literatura, eliminando contenido contrario al franquismo.

Oposición al Franquismo: Exilio y Resistencia Interna

Desde el inicio del franquismo, existió oposición dentro y fuera de España. Miles de republicanos, socialistas, comunistas e intelectuales se exiliaron, principalmente en Francia, México y la URSS, intentando organizar una oposición, aunque con éxito limitado. Algunos exiliados participaron en la Segunda Guerra Mundial con la resistencia francesa, y otros intentaron sin éxito derrocar a Franco.

En el interior, la resistencia fue duramente reprimida. En los años 40, los maquis, grupos guerrilleros, lucharon en zonas rurales, pero fueron eliminados por el ejército y la Guardia Civil.

A partir de los años 50, la oposición se reorganizó. Sindicatos clandestinos, como Comisiones Obreras, movilizaron a los trabajadores. Los estudiantes universitarios protestaron contra la falta de libertades. Incluso dentro de la Iglesia surgieron sectores críticos.

En los años 60 y 70, con el crecimiento económico, la oposición aumentó. Las huelgas y protestas se hicieron más frecuentes, y movimientos clandestinos, como el Partido Comunista, jugaron un papel clave. Aunque Franco reprimió la oposición, esta creció hasta su muerte en 1975.

Fundamentos Sociales del Régimen Franquista

El franquismo impuso una sociedad basada en valores tradicionales y conservadores. La Iglesia Católica controlaba la educación, la moral y la vida cotidiana. El Nacionalcatolicismo impregnaba todas las instituciones. Se exigía asistencia a misa, y el divorcio y la anticoncepción estaban prohibidos.

La mujer ocupaba un papel secundario. Se promovía un modelo patriarcal, donde la mujer era esposa y madre, sin independencia económica ni libertad para trabajar sin permiso marital. La Sección Femenina de Falange educaba a las mujeres en estos valores.

En la educación, se eliminó cualquier contenido contrario a los principios del régimen. Los jóvenes eran educados en la obediencia, el patriotismo y la religión. Se impuso una visión única de España, eliminando lenguas y culturas regionales y promoviendo un fuerte nacionalismo español.

La sociedad estaba estratificada, con una marcada desigualdad entre ricos y pobres. Mientras los sectores afines al régimen gozaban de privilegios, la mayoría de la población enfrentaba dificultades económicas, especialmente durante los años de la autarquía.