El Realismo y sus corrientes literarias

REALISMO:

En el s.XIX España vivió uno de los periodos más convulsos de su historia y se produjeron graves problemas sociales y fuertes tensiones ideológicas. Se abrió el siglo con la guerra de la Independencia y se cerró con la guerra hispano-estadounidense y el desastre del 98 que significó la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Los vaivenes políticos contribuyeron a que el desarrollo económico e industrial fuera más lento que en el resto de Europa.

REALISMO:

En un principio se utilizó para designar de forma peyorativa a los nuevos escritores y pintores que se proponían dar fieles testimonios de la sociedad, contraponiéndose a las ensoñaciones y subjetivismo románticos. Este movimiento se caracteriza por la observación rigurosa y la reproducción fiel de la vida. El escritor se documenta sobre el terreno tomando notas sobre los escenarios, las gentes, la indumentaria, etc. Las obras realistas muestran ambientes verosímiles y protagonizadas por personajes creíbles. El género que mejor se ajusta a las aspiraciones e intereses del escritor realista es la novela, pero también influyó en el teatro y poesía. La novela realista tiene una postura crítica y especialmente dirigida a la clase media. También recrea la vida humana y denuncia los problemas de la vida cotidiana, pero carece de un tono moralizador. El ideal de objetividad hace que el novelista adopte una actitud de cronista pero en ocasiones como en el caso de Galdós interviene con juicios personales. Esta narración objetiva normalmente se realiza en tercera persona, lo que permite al narrador omnisciente dar cuenta de todo lo que sucede de manera imparcial. Las descripciones de ambientes y tipos adquieren un papel importante ya que contribuyen a la verosimilitud de la historia. En el estilo tiene una prosa sobria y en los diálogos la lengua se adapta al carácter y estatus social de cada personaje.

R.EUROPEO:

Fue muy leída y gozó de amplio reconocimiento. Autores destacan los franceses Balzac (La comedia humana), Stendhal (Rojo y negro) y Flaubert (Madame Bovary). En Inglaterra destacan las novelas de Dickens (Oliver Twist) y en Rusia Dostoyevski (Crimen y castigo) y Tolstoi (Ana Karenina).

NATURALISMO.

Tendencia literaria de origen francés que llevaba hasta las últimas consecuencias los postulados realistas. Su máximo representante fue el novelista francés Émile Zola, quien consignó la teoría naturalista en su obra La novela experimental. Esta tendencia literaria toma sus bases de teorías filosóficas y científicas de la época como el materialismo, el determinismo y el método experimental. Esto explica la preferencia de los escritores naturalistas por los ambientes y personajes más turbios y sórdidos: abundan en sus novelas las bajas pasiones, los impulsos primarios, personajes de los suburbios, alcohólicos, etc. No podemos hablar de naturalismo español ya que los escritores españoles rechazaban el determinismo y el materialismo. Emilia Pardo Bazán en La cuestión palpitante divulgó las ideas de Zola, aunque rechazó el determinismo y el materialismo. El naturalismo francés influyó más bien en las técnicas y en la incorporación de ciertos temas en las novelas (la denuncia de miserias morales, el reflejo de ambientes sórdidos, etc). Esta influencia se observa en las obras de Blasco Ibáñez y en algunas novelas de Galdós, Clarín y de la propia Pardo Bazán.

MODERNISMO.

Se desarrolla en España tras la llegada de Rubén Darío en 1892. Nace como un movimiento renovador en Hispanoamérica, síntesis del simbolismo y del parnasianismo. Los poetas modernistas expresan su malestar y su profundo desacuerdo con la civilización burguesa. También oscila la rebeldía política y el aislamiento aristocrático a través del refinamiento estético. Características: Escapismo: el modernista huye del mundo real a través del camino del sueño y de la fantasía. También se aprecia la evasión del tiempo y del espacio hacia épocas legendarias como la Edad Media, etc, y una clara tendencia al preciosismo y al refinamiento aristocrático. Gusto por lo sensorial: muestran una sensibilidad necesitada de goces sensoriales y de belleza, aunque este mundo les deja insatisfechos de ahí el escapismo. Cosmopolitismo: son devotos de las grandes ciudades como París, con sus dandys, cafés, bohemios. Amor, erotismo y sensualidad, enlaza con el desahogo frente a las frustraciones y con actitudes asociales y amorales. Renovación de la lengua literaria con numerosos recursos estilísticos con valor ornamental: abundantes adjetivos con función embellecedora y recursos rítmicos y fónicos que contribuyen a la musicalidad de los textos. El léxico se enriquece con cultismos y en la métrica se recurre al verso alejandrino, al dodecasílabo, etc. El máximo representante del modernismo hispanoamericano es Rubén Darío, aunque también hay que destacar otros autores como José Martí, Gutiérrez Nájera, etc. En España destacan Manuel Machado, Villaespesa y Marquina.

G98.

Los autores evolucionaron hacia posturas políticas y filosóficas diferentes a lo largo de su vida. El concepto G.98 fue acuñado por Azorín en una serie de artículos periodísticos que se publicó en 1913. Según Azorín este grupo se caracterizaba por su espíritu de protesta y rebeldía, estaba constituido por Unamuno, Baroja, Maeztu, Valle-Inclán, etc. Algunos de estos autores, como Unamuno y Baroja, rechazaron la existencia del tal grupo literario. Estos autores evolucionaron de un radicalismo juvenil al idealismo en su madurez: sienten el fracaso de sus proyectos juveniles y su preocupación por España continúa pero desde una actitud contemplativa. Características: El tema de España constituye un tema recurrente. Tratan de dar una respuesta filosófica a los problemas de España. Se mezclan el amor y el dolor por España. Se interesaron por el paisaje y la vida de los pueblos españoles. Muestran en sus obras el atraso y la pobreza de las tierras castellanas, al tiempo que exaltan la austeridad de sus gentes y la belleza del paisaje. El amor a España se combina con un deseo de europeización. La historia: investigan en el pasado las raíces de los males presentes de Castilla y de España y descubrir también los valores permanentes del país. La historia que les atrae es la intrahistoria, ‘la vida callada de los millones de hombres sin historia’. Influencia de filósofos irracionalistas europeos como Nietzsche, Schopenhauer, etc. Estos autores y también sus personajes se interrogan sobre el sentido de la existencia humana, sobre la muerte, el paso del tiempo, etc. También son frecuentes el sentimiento de angustia, el malestar vital y el hastío de vivir. El problema religioso, especialmente relevante en Unamuno que vivió en una angustia lucha entre su ‘sed de Dios’ y su razón.

Estilo de la G.98. Admiración por los autores clásicos y por la literatura medieval. Admiran a autores como Larra, Bécquer, Quevedo y Cervantes. La obra de Cervantes dará lugar a múltiples ensayos. Prefieren un estilo sobrio y huyen, sobre todo en sus obras en prosa, del recargamiento formal. El gusto por las palabras tradicionales y terruñas como reflejo de su amor por lo castizo y por nuestras raíces culturales. Subjetivismo en todos sus escritos; se aprecia el sentir personal de los mismos, especialmente significativo en las descripciones de los paisajes. Innovaciones en los géneros literarios: la nivola de Unamuno o los intentos de renovación del teatro, como el esperpento de Valle-Inclán. El grupo del 98 contribuyó a la creación del ensayo moderno: En torno al casticismo y Del sentimiento trágico de la vida de Unamuno, etc.