El Proceso de Hominización
Posición Erguida y Bipedestación
La marcha bípeda, característica de la posición erguida, produjo cambios anatómicos como la pérdida de presión en los pies, cambios en la curvatura de la columna y fortalecimiento del cuello. Esto permitió la observación de mayores áreas de espacios naturales y la liberación de las extremidades superiores.
Liberación de las Extremidades Superiores
Esta liberación permitió que las manos se especializasen en funciones distintas de la marcha. Las manos sustituyeron a la boca como órgano de defensa y de trabajo, posibilitando la utilización e invención de toda clase de instrumentos.
Desarrollo Cerebral
Entre el Australopithecus y el Homo sapiens, el cerebro triplicó su tamaño y se hizo más complejo. Este desarrollo cerebral hizo posible la aparición de las capacidades técnicas (la capacidad de fabricar y utilizar instrumentos para modificar el entorno) y simbólicas del ser humano (la capacidad de crear y expresarse por medio de símbolos).
El Cuerpo como Cárcel
En el siglo VI a. C., los defensores del orfismo y el pitagorismo (movimientos de carácter científico y religioso) interpretaron la psyche como una sustancia espiritual, el alma, de origen sobrenatural e inmortal, en comunicación con la divinidad, mientras que el cuerpo era visto como materia corruptible.
La Reacción Empirista
Se atribuye alma a todos los seres vivos, distinguiendo entre:
- Alma vegetativa: responsable de la respiración, nutrición y reproducción.
- Alma sensitiva: responsable de las sensaciones.
- Alma racional: exclusiva de los hombres.
Los atomistas (Leucipo, Demócrito y Epicuro) apoyaron la concepción materialista. Para ellos, cuerpos y almas se componen de átomos y vacío; ambos eran materia.
Libertad, Destino y Azar
Algunas escuelas filosóficas, como el estoicismo, afirmaban la existencia del destino y negaban el azar. Este planteamiento no les llevaba a negar la libertad humana, ya que la libertad consistía en la capacidad para adoptar una actitud. La escuela epicurista afirmaba que el destino no existía; para Epicuro, negar el destino era preciso para mantener la libertad. La escuela existencialista decía que la vida no tiene sentido por sí misma ni hay ninguna misión que descubrir, por lo cual la vida sería totalmente absurda. Pero esto no era una mala noticia, ya que, al no tener sentido inherente, podemos crearle uno, dotando a nuestra vida de significado.
Concepciones de la Muerte
Muerte Definitiva
Al no poder descubrir qué sucede tras la muerte, muchos creen que llega el final definitivo de toda forma de vida. Desde el materialismo, la destrucción del cuerpo es la destrucción completa del ser humano.
La Muerte como Tránsito
Desde una perspectiva espiritualista, es posible aceptar que la mente o el alma continúa viviendo a pesar de la muerte del cuerpo. La muerte no es dejar de existir, sino el tránsito de nuestra mente o alma a una vida distinta, y para la mayoría, mucho mejor.
Concepciones del Absoluto
Panteísmo
Lo absoluto es una realidad divina inmanente al mundo. Se cree en un dios que se identifica con la naturaleza. Dios y naturaleza serían lo mismo. (Representantes: Estoicos, budismo, hinduismo).
Teísmo
Lo absoluto es una realidad divina trascendente al mundo. Se cree en un dios que creó el universo. (Representantes: Santo Tomás, Descartes, cristianos).
Deísmo
Lo absoluto es una realidad trascendente al mundo. Se cree en un dios que es la causa y el fundamento del mundo, pero que no interviene en él. (Representantes: Voltaire, Toland y M. Tindal).
La Posibilidad de Acceder a lo Absoluto
Teísmo
Aceptan la existencia de Dios y consideran posible conocerlo y acceder a él.
Ateísmo
Rechazan y niegan la existencia de Dios; al no existir, no se puede acceder a él.
Agnosticismo
Dudan de forma permanente y radical, ni afirman ni niegan; no pueden demostrar la existencia de Dios.
La Experiencia Mística
Es la forma más peculiar de las experiencias religiosas. La experiencia de lo divino del místico se diferencia en que este se siente en contacto directo con la divinidad. Se trata de una unión espiritual en la que sienten que Dios se funde con ellos. Para ello, se realizan ritos de purificación. La experiencia mística es difícilmente comunicable; al no poder expresarse, se la compara con el amor, compartiendo la intensidad emocional y espiritual que hace que uno se olvide de sí mismo y se fusione con el otro.