El conocimiento no nos da problemas en las relaciones de ideas, el problema está en las cuestiones de hecho. ¿Cómo sabemos que el fuego va a calentar? Sabemos que lo hizo en el pasado, que lo hace ahora, pero cómo en el futuro.
No es una relación de ideas: necesita experiencia y podemos pensar lo contrario, es decir, podemos pensar que no va a calentar.
Para responder a esto utilizamos la relación causa-efecto: consideramos que del fuego (causa) se sigue necesariamente el calor (efecto). Hay que analizar la relación causa efecto para poder llegar a conclusión acerca de cuestiones de hecho.
Nuestro conocimiento queda reducido a las impresiones actuales (la clase) y pasadas (mi casa). Pero no podemos tener conocimiento de hechos futuros, porque no podemos tene impresiones de un hecho que todavía no ha sucedido. Pero hablamos de hechos futuros: si pongo la mano en el fuego, me quemo. Y afirmamos un nexo causal: el fuego es la causa de que me queme. El criterio de verdad que teníamos era que a cada idea le corresponde una impresión, pero ocurre que aquí todavía no he tenido la impresión.
Este tipo de razonamientos parecen basarse en la relación causa-efecto, en la idea de conexión necesaria, que es la que nos permite ir más allá de la memoria y los sentidos, pero ¿cómo sabemos que el fuego es causa de las quemaduras?
El principio de causalidad no es evidente a priori (no es relación de ideas)
Si analizamos una cosa no encontramos en ella que deba producir un determinado efecto: Adán no sabía que el agua era para beber. Para saber los efectos tenemos que recurrir a la experiencia. La idea de causa y la de efecto son distintas. No podemos decir que todo lo que empieza a existir tiene una causa, ni que las mismas causas producen los mismos efectos. A priori, cualquier cosa puede producir cualquier otra: así: igual pensamos que el fuego quema que no quema.
Tenemos entonces que buscar la impresión de la que deriva esa idea de conexión necesaria
Toda idea proviene de una impresión, que según su origen se dividen en impresiones de sensación o de reflexión.
¿Vendrá de una impresión de sensación?
En cuanto a la experiencia externa: bola de billar que choca con otra bola. No vemos que una transmita movimiento a la otra, sino que una se detiene y otra se pone en movimiento. Es decir, lo que experimentamos en cualquier relación causa-efecto son las siguientes circunstancias: Contigüidad espacio-temporal, más prioridad temporal de la causa con respecto al efecto, más la conjunción constante. No tengo ninguna otra impresión de sensación ahí respecto a la relación causa-efecto. La experiencia me muestra que lo que llamamos causa, y lo que llamamos efecto, están conjuntados, pero no conectados. La idea de conexión necesaria, no aparece.
En cuanto a la experiencia interna: No paso de la voluntad al movimiento, sino dos movimientos sucesivos: decisión de levantar el brazo y luego el movimiento.
¿Será entonces de reflexión?
La primera vez que nos enfrentamos a algo nuevo somos incapaces de anticipar lo que va a suceder. Pero después de una experiencia uniforme (conjunción constante), somos capaces de realizar la inferencia que va de la causa al efecto, de anticiparnos a lo que va a suceder. Estamos acostumbrados a ver que las cosas suceden de una determinada manera, conjunción constante, causa y efecto están conjuntados, pero no conectados necesariamente. Entonces, la mente es conducida por hábito a realizar la inferencia que va de la causa al efecto, es decir, anticipamos el efecto a suceder. El principio de causalidad no es más que una asociación de impresiones sucesivas.
La impresión de la que procede la idea de conexión necesaria es una impresión de reflexión. La repetición de muchos casos hace que el sujeto sienta que esos objetos están conectados en su mente. La relación causal se establece en la mente entre una impresión presente (la causa) y la idea de su acompañante habitual. Del futuro, pues, sólo podemos afirmar la creencia.
La suposición de base de la relación causa-efecto es que el futuro será igual que el pasado y eso nos induce a esperar efectos semejantes, pero esto es indemostrable. Es la costumbre la que nos induce a la creencia. No podemos demostrar que el fuego quema. Ante el fuego, mi mente sigue pudiendo percibir cualquier efecto como posible, aunque no lo crea. La relación causal me ofrece una certeza moral no comparable a la certeza demostrativa de la relación de ideas, pero sí suficiente para la vida.
CONCLUSIÓN:
-No podemos afirmar el principio de causalidad (todo efecto tiene su causa).
-Nuestras impresiones son del pasado, no del futuro.
-No tenemos impresiones de causalidad necesaria.
-Las uniones que percibimos son de simple sucesión, no de causa a efecto.
-No hay unión de impresión a no-impresión, y como no tenemos impresión de la causa no puedo concluir que algo sea causa de algo.
Pero, ¿si no puedo afirmar nada de lo que no tengo impresión, qué pasa de Dios, del mundo y del yo, cosas de las que no tengo impresiones?
AMPLIACIÓN DE CAPITAL
VN= Captilal social/ nº acciones es el valor de las acciones en el momento de la constitución de la sociedad.
PROPORCIÓN= nº acciones antiguas/ nº acciones nuevas
VE= valor de las acciones nuevas en el momento que se están emitiendo puede ser a la par VE=VN o sobre la par VE>VN
VTC= Patrimonio neto/ nº acciones = capital social + reservas/ nº acciones: noa indica cuanto deben valer las acciones teniendo en cuenta el patrimonio neto.
VC= Valor que tienen las acciones si cotizan en bolsa.
VDS= VTC antes – VTC después =
VTC antes – acciones nuevas x su precio + acciones antiguas x su precio / acciones nuevas + antiguas
VAN, TIR Y PAYBACK
PAYBACK= plazo de recuperación de la inversión
VAN = -A + Q1/1+K +Q2/(1+K)^2 + Q3/(1+K)^3….
TIR=> 0=-A + Q1/1+r +Q2/(1+r)^2 + Q3/(1+r)^3….
PMM Y PMF
n(A)= Consumo MP/Stock medio MP => PMa=365/n(A)
n(F)= Coste de fabricción/ Stock medio PC => PMf= 365/n(F)
n(V)= Coste de ventas / Stock medio =>
n(C)= Valor ventas/ Saldo medio clientes =>
n(P)= Compra MP/ saldo medio proveedores =>