El Partenón
Formaba parte del ambicioso proyecto de Pericles para reconstruir la Acrópolis. Es el edificio más importante del arte griego, concebido a partir de complejos cálculos matemáticos que dieron como resultado un edificio elegante, compacto y unitario. Su estado de conservación es encomiable tras haber sido iglesia cristiana, mezquita y polvorín turco.
Exterior
La fachada principal mira a Oriente, punto por el que nace el sol, y da la espalda a la entrada principal de la Acrópolis. Sobre un podio culminado por el estilóbato se levantan las columnas dóricas que presiden el Partenón. Sus fustes son robustos, de poca altura y unidos por estrías. Llegan al capitel a través del collarino. El capitel se compone de equino y ábaco. Sigue el entablamento, que consta de tres secciones horizontales: 1) el arquitrabe, 2) el friso, dividido en triglifos y metopas, 3) la cornisa, sobre la que se alza el frontón.
Interior
La naos o cella fue ideada para cobijar la estatua de la diosa Atenea. Constaba de una columnata interior a dos niveles. Las ventanas y la puerta oriental estaban pensadas para que la escultura quedara iluminada. El opistodomos estaba presidido por cuatro altas columnas jónicas. En su interior se guardaba el tesoro del templo.
Planta
Es un edificio dórico octóstilo, con dos pórticos interiores hexástilos y períptero. La planta es rectangular, cuenta con una cella interior dividida en dos estancias.
Contenido
El Partenón ilustra la búsqueda de la perfección. Los griegos valoraban la proporción como elemento sagrado. El Partenón se construyó siguiendo un canon derivado del máximo común divisor de su anchura, longitud y altura. El segundo objetivo de Ictinos y Calícrates fue lograr la armonía visual a través de correcciones ópticas: la éntasis, las columnas de los extremos más separadas y el entablamento y el estilóbato curvados hacia arriba.
Nombre: Partenón
Arquitectos: Ictinos – Calícrates
Cronología: S. V a.C
Localización: Acrópolis de Atenas
Estilo: Griego Clásico
Materiales: Mármol – madera
Dimensiones: 30.88 m ancho, 69.50 m largo y 13.73 m altura.
Escultura Griega Clásica
Rechazo de la rigidez, mayor suavidad y armonía del cuerpo, aparición de la curva praxiteliana, atención a los sentimientos y emociones e individualización de los retratos.
Laocoonte y sus hijos
Composición
Está realizado con una clara concepción bidimensional. Únicamente las formas de las serpientes y los cuerpos esforzados de las figuras respecto del plano aportan sentido volumétrico. La composición se define a partir de una pirámide y una diagonal que atraviesa la escultura; la pirámide la forman las tres figuras y la diagonal resulta de unir el brazo derecho con la pierna izquierda del Laocoonte. La figura central lucha agónicamente por librarse a sí mismo y a sus hijos de las dos enormes serpientes. La representación anatómica no hace distinciones entre el padre y los hijos, a los cuales caracteriza con una musculatura exagerada. Laocoonte y el chico de su izquierda se apoyan en una peana, el otro se eleva sobre una base distinta y más baja. El padre se muestra en actitud semisedente, lo cual acentúa la sensación de tensión. La inclinación de la cabeza barbada hacia la izquierda potencia la sensación de sufrimiento. El mayor de los muchachos parece suplicar mientras el otro está a punto de sucumbir. La contorsión de los cuerpos en su esfuerzo por huir realza la sensación de movimiento.
Contenido
Laocoonte y sus hijos luchan contra las dos serpientes que ha enviado la diosa Atenea; podría ser una adaptación de un grupo de dos figuras, realizado en el S. III o II a.C. Esta escultura representa la agonía del sacerdote Laocoonte, que advirtió a sus paisanos sobre el peligro que corrían si dejaban entrar en Troya el caballo gigante de madera ofrecido por los griegos. La diosa Atenea envió dos serpientes para que evitaran así que el plan de los helenos fracasara.
Título: Laocoonte y sus hijos
Autor: Agesandro, Polidoro y Atenodoro
Cronología: S. III-II a.C (Copia: S. I a.C)
Material: Bronce (Copia: Mármol)
Dimensiones: 2.42 m altura
Localización original: Palacio del emperador Tito, Roma
Localización actual: Museo Vaticano, Roma
La Dama de Elche
(S. V-IV a.C)
Máximo ejemplo del arte íbero. Se trata de un busto, probablemente parte de una estatua sedente, realizado con la caliza porosa, de tonos ocres, típica de la zona. Presenta restos de color en labios y ropaje. De visión rigurosamente frontal, impacta por el lujoso atavío, realista y cargado de detalles. Parece que representa a la diosa Tanit, equivalente a Astarté, que a su vez está inspirada en Ishtar, diosa de la fecundidad. La influencia griega es perceptible. Los amuletos que lleva sobre el pecho son de origen fenicio. Todo ello adaptado a la personalidad íbera, que no se preocupa del conjunto sino del detalle.