Identificación: La imagen representa el Partenón, un templo religioso ubicado en la Acrópolis de Atenas. Fue construido en el siglo V a.C. (447-438 a.C.), durante el Periodo Clásico griego (siglos V-IV a.C.), reemplazando a un templo anterior destruido por los persas. Se encuentra en la parte más alta de la Acrópolis y estaba dedicado a la diosa Atenea Partenos, cuya escultura se encontraba en su interior. La Acrópolis, a la que se accedía por los Propileos, era un recinto sagrado dedicado a los dioses, donde se llevaban a cabo actos rituales y procesiones (Panateneas). Sus arquitectos fueron Ictinos y Calícrates, y Fidias fue el escultor. La obra fue encargada por Pericles (461-429 a.C.) como parte del programa de reconstrucción de la Acrópolis tras las Guerras Médicas y como símbolo de la gloria ateniense.
Análisis Formal
Según la planta, el Partenón es un edificio rectangular de estilo dórico, octástilo (por su peristilo) y períptero, con 8 columnas en el lado corto y 17 en el largo, además de dos pórticos interiores hexástilos. Está orientado de este a oeste y se eleva sobre un basamento de tres gradas. Su diseño sigue el modelo tradicional de templo griego, con un interior dividido en: pronaos (pórtico), naos o cella (donde se encontraba la estatua de Atenea) y opistodomos (que albergaba el tesoro del templo), formando otro pórtico de orden jónico.
A diferencia de otros templos griegos, la cella tiene dos recintos separados: la cámara de las vírgenes o Partenón, donde se preparaba la fiesta de las Panateneas, con columnas de orden jónico; y otro espacio para albergar la estatua de Atenea, de casi 13 metros de altura. La columnata interior, en forma de U, tiene dos pisos, formando una galería circundante en cuyo centro se colocó la imagen crisoelefantina (oro y marfil) de Fidias. En este edificio predomina el muro sobre el vano, ya que la luz solo entra por el pórtico, incidiendo en la estatua en momentos específicos.
El exterior es de orden dórico, con peristilo, siendo un edificio períptero y octástilo. El material utilizado fue mármol del Pentélico dispuesto en sillares regulares. Siguiendo el orden dórico, las columnas se apoyan en el estilóbato sin basa; el fuste presenta aristas vivas y éntasis en su parte central, con más de 10 metros de altura y un diámetro mayor en su parte inferior. El capitel tiene collarino, equino casi plano y ábaco.
La alternancia de columna y vacío genera una armonía rítmica y efectos de claroscuro. Los elementos sostenidos siguen un sistema adintelado o arquitrabado, debido al entablamento, formado por: arquitrabe liso, friso dividido en triglifos y metopas, y la cornisa. A cada columna le corresponden triglifos (pintados en azul). El edificio se cubría con un tejado a dos aguas, dando lugar a un frontón en cuyo interior estaba el tímpano, decorado con relieves.
El Partenón está diseñado para ser visto desde el exterior, ya que los fieles no podían entrar. La piedad religiosa se concentraba en el recinto que rodeaba el templo, al que se accedía por un camino procesional. Durante las fiestas religiosas, se realizaban procesiones y danzas hacia la Acrópolis para honrar a Atenea con sacrificios. De ahí el desarrollo de los elementos decorativos: policromía, metopas y frontones, así como el friso interior de la naos, con importantes programas de relieves. El friso interior, que rodea la cella, está decorado con la procesión de las Panateneas. Las metopas narran las guerras de los atenienses contra lapitas, centauros y troyanos. Los tímpanos están decorados con el nacimiento de Atenea sobre la cabeza de Zeus (este) y la victoria de Atenea sobre Poseidón (oeste). Estas esculturas fueron supervisadas por Fidias. Muchas de ellas estaban pintadas y eran de bulto entero.
La importancia del exterior se refleja también en el uso de artificios ópticos para corregir la visión de un edificio de este tamaño: curvaturas de los escalones y la parte superior del templo, columnas de los ángulos más juntas, fustes con éntasis y ligeramente inclinados hacia atrás.
Función y Significado
El Partenón encarna los ideales del arte griego, alejándose de la monumentalidad oriental y adaptándose a la escala humana (“el hombre es la medida de todas las cosas”). Sigue un sistema arquitrabado y está construido siguiendo proporciones matemáticas concretadas a través de los órdenes arquitectónicos, así como los artificios ópticos. Todo ello destinado a conseguir el ideal de belleza del arte clásico. Con la desaparición del mundo griego, el Partenón tuvo diversas funciones a lo largo de la historia: iglesia cristiana, mezquita, etc.