1. Clasificación y Tipología
Estamos ante un texto jurídico por tratarse de un convenio o acuerdo internacional, de carácter político, importante para el conocimiento de las relaciones entre España y Estados Unidos. Este documento público de gran importancia para la supervivencia de la Dictadura Franquista es una fuente histórica primaria y directa, de contenido militar y económico. Fue realizado en Madrid el 26 de septiembre de 1953, tres años después de que comenzaran las negociaciones entre ambos países.
Después de ocho años de aislamiento internacional, el régimen franquista obtiene el definitivo reconocimiento internacional. El autor es colectivo, ya que los protagonistas de este momento histórico son los gobiernos estadounidense (Eisenhower) y el español (Franco). Los firmantes del convenio son los representantes de estos países: James Clement Dunn, embajador de los EEUU en España, y Alberto Martín Artajo, Ministro de Asuntos Exteriores, quienes firmaron en el Palacio de Santa Cruz de Madrid tres convenios:
- Uno sobre ayuda económica.
- Otro de carácter defensivo (mutua defensa).
- Un último sobre ayuda para la mutua defensa.
De esta manera, ambas naciones establecían un compromiso para la defensa de la paz y la seguridad internacional frente al “peligro comunista”. El convenio defensivo era el más importante de los tres, ya que supuso el establecimiento de bases norteamericanas en territorio español. Para los estadounidenses, dichas instalaciones militares eran indispensables para el fortalecimiento de su dispositivo estratégico. Sin embargo, la España franquista no se podía permitir ni su construcción ni su defensa; por ello era necesario proporcionar al régimen ayuda económica y militar.
Para un uso más efectivo de esta ayuda económica se creó la Comisión Internacional donde, bajo la presidencia del Ministro de Comercio, participaban todos los subsecretarios de los departamentos ministeriales de carácter económico. Como órgano ejecutivo, la nueva Dirección General de Cooperación Económica del Ministerio de Comercio era la encargada de la aplicación del Convenio.
2. Contexto Histórico
Se enmarca históricamente en el franquismo (1939-1975), durante la etapa totalitaria (1939-1959). Esta etapa se caracteriza por una honda soledad del régimen, expulsado de los organismos internacionales, y por un profundo sufrimiento en el interior de España, donde la escasez y el estraperlo son las constantes económicas. Es la etapa de la autarquía desde el plano económico, donde se mantienen durante años acciones represivas sobre aquellos que apoyaron la causa republicana.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, España era una nación económicamente empobrecida, tecnológicamente atrasada y políticamente aislada. Además, desde que terminó la Guerra Civil, consideraba a la Unión Soviética como una amenaza real, prácticamente la única, contra la seguridad e incluso la propia integridad territorial de España.
El aislamiento al que se vio sometido el régimen de Franco tras la Segunda Guerra Mundial fue el rasgo más importante de la política exterior de nuestro país en esos años. Concretamente, la década que abarca de 1945 (cuando se le negó a España el ingreso en la ONU) hasta diciembre de 1955 (fecha en la que es admitida en dicho organismo) fue trascendental.
Franco desarrolló un nacionalismo exaltado, lleno de manifestaciones multitudinarias en apoyo del régimen y a su Caudillo, con discursos oficiales culpando a Rusia de encabezar una conspiración judeo-comunista contra España. Franco presentó al mundo un sistema conservador, católico y anticomunista.
A partir de 1947, el panorama internacional empezó a despejarse, propiciado por el inicio de la Guerra Fría. La posición estratégica de la Península Ibérica y de las Canarias para el control del sur de Europa en la Guerra Fría, y el anticomunismo activo del régimen franquista propiciaron el apoyo de EE.UU., quienes, interesados en incluir a España en su línea defensiva, maniobraron para procurar la entrada de España en la OTAN. La oposición de otros países como Gran Bretaña lo impidió.
La negativa de estos países a la entrada de España en la OTAN obligó a los EE.UU. a reconducir su iniciativa y firmar un tratado bilateral entre España y EE.UU. en 1953, del que nos ocupamos en este texto.
3. Análisis y Comentario
Las ideas de este fragmento se pueden agrupar en dos partes:
- Primera parte: Integrada por una breve introducción y los artículos 1 y 3 que componen los acuerdos del convenio defensivo. En ella, España y EE.UU., con el objeto de mantener la paz y la seguridad internacional, acuerdan apoyarse y utilizar zonas e instalaciones situadas en suelo español (bases militares). A cambio, España recibiría material de guerra.
- Segunda parte: Corresponde al acuerdo de ayuda económica, formado por un solo artículo, el 1. En él, EE.UU. se compromete a prestar ayuda técnica y económica a España.
Cuando en octubre de 1953 Franco abrió las Cortes, en su discurso afirmaba que los acuerdos de Seguridad Mutua terminarían proporcionando la asistencia militar y económica tan deseada por los españoles. Según Martín Artajo, en un principio los norteamericanos sólo querían la concesión de un territorio donde pudieran instalar bases militares propias que pudieran ser temporalmente utilizadas por sus tropas. Las autoridades españolas esperaban que, en caso de una agresión externa, pudieran usar las bases que previamente hubiesen sido preparadas gracias a la ayuda técnica y económica de los EE.UU.
El Pentágono diseñó un dispositivo militar que seguía una línea diagonal del suroeste al noreste español y que incluía la base aeronaval de Rota (Cádiz) y las bases aéreas de Morón (Sevilla), Torrejón (Madrid) y Zaragoza.
Nuestro país necesitaba un ejército capaz de hacer frente a unos potenciales “peligros comunistas”, así como una mejora de su aviación y marina, dada la gran extensión de nuestra costa. La ayuda económica que recibió España en 1953 ascendía a 226 millones de dólares. La forma de distribuir el total de dicha cantidad consistió en que más de la mitad se destinaba a gastos militares y la restante para fortalecer económicamente el programa de cooperación militar.
En cuanto al Convenio sobre ayuda económica, cabría apuntar que España se comprometió a la estabilización de la moneda, el equilibrio de los presupuestos, el mantenimiento de una estabilidad financiera, el fomento de la competitividad y de la productividad, el desarrollo del comercio internacional y, en general, a poner todos los medios para mantener saneada la economía.
Franco se propuso superar estos problemas y, tras un intento infructuoso de que se le incluyera entre los beneficiarios del Plan Marshall, se apoyó en lo único que pudo conseguir: el Concordato con la Santa Sede y los Convenios de Defensa con los Estados Unidos de 1953, que comenzaron a fraguarse incluso antes de que finalizara la Guerra Mundial.
A través de estos Convenios obtuvo ayuda económica (que se mantuvo hasta 1956), medios y apoyos para la modernización de las Fuerzas Armadas (que se han mantenido de diversa forma a lo largo de los años), y el apoyo político suficiente para, entre otras cosas, poder ingresar en la ONU al poco tiempo.
Fueron los EE.UU. los que iniciaron su acercamiento a Franco. Con su ayuda y gracias a su presión, los embajadores extranjeros volvieron a Madrid (1950-1951). En 1951 se firmaron los primeros pactos que significaban la llegada de créditos y materias primas vitales para el régimen franquista. Por fin, en 1953 se firmó el acuerdo bilateral que tenemos delante, que permitió la ayuda norteamericana a cambio de la instalación de bases militares.
Los EE.UU. ayudaron también a que España fuese admitida en los organismos internacionales (ONU, FMI,…) y pudiese iniciar contactos con otros países para la concesión de créditos y para reiniciar el comercio exterior.
Europa vivía en los años 50 una época de prosperidad y reconstrucción, por lo que necesitaba mano de obra abundante y mercados para sus capitales. Se abrieron fronteras a la emigración y se inició la llegada de turistas que buscaban precios bajos y sol asegurado.
Por último, recibió otro apoyo con la firma, en 1953, del Concordato con la Santa Sede, lo que significaba el reconocimiento absoluto de la legitimidad del régimen de Franco. Todos estos cambios se reflejan en una readecuación política y económica del régimen.
4. Conclusión
En 1963 se prorrogó por cinco años el Convenio Defensivo de 1953. Supuso la ayuda de 100 millones de dólares y créditos para la adquisición de armamento por valor de 50 millones de dólares. Los siguientes acuerdos se firmaron en 1969, 1970, 1976, 1982, 1988, 1992 y 2001.
A partir de estos diferentes tratados, las instalaciones permanentes de las bases militares españolas que se habían venido utilizando conjuntamente pasaron a ser propiedad plena del Estado español, quien autorizaba a Estados Unidos al uso de ellas. También se les prohibió almacenar e instalar armas nucleares en territorio español. También se llegó a la reducción de la presencia militar estadounidense en España.
La Declaración conjunta de enero de 2001 supuso un gran paso, ya que superó el capítulo puramente defensivo y atendió a aspectos de economía, terrorismo, narcotráfico, convenio de extradición y diferentes iniciativas de cooperación científica, industrial y tecnológica.
El apoyo, pues, de EE.UU. y de la Iglesia Católica hizo que el franquismo se estabilizase y saliera del aislacionismo.