El Movimiento Natural de la Población en España

Las bases del movimiento natural

A principios del S. XX, el incremento de la población española fue debido al crecimiento natural, es decir, el número de nacimientos ha sido de forma general el que ha marcado la tendencia del crecimiento natural, pero con algunas excepciones, como es el caso de la sobremortalidad producida por la pandemia de gripe de 1918 en Zaragoza y Valladolid.

Definición de movimiento natural

El movimiento natural de la población es aquel que depende del comportamiento de sus habitantes, es decir, de la natalidad y de la mortalidad, y que explican su crecimiento natural sin contar con los movimientos migratorios, y cuya dinámica responde a diversos factores.

Variables del movimiento natural de la población

Natalidad

La baja fecundidad española se debe a factores como la incidencia de los cambios sociales y culturales, y la incidencia del contexto económico. Para que una población se mantenga estable, es necesario que una generación sea relevada por la siguiente. En los últimos años, la inmigración ha modificado la tendencia a la baja de la natalidad, pero aún así no es suficiente para garantizar el reemplazo generacional. Otro factor es la situación laboral de las mujeres en el mercado de trabajo. Algunos de los cambios de la fecundidad relacionados con estos determinantes de fondo son el aumento de la edad media a la maternidad y sus efectos sobre el nivel de infecundidad. En paralelo al descenso de la fecundidad en España se ha producido un cambio considerable en las pautas de formación familiar, las mujeres españolas son actualmente las que tienen su primer hijo más tarde en comparación con el resto de países de Europa.

Mortalidad

Es otro factor del que depende el Crecimiento Natural. En general ha habido un descenso continuo desde la segunda mitad del s. XIX. Esto es debido a las mejoras higiénicas, sanitarias, etc. En ocasiones se han producido repuntes provocados por el envejecimiento de la población. Se han desplazado la mayoría de las defunciones desde las edades infantiles y adolescentes a las edades maduras y avanzadas, lo que ha provocado un importante aumento de la longevidad que sitúa España entre los países con mayor esperanza de vida a escala mundial.

Crecimiento vegetativo

España alcanzó el máximo de población en 2011, de manera que, desde entonces, la población española va disminuyendo. El incremento de la población en los últimos años se debe fundamentalmente a los extranjeros establecidos en nuestro país. Tras una breve etapa de notable inmigración, el volumen de población extranjera residente en España era en 2015 de 4.729.644 personas, pero esta cifra se redujo en un 5,8% en relación con el año anterior debido al efecto combinado de la emigración y la adquisición de la nacionalidad española. En España persisten notables diferencias territoriales en relación al movimiento natural de la población, que se explican por causas sociales y económicas.

Regímenes Demográficos

En España, con una población básicamente rural, esta fase se prolongó notablemente, aunque dentro del territorio se dieron situaciones diversas. Las epidemias del cólera azotaron a varias provincias españolas en el S. XIX: aún en los principios de la era del ferrocarril, una mala cosecha seguía representando en España un plus de defunciones y un déficit de matrimonios. Las crisis de subsistencia tuvieron impactos más graves en las provincias del interior que en las costeras, donde las importaciones de alimentos vía marítima atenuaban la carestía.

Fase II

En la fase II la natalidad continuó siendo alta, pero la mortalidad empezó a descender. En consecuencia, hubo un notable crecimiento demográfico. La reducción de la mortalidad se debió, básicamente, a las mejoras en la alimentación y en la higiene. El gran crecimiento demográfico se vio interrumpido por la Guerra Civil.

Económicas

El control de la fertilidad suele darse cuando los hijos dejan de representar una ayuda para la economía familiar y un seguro para la vejez de sus padres. El descenso de la natalidad coincide, en general, con la escolarización obligatoria, la prohibición del trabajo infantil y el establecimiento de las pensiones por jubilación.

Sociales

La baja mortalidad infantil, el crecimiento del consumo, el acceso de la mujer a puestos de trabajo remunerado…

Tendencia al crecimiento cero

A partir de los años 70 del s. XX las tasas de natalidad y mortalidad se reducen, dando lugar a un crecimiento demográfico débil o negativo, motivado por una natalidad escasa. En los años 90 llega a tener una tasa en torno al 10-11 por mil. El envejecimiento de la población se hace patente. La llegada de inmigrantes a finales del s. XX modifica estas tendencias, con un repunte en la natalidad, lo que provoca un rejuvenecimiento de la población española. La actual crisis económica y la marcha de inmigrantes ha provocado una reducción de la natalidad.