Contexto Histórico y Artístico

A finales del siglo XIX, surge una profunda crisis espiritual y artística. La filosofía, el arte y la literatura rechazan la mentalidad burguesa, buscando una nueva espiritualidad y un arte provocador, alejado de la vulgaridad y del utilitarismo. En este contexto, nace el Modernismo, un movimiento literario originado en Hispanoamérica en el último cuarto del siglo XIX y difundido en España por Rubén Darío. Aunque sus logros culminaron hacia 1915, su importancia fue crucial para la evolución de la poesía española, representando una renovación total. Si bien el Modernismo fue principalmente un movimiento poético, también abarcó obras de novela y teatro. En el mundo hispánico, reflejó la crisis política, religiosa, filosófica y artística provocada por el desarrollo de la sociedad burguesa, generando una nueva visión del mundo.

Influencias

La modernidad poética se inició en Francia con dos corrientes literarias:

1. Parnasianismo:

   Hacia 1860, esta escuela reaccionó contra la subjetividad romántica, proponiendo el”arte por el art”. Una poesía objetiva, ajena a ideologías, que evocaba culturas antiguas y ambientes exóticos. El esteticismo y el deseo de evasión son sus rasgos distintivos.

2. Simbolismo:

   Surgido en Francia como reacción al Naturalismo, representado por Verlaine, Rimbaud y Mallarmé, con antecedentes en Baudelaire (los “poetas malditos”). El Simbolismo defiende que la realidad esconde significados profundos que el poeta debe descubrir y transmitir mediante símbolos. Por ejemplo, el ocaso simboliza la decadencia o la muerte, y el camino, la vida. La poesía se convierte en un instrumento de conocimiento que capta la realidad supranacional y subjetiva a través de la alusión y la sugerencia.

El Modernismo se distancia de la tradición literaria española, aunque con referencias a autores como Bécquer, considerado el mayor representante del Romanticismo tardío en España, y fuente de inspiración para los modernistas. Se trata de un arte sincrético que fusiona tres corrientes: la extranjerizante (Parnasianismo y Simbolismo), la americana (literatura y tradiciones autóctonas) y la hispánica (Bécquer). Otras influencias incluyen el Prerrafaelismo (movimiento artístico inglés antirrealista y romántico que busca el diálogo entre el alma y la naturaleza) y corrientes filosóficas como Nietzsche, Schopenhauer y Hegel. También retoma la mística española, con su anhelo de lo absoluto y la búsqueda de una explicación totalizadora de la existencia.

Características del Modernismo

• Irracionalismo:

  Frente a la razón burguesa, se buscan explicaciones sobrenaturales y esotéricas. Esta corriente condujo a la “muerte de Dios” y a una crisis de valores tradicionales, representando una crítica a la religión. Los artistas buscaron respuestas alternativas.

• Crítica a la mercantilización de la cultura:

  El arte se convirtió en una rama más de la producción, obligando al poeta a profesionalizarse. El poeta modernista se presenta como un ser perteneciente a la “aristocracia del espíritu”, un ideal romántico que lo eleva por encima de lo práctico, conduciéndolo al Arte y la Belleza.

• Rechazo a la moral burguesa:

  Los creadores mantienen un idealismo rebelde de raíz romántica frente al conformismo burgués. Adoptan un estilo de vida acorde con su definición del arte: la bohemia. Su dedicación exclusiva a la literatura implica el desprecio por la vida burguesa.

• Rechazo al sistema político burgués:

  En España, la política de la Restauración no resolvía los problemas del país. Los escritores buscaron la reforma a través de la educación, basándose en modelos krausistas y regeneracionistas.

• Anticolonialismo:

  En América del Sur, la lucha contra el colonialismo español dio paso al rechazo del creciente imperio económico y cultural de Estados Unidos.

• Oposición artística:

  El Modernismo se enfrentó a las corrientes artísticas de la época, consideradas burguesas. Esta oposición se reflejó en publicaciones como Gente Vieja y Germinal.

Renovación Temática

• Exotismo y evasionismo:

  Para escapar de la realidad prosaica, las obras se llenan de alusiones a Oriente y a la Grecia clásica. Esto se une al preciosismo, el gusto por la belleza, el detalle y el lujo.