Etapa de las Regencias: La Constitución de 1837

Fernando VII deja el trono a su hija Isabel II. Al ser menor de edad, su madre, María Cristina de Borbón, ocupa la regencia.

Gobiernos Liberales

Cea Bermúdez se convierte en primer ministro (1833-1835) y el ministro Javier de Burgos crea la división de provincias y los gobernadores civiles. Cea Bermúdez es sustituido por Francisco Martínez de la Rosa (liberal moderado).

En 1834 se crea el Estatuto Real (carta otorgada) en la que las Cortes son bicamerales, es decir, dos cámaras (Estamento de Procuradores y Estamento de Próceres).

En 1835, De la Rosa es sustituido por el Conde de Toreno, que hace frente a una sublevación urbana de tipo liberal extremo liderada por la Milicia Nacional. Mendizábal llega al poder.

La principal preocupación es la situación de la Hacienda Pública, lo que supuso el traspaso de los bienes eclesiásticos al Estado. Mendizábal es sustituido por Javier Istúriz (liberal moderado).

En 1836 se produce un pronunciamiento militar: “Los Sargentos de La Granja”. Consecuencias: José M. Calatrava, presidente del gobierno (radical) y se crea la Constitución de 1837. La soberanía está compartida por el rey y las Cortes bicamerales y no se declara el catolicismo como religión del Estado. Esta constitución recoge aspectos conservadores y progresistas.

Características:

• Creciente protagonismo del ejército.
• Aparición de auténticos partidos políticos (predominan los moderados).

Espartero pone fin a la Guerra Carlista y entra en la política como Regente.

Partido Moderado:

Tiene diversas tendencias (colaboradores de Fernando VII y doceañistas). Se manifiesta por el régimen de la Constitución de 1837, no querían llegar más lejos para evitar el anarquismo.

Consecuencia del pensamiento conservador: El poder debía ser ejercido por la aristocracia (nobles y burgueses).

Partido Progresista:

(Veinteañeros del Trienio) Amplía el cuerpo electoral, libertad de imprenta y autonomía municipal.

Existe un enfrentamiento entre María Cristina y Espartero. En 1840, María Cristina le cede la regencia a Espartero. Pero en 1843 es expulsado del país y sustituido por Narváez. Isabel II es declarada reina y comienza el periodo de asentamiento definitivo del liberalismo.

La Cuestión Dinástica y la Guerra Carlista

Junto a la implantación del liberalismo se encuentra otro gran fenómeno del momento: la Guerra Carlista, en la cual Carlos María Isidro se muestra candidato para el trono y es apoyado por la Iglesia. Los carlistas apoyan la defensa de los fueros. Como el Estado liberal era uniforme y centralizado, los Países Vascos y Navarra apoyaban a Carlos María Isidro, quien tenía cierto apego a la vida tradicional, creando luchas entre los campesinos y ciudadanos. Intento de volver al Antiguo Régimen.

Lucha final: Gana el liberalismo y desaparece el Antiguo Régimen.

En 1839, Espartero (liberal) y Maroto (carlista) firman el Convenio de Vergara, dando fin a la guerra.

Consecuencias:

• Isabel II es aceptada como reina y se instaura el régimen liberal.
• A cambio, los carlistas obtienen el ingreso de los militares en el ejército isabelino y se mantienen los fueros.

Reinado de Isabel II: Análisis de la Constitución de 1845

Tras la llegada al poder de Narváez e Isabel II, sustituyen la Constitución de 1837 por la de 1845, una constitución a medida de los liberales, pero, a pesar de todo, predominan los moderados.

Década Moderada (1844-1854)

Narváez y Juan Bravo Murillo gobiernan como presidentes moderados. Tras el asesinato de Murillo, el régimen moderado entra en crisis porque no admitían la alternancia en el poder del moderantismo y el progresismo. Los progresistas toman el poder por la fuerza y se inicia el Bienio Progresista.

Medidas tomadas durante la Década Moderada para consolidar el Estado Liberal:

• Tendencias al centralismo.
• Carácter oligárquico, aristocrático y elitista del régimen.
• Desarrollo y consolidación de la administración del Estado.
• Se establece una ley electoral con sufragio más restringido.
• Crean la Ley Municipal y la legislación sobre imprenta con más controles sobre la libertad de imprenta.
• Se crea un Tribunal Supremo y la Guardia Civil sustituye a la Milicia Nacional.
• Otra medida destacada es la reforma de Alejandro Mon, que cambia el sistema tributario español por una contribución territorial.

Concordato de 1851:

Después de la desamortización de Mendizábal impuesta a la Iglesia, se cambia en la Década Moderada. La Iglesia acepta la desamortización eclesiástica de 1836, a cambio, el Estado español reconocía su confesionalidad católica y la compensó con una dotación económica y la intervención de la Iglesia en la educación.

En cuanto a la soberanía, se comparte la potestad legislativa entre el rey y las Cortes, se proclama la unidad religiosa y el poder legislativo se vuelve bicameral con Senado y Congreso de los Diputados (el rey controla el Senado).

Bienio Progresista (1854-1856)

En 1854 se elabora el Manifiesto de Manzanares (quejas de impuestos, la reina y el regreso de la milicia).

Consecuencias:

• Rebelión militar y trama civil.
• La reina llama al gobierno a Espartero y comienza el Bienio Progresista (1854-1856).

Constitución del Bienio:

Se declara la soberanía nacional y se amplía la declaración de derechos. Triunfan los progresistas y se crea una constitución de carácter progresista que se acepta pero no entra en vigor a tiempo.

En 1855, Espartero es sustituido por el General O’Donnell, que restablece la Constitución de 1845 y, en 1856, los moderados vuelven al poder. Tras dos años, la reina llama a O’Donnell al gobierno y se crea la Unión Liberal. Perduran los dos partidos clásicos:

• Moderados: Narváez y González Bravo.
• Progresistas: Espartero y Olózaga.

La política se estabiliza (1858-1863). Tras 5 años de estabilidad con la Unión Liberal de O’Donnell, la reina vuelve a confiar en los moderados. La causa es la descomposición de la Unión Liberal.

La Oposición:

Los apoyos del régimen eran menores, los progresistas se pasan a la insurrección. El Partido Demócrata está en contra del régimen y encuentra resistencia entre los universitarios y los militares. En 1866 se hace un pronunciamiento: la sublevación de los sargentos del cuartel general de San Gil. Entre 1866 y 1868, la reina llama al gobierno a Narváez e intenta hacer frente a la crisis económica. Los representantes de toda la oposición firman el Pacto de Ostende para destronar a Isabel II. En 1868 se une al pacto la Unión Liberal tras la muerte de O’Donnell.