Contextualización de Ortega y Gasset
4.1. El Tema de Nuestro Tiempo (1923)
Para finalizar, procederé a contextualizar este fragmento de El tema de nuestro tiempo (1923). Esta es la segunda obra estrictamente filosófica de Ortega y Gasset, después de Meditaciones del Quijote, y vuelve sobre un aspecto que el autor ya había apuntado en un ensayo de El Espectador titulado «Verdad y perspectiva»: el perspectivismo.
Por otra parte, quiere ser una continuación de la filosofía formulada en Meditaciones del Quijote, donde Ortega afirma su ya clásica descripción de la vida como la suma del yo y sus circunstancias.
De esta manera, nuestra obra supone un conjunto de las principales ideas orteguianas, si bien se centra en la doctrina del punto de vista. Al mismo tiempo, esta obra supone la aparición de un tema recurrente en el pensamiento de Ortega: la crisis de la modernidad a través de la crítica del racionalismo e idealismo, que formaría el tema de nuestro tiempo, la misión de Europa a principios del siglo XX.
En la obra, Ortega explica esta crisis de la modernidad europea en términos de enfrentamiento entre vida y cultura. La cultura ha desplazado a la vida, ignorando sus derechos. Los valores vitales no sirven, solo los racionales tienen carta de soberanía en la vida cultural europea. El racionalismo ha destruido la fuente de espontaneidad e inspiración de que depende una cultura viva y en forma. Ortega cree que hay que buscar una síntesis más franca y sólida entre ambos poderes: cultura y vida.
La obra consta de 10 capítulos y 3 apéndices. A lo largo de ellos, Ortega reflexiona, haciendo gala de su estilo culto y de una gran erudición sobre temas generales de cultura, como los valores morales, sentimentales y estéticos. No obstante, el tema fundamental es la doctrina del punto de vista, una teoría perspectivista del conocimiento.
Su espíritu impetuoso era capaz de realizar auténticas síntesis filosóficas, que incluían toda la tradición filosófica anterior y, a la vez, proponían una nueva alternativa. Su pensamiento tiene un carácter incluyente y fue un encendido del aperturismo de España y del europeísmo. Si la reflexión orteguiana se entrega al todo de la realidad, sus influencias sobre autores posteriores son innegables. No se puede olvidar la labor intelectual de Ortega dentro de revistas como El Pensador o Revista de Occidente, así como su legado como articulista.
4.2. Contexto Filosófico y Cultural
En cuanto al contexto filosófico, en esta época destaca el florecimiento de una serie de generaciones de pensadores y literatos, como la Generación del 98, con Unamuno y Antonio Machado; la de 1914, con autores como Pérez de Ayala y el propio Ortega; y la del 27, desde Federico García Lorca hasta Rafael Alberti.
Por su parte, Ortega está especialmente influenciado por una serie de corrientes filosóficas. Destacaremos:
- El vitalismo de Nietzsche, de donde tomó el perspectivismo, la defensa de la vida, de los valores vitales y de las dimensiones no estrictamente racionales de la persona.
- La fenomenología de Husserl, donde la preocupación de esta corriente por hacer que la filosofía descansara en un firmamento firme, exigencia que Ortega expresó en su principio de autonomía.
- El existencialismo de Heidegger y Sartre, con quienes el pensamiento orteguiano guarda similitud en lo que se refiere a la descripción que nuestro autor nos ofrece de las categorías de la vida.
- Y, por último, el historicismo de Dilthey, donde la importancia es la diferencia del entender o comprender frente al explicar.
Mención aparte merece la relación de Ortega con la ciencia de su época. Por un lado, a pesar de que en un primer momento de su pensamiento viese en la adquisición del saber científico-técnico la solución para el atraso de España, enseguida criticará el cientificismo y el reduccionismo como parte de su crítica más general de la modernidad europea.
4.3. Contexto Histórico y Biográfico
Para finalizar y entender mejor al autor, repasaremos el contexto histórico. José Ortega y Gasset nació en Madrid en 1883 y murió en 1955. Escritor, ensayista y pensador, fue doctor en Filosofía y Letras, así como catedrático en Metafísica y fundó la Revista de Occidente.
Su vida transcurre en el último tercio del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, lo que le convierte en testigo clave de una época llena de acontecimientos en la historia de España, como la pérdida de las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Ya en el siglo XX, la dictadura de Primo de Rivera supuso para Ortega la pérdida de su cátedra en la universidad por su oposición a este régimen. También vivió la proclamación de la Segunda República en España, periodo en el que Ortega se implicó en la vida política como diputado, y la Guerra Civil española, que supuso el exilio de muchos intelectuales, entre ellos el propio Ortega, quien vivió unos años en diferentes países europeos.