En el siglo XIX se desarrolló un nuevo modelo de imperialismo, diferente al colonialismo europeo de la Edad Moderna. Este imperialismo se sustentó en un nuevo escenario económico: la expansión de la industrialización.
Durante el último tercio del siglo XIX y principios del XX, las grandes potencias industriales europeas, Estados Unidos y Japón, rivalizaron por el dominio del mundo. Simultáneamente a su desarrollo industrial, extendieron su dominio político y territorial sobre la casi totalidad de África, Asia y las islas del Pacífico.
Causas de la Expansión Imperialista
El imperialismo fue un fenómeno complejo en el que influyeron diferentes causas: económicas, políticas, ideológicas, religiosas y científicas.
Causas Económicas
Se acentuó el nacionalismo económico y la mayoría de los grandes países industrializados adoptaron políticas proteccionistas. La aparición de nuevas potencias económicas hizo necesario encontrar nuevos mercados para dar salida a los excedentes de la producción industrial.
En las colonias, las metrópolis buscaban materias primas y fuentes de energía baratas, y un lugar en el que invertir sus capitales a un interés más elevado.
Causas Políticas
Los Gobiernos de las grandes potencias coloniales mostraron un interés permanente por el control y el dominio de rutas cuya importancia estratégica era esencial, como los Canales de Suez y Panamá.
El deseo de prestigio o de poder, o el de evitar el fortalecimiento de países rivales, se justificó como una defensa de los intereses nacionales.
La carrera imperialista era un factor más en las rivalidades entre las grandes potencias.
Causas Ideológicas
Se expandió una mística imperialista, mezcla de exaltación de los valores que representaba cada nación, de voluntad de poder y sueños de grandeza. Para ello, las potencias apelaron a su historia.
Se añadieron connotaciones racistas. Se consideró a la raza blanca como superior y se creía que tenía una misión “civilizadora”. Era una ideología derivada de la aceptación del darwinismo social.
Causas Religiosas
Las misiones católicas y protestantes protagonizaron una intensa labor evangelizadora. También fueron un medio de legitimación de la expansión imperialista y de aculturación.
Causas Científicas
También se consideró que el avance de la ciencia exigía la exploración de todas las regiones de la Tierra. Los viajes de exploración al interior de África, para explorar sus grandes ríos como vía de penetración, prepararon el camino para la colonización.
Las sociedades geográficas apoyaron estas expediciones, siendo uno de los focos de la propaganda colonial. Las asociaciones coloniales se esforzaron por dar a conocer entre la opinión pública la ideología del imperialismo colonial. A ello se le sumó la literatura de viajes.
Las Formas de Dominación Colonial
Hubo sistemas de control colonial muy variados:
- Las Colonias: eran aquellos territorios en los que la población indígena estaba totalmente sometida a la potencia colonial, que implantó un gobierno y una administración totalmente europeos. El poder de la metrópoli se ejercía por medio de un gobernador. Este sistema predominó en África y en parte de Asia.
- Las Colonias de Poblamiento: eran aquellas en las que la población europea imponía su lengua.
- Los Dominios: eran específicos del Imperio británico. Se trataba de colonias de poblamiento a las que se les aplicó un sistema de autogobierno. Los poderes del gobernador estaban limitados por un gobierno designado por una asamblea elegida por los colonos. Los dominios gozaron de completa autonomía en la política interior, pero la política exterior se decidía en la metrópoli. Fue el caso de Canadá, Nueva Zelanda, Australia y la Unión Sudafricana.
- Los Protectorados: eran territorios coloniales donde ya existía un Estado soberano con su propia estructura política y cultural. La potencia colonial respetaba, en teoría, el gobierno y la administración indígena, pero ejercía el control militar, la dirección de la política exterior y la explotación económica.
- Las Concesiones: un Estado cedía, de forma temporal, territorios a una potencia colonial, que los controlaba económicamente pero sin desplazar a ellos ni funcionarios ni militares. El caso más destacado fue China.
El Reparto de África
Hasta 1870, la presencia europea en África se limitaba a factorías costeras o pequeños enclaves coloniales en zonas próximas al mar. En el último tercio del siglo se produjo una total ocupación del territorio.
Los Primeros Pasos
Francia y el Reino Unido comenzaron el proceso colonizador en África. Francia inició en 1830 la ocupación de Argelia y en 1848 la proclamó oficialmente “territorio francés”. La instauración de la colonia francesa no concluyó hasta 1870. En 1881, los franceses establecieron un protectorado sobre Túnez.
En Egipto entraron en colisión los intereses franceses e ingleses por el dominio de la ruta del Canal de Suez. En 1882, se produjo la ocupación militar británica debido a una rebelión nacionalista, que se terminó convirtiendo en un protectorado británico.
Misioneros, exploradores y aventureros abrieron el resto de África a Europa. Destacaron las exploraciones de David Livingstone, que remontó el río Zambeze y llegó a las cataratas Victoria; de Henry M. Stanley, que descubrió las fuentes del río Congo y se puso al servicio de Bélgica; y de Savorgnan de Brazza, al servicio de Francia, que exploró la margen derecha del río Congo.
La Conferencia de Berlín
Las rivalidades entre Francia y Bélgica por el Congo y el creciente interés de los comerciantes alemanes por África central impulsaron al canciller alemán Bismarck a celebrar una Conferencia Internacional en Berlín entre 1884 y 1885. Se acordó la ocupación del territorio africano bajo las siguientes condiciones:
- La libertad de comercio y de navegación por los ríos Níger y Congo.
- La prohibición de la esclavitud.
- El reconocimiento del “Estado libre del Congo”, colonia de Bélgica durante el reinado de Leopoldo II.
- El principio de ocupación efectiva, que impulsó a las potencias a lanzarse a conquistar territorios.
A finales del siglo XIX, nuevas potencias se incorporaron al reparto de África. Italia se apoderó de Somalia y Eritrea, pero fracasó en su intento de conquistar el reino de Abisinia (Etiopía), en la batalla de Adua (1896).
Alemania estableció colonias en la costa oriental (África Oriental), en la costa occidental (Togo y Camerún) y en el “África Sudoeste alemana”.
Conflictos Internacionales
Uno de los más importantes fue el de los imperios continuos. El Reino Unido pretendía formar un imperio africano que uniese el norte con el sur del continente, desde El Cairo hasta El Cabo. El propósito francés era crear un eje colonial de oeste a este, desde la costa del Sahara y Guinea al mar Rojo. Hubo un grave incidente en 1898 en la localidad de Fachoda, que finalmente se resolvió con diplomacia.
En el África austral se enfrentaron los intereses de los portugueses, establecidos desde el siglo XVI en Angola y Mozambique, los de los colonos holandeses y alemanes (bóeres) asentados en la región de El Cabo, con los británicos, que habían ocupado El Cabo en 1806. A esto se le sumó la presencia de Alemania en África del Sudoeste en el año 1884. Se descubrieron yacimientos de oro y diamantes en las repúblicas bóeres independientes de Orange y Transvaal. Esto llevó a la guerra anglo-bóer de 1899-1902. Los bóeres fueron derrotados, haciendo que Transvaal y Orange se convirtieran en colonias británicas.