La Contaminación del Agua
La contaminación del agua es un problema grave. Las causas principales son la evacuación de desechos en un volumen excesivo que impide su oxigenación y repurificación natural. Estos desechos proceden de diversas actividades humanas. Las consecuencias son la pérdida de calidad del agua, lo que afecta negativamente a los ecosistemas acuáticos y a su uso humano. Frente a esto, España cuenta con redes automáticas de información y alerta sobre la calidad de las aguas superficiales y subterráneas.
Daños, Alteración y Destrucción de la Vegetación
Los daños en los bosques se deben a causas naturales, como altas temperaturas y plagas, y a causas humanas. Ocasionan la defoliación y decoloración de los árboles. Frente a esto, España se ha integrado en la Red Europea de Seguimiento de Daños en Bosques y cuenta con programas de lucha contra plagas.
La alteración está motivada por la sustitución de las especies autóctonas por otras de elevado rendimiento económico.
La deforestación incide sobre extensas superficies de España. Las causas son las talas destinadas a obtener tierras para cultivo y los incendios forestales. Las consecuencias son el incremento de la erosión del suelo y de las emisiones de CO2, y una pérdida de la biodiversidad y del valor estético y ecológico del paisaje. Frente a la alteración y la deforestación, el Plan Forestal Español implanta medidas para lograr una gestión sostenible y para evitar los incendios.
Contaminación, Erosión y Desertificación del Suelo
La contaminación se debe a los vertidos industriales y urbanos, y al empleo abusivo de fertilizantes químicos y plaguicidas en la agricultura. Como consecuencia, el suelo adquiere características tóxicas, perjudicando la producción agraria y el valor ecológico del terreno. Frente a esto, el Plan Nacional de Recuperación de Suelos Contaminados lleva a cabo actuaciones de descontaminación.
La erosión es un fenómeno natural que se ve acentuado por las acusadas pendientes, la aridez y el carácter torrencial de las precipitaciones. La deforestación contribuye a la erosión. La consecuencia de la erosión extrema es la desertificación. Frente a esto, España cuenta con estaciones de seguimiento de la erosión y la desertificación. Además, se promueven la reforestación, la gestión sostenible de las actividades agrarias y de los recursos hídricos, y la rehabilitación de las áreas donde se ha iniciado la desertificación. Estas actuaciones han dado lugar al Proyecto Lucdeme y al PAND.
Los Residuos Sólidos Urbanos
Los residuos sólidos urbanos tienen un destacado impacto medioambiental. En España, su producción se ha incrementado debido al aumento del consumo. Como consecuencia, en las periferias de algunas ciudades y pueblos existen vertederos incontrolados, que originan problemas sanitarios y contaminan el suelo y el agua. Frente a esto, el Plan Nacional de Residuos Urbanos (PNRU) plantea: las llamadas “tres erres” (reducir, reutilizar y reciclar los desechos), la valorización de los residuos y la seguridad del vertido.
La Reducción de la Biodiversidad
La biodiversidad también se ve amenazada por algunas actividades humanas. Entre ellas, la alteración de los hábitats naturales, su fragmentación mediante las infraestructuras de transporte o la selección genética practicada a favor de las especies más rentables. Como consecuencia, algunas especies se encuentran amenazadas y se hallan en peligro de extinción. Frente a esto, se ha elaborado un Catálogo Nacional de Especies Amenazadas con el fin de protegerlas y de adoptar medidas para salvaguardar sus ecosistemas.
Los Espacios Naturales Protegidos
Las medidas frente a los problemas medioambientales se completan con la creación de espacios naturales protegidos. La actual ley en España, la Ley de Conservación de Espacios Naturales y de la Flora y de la Fauna Silvestre, tiene como objetivos la conservación y restauración de los espacios naturales y la prevención para evitar su deterioro. La ley establece distintos tipos de espacios protegidos, a los que se suman otros creados por las comunidades autónomas.
- Los parques: La ley distingue entre parques nacionales y naturales, gestionados ambos por las comunidades autónomas que los albergan. Los parques nacionales son espacios representativos de alguno de los principales ecosistemas españoles. Los parques naturales compatibilizan la conservación de la naturaleza con los aprovechamientos tradicionales y la entrada de visitantes.
- Las reservas naturales: Son espacios naturales creados con la finalidad de proteger ecosistemas, comunidades o elementos biológicos de especial rareza o fragilidad.
- Los monumentos naturales: Son formaciones naturales de notoria singularidad, rareza o belleza.
- Los paisajes protegidos: Son áreas preservadas por sus valores estéticos y culturales.
Otras Actuaciones de Protección Medioambiental
Otras actuaciones son la prevención, la implicación voluntaria de las empresas y la labor de organizaciones ecologistas que preconizan el desarrollo sostenible.