Misterio y melancolía de una calle
Autor y título: Giorgio de Chirico, “Misterio y melancolía de
una calle”
Corriente: Pintura Metafísica
Cronología: 1914, Siglo XX
Soporte, técnica y tamaño: Óleo sobre lienzo, 87×71,5 cm
Ubicación: Nueva York (colección particular)
En la obra se puede observar una calle vacía en la que hay
una niña corriendo tras un aro avanzando por la calle hacia
lo que parece una plaza situada al fondo.
A la izquierda hay un edificio con muchas puertas y una
perspectiva muy forzada. A la derecha hay otro edificio en sombra, junto al que se encuentra
un carro vacío.
En la plaza, que no vemos, se puede intuir la sombra de una estatua tapada por el ángulo del
edificio.
Los colores no son reales, están exaltados y formando campos lisos de tonos puros.
El dibujo se consigue a partir de líneas que crean cada figura, se distinguen unos elementos de
otros, por lo tanto, está bien definido.
La gama de colores que rellenan estos dibujos se alterna, ya que hay presencia de colores
cálidos como el amarillo que cubre todo el suelo, los tonos anaranjados del carro y el techo del
edificio izquierdo, que es de color rojizo. Mientras que los colores que forman el cielo son más
fríos, azul y verde, y colores tierra del edificio en penumbra. Dominan los cálidos. La niña se
encuentra en color negro.
El cuadro carece de gradación tonal, excepto en el cielo que hay un intento de pasar de verde
a azul oscuro.
No hay sensación de volumen, pero si se produce una gran profundidad debido a la forzada
perspectiva que los edificios generan.
Tiene más importancia el dibujo que los colores.
La representación de la luz es natural y procede de la derecha del cuadro, aunque no está
presente dentro de éste. Esta luz genera sombras en los edificios y en la estatua de la plaza,
que se representan en color negro sobre las superficies que inciden (suelo, techo del carro,
ventanas, puertas…), y la sombra de la fachada del edificio en penumbra se obtiene con
colores terrosos. Todo contribuye a crear un espacio irreal.
La obra se ha compuesto mediante dos diagonales, la primera de abajo a arriba donde se
encuentra la niña y el edificio blanco, y la segunda de arriba abajo en donde se encuentran el
carro y el edificio en sombra. La línea de horizonte está muy elevada y hay más campo de
visión.
Las figuras son muy esquematizadas y poco realistas, se superponen unas entre otras y la
figura humana apenas tiene tratamiento, queda reducida a esquemas, la niña es solo una
sombra, una silueta, la imagen residual de una figura humana.
En esta obra nos encontramos en primer plano al edificio en penumbra con el carrito y la niña
corriendo, y en segundo plano el otro edificio y la sombra de la estatua que proviene de la
plaza. Hay superposición de elementos y la perspectiva es forzada.
El carromato es un vagón de mudanzas. La juventud de Chirico había transcurrido entre
continuos cambios de residencia impuestos por el trabajo de su padre, algo que dejó huella en
la imaginación de su niñez.
Esta obra produce un misterioso sentimiento de espera y suspensión, generado
principalmente por la silueta de la niña y la sombra que la aguarda al fondo.
Es recurrente en el artista el motivo de la sombra de un objeto que nunca vemos porque
queda fuera del cuadro. Un elemento que nos genera cierta inquietud.
Se trata de una obra perteneciente a la corriente metafísica. El propio autor explica: “Toda
cosa tiene dos aspectos: uno corriente que es el que vemos casi siempre y otro espectral o
metafísico que solo se puede ver en momentos de clarividencia y de abstracción metafísica”.
“Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una
Granada un segundo antes de despertar” – Salvador Dalí
1. Identificación y localización
Identificación de la corriente: Surrealismo.
Autor y título: “Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor
de una Granada un segundo antes de despertar” de Salvador Dalí.
Ubicación: Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid.
Cronología: 1944, Siglo XX.
Dimensiones: 51 x 41 cm.
2. Análisis de la obra
a) Material y técnica utilizados:
Óleo sobre lienzo.
b) Dibujo y color:
El dibujo se caracteriza por tener una línea muy definida. Es un
cuadro de carácter figurativo, ya que las figuras se distinguen
perfectamente en la obra.
En cuanto al color, predomina el azul del fondo. En la parte
central destaca el color anaranjado del acantilado y el de los
tigres.
El cielo se diferencia del mar debido a las graduaciones tonales
que separan ambos en el horizonte.
c) Representación de la luz:
Hay una fuente de luz que tiene origen en el lado derecho del
cuadro. A pesar de ello, la mujer flotando proyecta una sombra
tenue bajo ella.
d) Composición:
La obra tiene una composición triangular, que se forma debido a
las figuras presentes en el cuadro.
La obra nos da una sensación de espacio surrealista y
atemporal, en la que ninguno de los elementos representados se
relaciona con la realidad.
e) Tratamiento de los motivos, en especial de la figura humana:
La única figura humana en la obra es la de una mujer levitando
en sueños (Gala, la esposa de Dalí). Su composición corporal es
tratada de manera realista, pero con cierta idealización.
No hay una proporción clara entre los elementos del cuadro.
f) Representación del espacio tridimensional:
Se trata de un plano general, en el que destacan tres elementos,
el elefante, el pez y los tigres, y la mujer en la isla.
Estos elementos se encuentran en un entorno, imaginario y
atemporal.
g) Tema y significado:
El cuadro fue pintado como consecuencia de un sueño que tuvo
Gala, sobre una abeja que volaba en torno a una Granada.
En la obra vemos como conviven la figura protagonista desnuda
de Gala, una escopeta, dos granadas, un cabracho, dos tigres,
una abeja y al fondo un elefante con patas de insecto. Todos
estos elementos, forman parte del sueño de una Gala relajada,
dormida, sensual y ajena por completo a lo que sucede a su
alrededor.
3. Contexto histórico-social:
El Surrealismo rechaza toda visión racional de las cosas y se
apoyan en las teorías de Freud que reivindica la importancia de la
imaginación y el mundo del subconsciente. Aquí tiene cabida todo
lo humano, lo grotesco, las alucinaciones, lo onírico, lo erótico, lo
absurdo, lo contradictorio y lo onírico. No hay un lenguaje común,
formal ni unitario para los artistas. Dentro de este movimiento
destaca entre otros, Dalí en su insaciable búsqueda de lo escondido
y profundizando en el mundo de los sueños, ya que es
fundamentalmente reconocido internacionalmente por sus
impactantes imágenes oníricas.
LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA.
IDENTIFICACIÓN Y LOCALIZACIÓN:
Título:
La persistencia de la memoria o Relojes blandos.
La persistencia de la memoria o Relojes blandos.
Autor: SALVADOR DALÍ
Fecha: 1931.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Formato: 24 x 33 cms. Pequeño formato
Estilo: Surrealismo
Localización: Museo de Arte
Moderno de Nueva
Moderno de Nueva
York
ANÁLISIS DE LA OBRA:
La escena se ubica en una playa de la costa Brava rodeada de acantilados. El cielo y el mar se confunden al atardecer. Sobre una mesa en diagonal se
encuentran, un reloj de bolsillo, el único que es rígido lleno de hormigas, de nuevo las hormigas como en el gran masturbador, un reloj blando que marca cerca de las siete sobre el que está posada una mosca y que parece resbalar. Una rama de árbol seco del que cuelga otro reloj blando que marca las 6. En el centro una figura blanda con gran nariz, con un ojo cerrado y grandes pestañas que recuerda a su autorretrato de El gran masturbador. Sobre esta figura hay un cuarto reloj blando que parece derretirse. Al fondo, iluminada fuertemente, se distingue una cala con rocosos acantilados y en la playa una piedra que proyecta una larga sombra. Al fondo el mar y el cielo parecen unirse. En general, aunque la presentación sea realista, nos están remitiendo a una imagen por completo incongruente y fuera de la lógica. Utiliza el método paranoico-crítico.
En cuanto a la técnica es óleo sobre lienzo.
La composición se encuentra bastante equilibrada, con el motivo central unido a los otros relojes a través de un triángulo que se compensa, en la zona derecha, con las rocas que cierran el fondo. Presenta una perspectiva
geométrica y los colores fríos del cielo y del mar que también contribuyen a la creación de espacio. El encuadre está visto desde lo alto La gama cromática juega con el contraste de colores fríos como los azules,
grises con cálidos como marrones, amarillos, anaranjados, color y luz se tratan a la manera tradicional. La luz, de atardecer, se proyecta desde la izquierda, haciendo proyectar sombras a los objetos.
Las interpretaciones son muy diversas. Se coincide en la interpretación de las rocas, de los acantilados como lo que dura, lo que permanece en el tiempo. En cuanto a los relojes tres de ellos marcan una hora y el de bolsillo el único rígido no señala hora, los relojes serían el símbolo del paso del tiempo, cuyos recuerdos se conservan en la memoria. La cabeza es un posible autorretrato, es un ser blando por tanto si lo vinculamos con los relojes es un ser condicionado por el tiempo y por tanto su fin será la muerte. Las hormigas vuelven a aparecer al igual que en el cuadro de El gran masturbador y representan la decadencia, incluso la muerte, al igual que las moscas que acuden a los cadáveres.
CLASIFICACIÓN Y CONTEXTO HISTÓRICO-SOCIAL:
Dalí pertenecíó al movimiento Surrealista que forma una de las llamadas
vanguardias históricas, el Surrealismo surge en torno a André Bretón. El arte será para ellos un método de conocimiento de la realidad interior, no visible.
Salvador Dalí estudió en Madrid y en la Residencia de Estudiantes fue en
principio amigo de Lorca y el cineasta Buñuel con quien colabora en la película Un perro andaluz. En París conoce a Gala quien le introduce en el círculo de los surrealistas pintando en esta época, el Gran masturbador y la obra que se comenta.
Dalí utiliza en esta obra su famoso método crítico-paranoico con el que
pretendía fotografiar los sueños. Como buen surrealista, su objetivo era el de sacar a la luz las visiones extrañas que se producen el subconsciente,
siguiendo ideas de Freud.