Política y Estrategia
Tras el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, Juan Negrín asumió el liderazgo del gobierno republicano en mayo de 1937. Su objetivo principal era fortalecer el poder central, unificar el ejército y continuar las negociaciones diplomáticas para poner fin al conflicto.
Reorganización Militar y Control Estatal
Negrín propuso la creación de un ejército unificado bajo un mando único. Con la ayuda de Indalecio Prieto, reorganizó el Ejército Popular, colocando al general Vicente Rojo al frente. También disolvió por la fuerza el Consejo de Aragón y trasladó la capital a Barcelona.
Estas medidas de control estatal enfrentaron a Negrín con los anarquistas y el sector socialista liderado por Largo Caballero. El asesinato de Alejandro Nin, líder del POUM, y la supresión del partido agravaron las tensiones.
Enfrentamientos Políticos
En abril de 1938, el enfrentamiento entre Negrín y Prieto estalló, lo que llevó a la dimisión de este último. Negrín asumió el Ministerio de Defensa y redactó sus famosos 13 puntos, que proponían un fin a la guerra basado en el sufragio universal, la restauración democrática y el reconocimiento de las libertades regionales.
Crisis y Caída
Las tensiones continuaron, con la CNT oponiéndose al control económico. Negrín convocó las Cortes en San Cugat del Vallès, obteniendo un voto de confianza. Sin embargo, la caída de Barcelona aceleró la crisis.
En febrero de 1939, el gobierno declaró el estado de guerra, pero el coronel Casado ya había iniciado contactos para preparar la rendición. La prolongación de la guerra, la escasez y la inflación habían erosionado el apoyo a Negrín.
La España Sublevada (1936-1939)
Control Militar y Propaganda
En los primeros días de la guerra, el ejército sublevado ejerció un control absoluto. La economía se puso al servicio de la guerra y la justicia quedó sometida al control militar.
Se lanzó una campaña de propaganda para presentar la sublevación como un”alzamient” contra la”República marxist”. La Iglesia participó en esta campaña, presentando la lucha como una cruzada.
Franco como Líder
Francisco Franco fue aceptado como único mando militar, pero inicialmente hubo oposición a su nombramiento como líder político. Sin embargo, tras la liberación del Alcázar de Toledo, fue nombrado Jefe del Gobierno del Estado el 1 de octubre de 1936.
Unificación y Control
Los partidarios de Franco exigieron participar en el poder. En diciembre de 1936, se decretó la militarización de las milicias. El siguiente paso fue unificar a todos los grupos, lo que se logró con el Decreto de Unificación en abril de 1937, creando Falange Española Tradicionalista y de las JONS.
Franco concentró todo el poder, asumiendo el control del partido y del Estado. Apenas hubo oposición.
Legislación y Control Social
En 1938, Franco formó su primer gobierno y redactó la Ley de Administración Central del Estado. En marzo de 1939, se aprobó el Fuero del Trabajo, que regulaba las relaciones laborales y prohibía las huelgas y los sindicatos de clase.
El gobierno ejerció un estricto control de la prensa y la propaganda, prohibió los estatutos de autonomía y creó un nuevo escudo. La Iglesia fue identificada con el régimen y se anularon el divorcio y el matrimonio civil.
En los últimos meses de la guerra, el gobierno aprobó la Ley de Responsabilidad Política, que eliminó a los republicanos del nuevo Estado.