Este documento histórico-circunstancial de temática sociopolítica, fechado el 15 de enero de 1936, constituye una fuente directa para el conocimiento de la evolución política de la II República Española. Publicado el 16 de enero en el periódico El Socialista, el texto presenta el pacto del Frente Popular, una coalición de izquierdas formada tras la convocatoria de elecciones por Niceto Alcalá-Zamora.
Contexto histórico
El Frente Popular surge ante la posibilidad de una victoria de la CEDA en las elecciones de febrero de 1936. Se busca reeditar la experiencia republicana del primer bienio, bajo la influencia doctrinal de Manuel Azaña. El destinatario del pacto eran tanto los miembros de los partidos y sindicatos como el electorado español.
Los firmantes
Los autores del texto son los representantes del bloque de izquierdas: Izquierda Republicana, Unión Republicana y partidos obreros (PSOE, Partido Comunista de España, sindicatos, etc.).
Puntos clave del pacto
- Amplia amnistía para delitos políticos y sociales posteriores a noviembre de 1933, mostrando el rechazo a la represión de la Revolución de Asturias y la declaración de Cataluña de 1934. Se plantea la reposición de funcionarios represaliados y el pago de reparaciones a las familias de las víctimas.
- Restablecimiento del imperio de la Constitución, que había sido debilitado por las formaciones conservadoras.
- Reanudación de la reforma agraria iniciada en 1932, con medidas moderadas como facilitar el acceso a la tierra para los campesinos, rebajar la presión fiscal y fomentar la enseñanza agrícola.
- Continuación de los programas de reformas sociales del primer bienio, abandonando una revisión de la legislación social, incentivando actividades y aumentando el control de la banca.
- Aceleración de las reformas educativas frenadas por la derecha desde 1933.
Influencia del auge del fascismo
El avance del fascismo en Europa y el gobierno de la CEDA en España influyeron en la formación del Frente Popular. A principios de los años 30, la Internacional Comunista planteó la necesidad de alianzas entre socialistas, comunistas y partidos burgueses de izquierdas contra el fascismo.
Consecuencias de la victoria del Frente Popular
La victoria del Frente Popular en las elecciones del 18 de febrero de 1936 fue arrolladora. Niceto Alcalá-Zamora encargó la formación de gobierno a Manuel Azaña, quien comenzó a aplicar el programa: continuación de la reforma agraria, intensificación de la política educativa, aprobación del Estatuto de Autonomía del País Vasco y Galicia, y restablecimiento de la Generalitat de Cataluña. En abril, Alcalá-Zamora fue destituido y Azaña asumió la presidencia de la República. Sin embargo, al perder la mayoría de poderes ejecutivos, nombró a Casares Quiroga al frente del ejecutivo. El triunfo de la izquierda generó una situación tensa, con la derecha boicoteando las reformas y la izquierda buscando cambios más revolucionarios. El mayor peligro provenía de la derecha fascista, opuesta a cualquier reforma.
El bienio de centro-derecha (1933-1935)
La entrada de la CEDA en el gobierno fue considerada por el PSOE y otras izquierdas como un golpe contra la República. La huelga general del 4 al 5 de octubre de 1934, que derivó en una pequeña guerra civil en Asturias, y la suspensión del Estatuto de Autonomía de Cataluña marcaron este periodo. Presionado por la derecha aglutinada en torno a Calvo Sotelo, el gobierno de Lerroux cedió miembros a la CEDA. El bienio radical, de carácter antirreformista, estuvo salpicado de escándalos políticos y económicos, con una clara enemistad entre Alcalá-Zamora y Lerroux. Alcalá-Zamora disolvió las Cortes y convocó elecciones para el 16 de febrero de 1936. La izquierda se preparó para tomar el poder organizando el Frente Popular, unido por la orientación autoritaria de las derechas y la aparición de partidos fascistas como Falange. Manuel Azaña fue la figura clave en la organización y la doctrina de la coalición. El 15 de enero de 1936 se firmó el pacto del Frente Popular.