El Franquismo en España

Introducción

Franquismo es el nombre que recibe el régimen instaurado por Franco tras la Guerra Civil. Ningún otro gobernante en España acumuló tanto poder como él. La dictadura no fue fascista, militar, ni totalitaria; fue personalista, con rasgos de todas, apoyándose en familias que aportarían el bagaje ideológico. El régimen rompía radicalmente con la II República, caracterizándose por la carencia de Constitución, ilegalidad de partidos, restricción de libertades, censura, etc.

1. Régimen Político

El franquismo se asentó sobre unos preceptos ideológicos poco estructurados procedentes de Falange, el carlismo, la Iglesia católica y el conservadurismo. Se asemejaba a un Estado antiliberal y totalitario: concentración del poder en Franco, anticomunismo, democracia orgánica, antiparlamentarismo, nacionalcatolicismo, unidad de la patria, tradicionalismo y militarismo.

Fue respaldado por la burguesía financiera e industrial, la oligarquía terrateniente y campesinos con pequeñas propiedades. Franco basó el sistema en la distribución del poder entre grupos políticos e ideológicos: las familias, integradas en el Movimiento Nacional:

  • El ejército. Defensor del régimen y de su ordenamiento legal. Poseía jurisdicción sobre los delitos políticos.
  • Falange, de corte fascista, aportó los principios ideológicos. Responsable de la prensa y propaganda, controlará los sindicatos oficiales.
  • La Iglesia católica, elemento legitimador. El Concordato de 1953 consolidó su papel en la enseñanza y la sociedad.
  • Los monárquicos, divididos en carlistas, que reciben cargos, y donjuanistas, que apoyan a Franco en la guerra, pero adoptan posiciones liberales.
  • Los tecnócratas. Miembros del Opus Dei, con formación universitaria, surgieron en la década de 1960.
  • Franquistas puros (búnker) presentaban una adhesión incondicional al Caudillo.

2. Evolución del Régimen

Tras la Guerra Civil, España estaba destrozada. La victoria permitió imponer un sistema fascista basado en el poder personal de Franco. Sin constitución, se basó en las siete Leyes Fundamentales que reflejan su adaptación al contexto internacional:

  • El Fuero del Trabajo (1938) regulaba las condiciones laborales según los fundamentos de Falange, ilegalizando huelgas y creando el sindicato único.
  • La Ley de Cortes (1942) creó las Cortes españolas, meramente consultivas.
  • El Fuero de los Españoles (1945). Declaración de derechos y deberes que el gobierno podía suspender. Responde a la condena internacional tras la II Guerra Mundial.
  • La Ley de Referéndum Nacional (1945) permitía someter a referéndum las cuestiones que el Jefe del Estado considerase oportunas.
  • La Ley de Sucesión (1947) definía un Estado católico, social y representativo que se constituye en Reino, y autorizaba a Franco a nombrar sucesor.
  • La Ley de Principios Fundamentales del Movimiento(1958) establecía las bases de la representación corporativa a través de la familia, el municipio y el sindicato.
  • La Ley Orgánica del Estado (1967) definía una democracia orgánica y reafirmaba los principios del Movimiento.

El triunfo nacional conllevó la represión. El medio millón de exiliados acabó en Hispanoamérica o campos de concentración nazis. Se mantuvo el Estado de Guerra hasta 1948, y los tribunales militares aplicaron la legislación represiva. Los funcionarios republicanos fueron depurados y sustituidos.

2.2. Consolidación del Estado

La entrada en la ONU y la cooperación con EEUU propiciaron cierto aperturismo con los tecnócratas. La democracia orgánica supuso un tímido reformismo: Ley de Prensa; Ley de Libertades Religiosas y Juan Carlos como sucesor (1969).

El Plan de Estabilización sustituyó el intervencionismo por la economía de mercado para liberalizarla e integrarse en el mercado europeo. En los 60, la llegada de divisas equilibró la balanza de pagos a través de la emigración, el turismo y la inversión extranjera.

La industria creció con Planes de Desarrollo (64-75), dirigidos por López Rodó. Con los polos de desarrollo se intentó fallidamente reducir los desequilibrios industrializando zonas atrasadas. El sector industrial concentró los esfuerzos en detrimento de la agricultura y los servicios. El desarrollo económico propició la aparición de la clase media y la sociedad de consumo; las costumbres se liberalizaron y se desarrolló notablemente el turismo.

En 1975 se alcanzaron 34 millones de españoles, aunque 2 emigraron. Madrid fue el foco de las migraciones interiores, seguido de Cataluña, País Vasco y Valencia, con emigrantes de Andalucía, ambas mesetas, Extremadura y Galicia.

2.3. Final del Franquismo

A partir del 60, los sindicatos clandestinos y el movimiento estudiantil operan de manera activa. En la Iglesia, el Concilio Vaticano II provocará un distanciamiento. Además, se unirá la oposición política, con el PCE, el PSOE, y radicales, además del terrorismo de FRAP, GRAPO y ETA. También la derecha, con el Contubernio de Múnich.

Los últimos años se caracterizaron por la división entre aperturistas, (liberalización, Fraga, Areilza), e inmovilistas (“el búnker”), sin cambios. Para garantizar la continuidad, Franco nombró presidente en 1973 a Carrero Blanco, asesinado más tarde. Su sucesor, Arias Navarro, adoptó una política inmovilista que incrementó la oposición. Hasan II aprovechó para anexionarse el Sáhara Occidental. La oposición actuará conjuntamente a través de la Platajunta, en la defensa de una ruptura democrática con el franquismo.

Conclusión

El franquismo rigió el país por casi 40 años. A pesar de las dificultades iniciales, encontró apoyos debido al contexto internacional y la Guerra Fría. El régimen evolucionó desde los terribles años 40 al desarrollismo de los 60 que convirtió a España en la 10ª potencia mundial. La mejora del nivel de vida de los españoles los alejó del régimen, volviéndolos más tolerantes, permisivos y ansiosos de las libertades que el régimen les restringía. Esto acrecentó la oposición política, sindical y terrorista, sin embargo Franco nunca temió perder un poder político que controlaba personalmente de modo absoluto.