La Desaparición de la URSS y el Fin del Mundo Bipolar
Inmovilismo y Crisis del Sistema Soviético
El anquilosado modelo político y la falta de libertades generaban críticas tanto en la URSS como en los países del Este, sobre todo por parte de los jóvenes que pedían reformas y libertad de opinión. Este clima de descontento se agravó debido a los problemas económicos. La situación se vio agravada por la recesión económica mundial iniciada en 1973. Se hundió el comercio internacional y, en la época de la coexistencia pacífica, se habían establecido relaciones financieras con Occidente. Las dificultades para devolver los préstamos eran mayores debido a la revalorización del dólar.
Las Reformas de Gorbachov
Los cambios en el aparato económico y político de la URSS fueron emprendidos por el nuevo líder soviético, Gorbachov, quien accedió al poder en 1985. Las reformas iniciadas por el nuevo equipo dirigente fueron calificadas con dos palabras: Perestroika (reestructuración) y Glasnost (transparencia).
Tres fueron los principales problemas a resolver:
- Terreno económico: El crecimiento estaba prácticamente estancado, la industria no se había renovado y la agricultura estaba estancada. Se intentó aumentar la producción y la productividad.
- Terreno político: Se tendió a suavizar el monopolio del PCUS, se promovió la participación política de la población fuera del partido y se permitió que los medios de comunicación promovieran noticias que antes estaban prohibidas.
- Cohesión de las repúblicas: Representaban a muy diversas nacionalidades en un estado federal. Se intentó reestructurar la relación entre las naciones y repúblicas que componían la URSS, para lo cual se inició la elaboración de un nuevo tratado de la Unión que establecía una relación más equilibrada y equitativa entre las diversas repúblicas.
Gorbachov emprendió también una nueva política internacional cuyos objetivos eran el entendimiento con Occidente y el fin del férreo control sobre los países satélites.
La Caída del Muro de Berlín y el Hundimiento de las Democracias Populares
La política soviética de reformas abrió nuevas perspectivas a la Europa del Este. El proceso reformista se orientó a:
- En el terreno político: Conseguir formas de gobierno parlamentarias y democráticas.
- En el terreno económico: Introducir un sistema de propiedad individual y de relaciones de mercado.
El inicio de estos cambios tuvo lugar en Polonia. Allí, la oposición al régimen comunista, organizada alrededor del sindicato Solidaridad y de su líder Lech Wałęsa, aprovechó la nueva coyuntura para forzar al gobierno comunista a introducir un conjunto de nuevas medidas económicas y políticas.
Los cambios más espectaculares se produjeron en la República Democrática de Alemania. El gobierno comunista de Erich Honecker se resistía a las reformas. Ante la presión popular, una parte del Partido Comunista se enfrentó a Honecker, forzó su destitución y, el 9 de noviembre de 1989, tomó la histórica decisión de abrir el Muro de Berlín, permitiendo la libre transición de ciudadanos. Se celebraron unas elecciones libres en 1990, cuyos resultados dieron la victoria a las fuerzas conservadoras vinculadas al canciller federal Helmut Kohl, que defendían la reunificación de las dos Alemanias.
En Hungría, un nuevo secretario general del Partido Comunista favoreció una serie de leyes que legalizaban los partidos políticos independientes y reconocían los derechos de expresión y manifestación. En Checoslovaquia, los cambios se iniciaron también en 1989 y los dirigentes pactaron un proceso de reformas con la oposición encabezada por Václav Havel, nombrado primer ministro.
Los casos de Rumanía y Bulgaria fueron más complejos. En Rumanía, la insurrección popular hizo caer al líder comunista Nicolae Ceaușescu.
La Disolución de la URSS
A los problemas económicos se sumaron las reivindicaciones nacionalistas que estallaron con fuerza en las repúblicas bálticas, Armenia, Azerbaiyán y Ucrania, donde se multiplicaron las revueltas.
En julio de 1990, las primeras elecciones convocadas libremente dieron la presidencia de la Federación Rusa a Boris Yeltsin, miembro del PCUS enfrentado a Gorbachov, quien proponía el rápido desmantelamiento del sistema comunista. En el interior de la URSS se produjo un gran enfrentamiento entre quienes querían conservar el sistema y los partidarios de llevar las reformas mucho más lejos. La tensión acabó estallando en un intento de golpe de estado en Moscú en agosto de 1991. Las repúblicas de Ucrania, Bielorrusia, Georgia, Estonia, Letonia y Lituania se declararon independientes y, en diciembre de 1991, la URSS dejó de existir. Gorbachov, presidente de un estado que ya no existía, intentó crear una Comunidad de Estados Independientes, pero no se pudieron integrar las repúblicas bálticas ni Georgia, y esta comunidad fracasó.