El Fin de la Monarquía de Alfonso XIII y el Ascenso de la Segunda República

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) y la Caída de la Monarquía

El Golpe de Estado y el Directorio Militar

El 13 de septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, da un golpe de estado que triunfa sin apenas oposición. Alfonso XIII lo acepta y, omitiendo la constitución, aprueba un gobierno de militares (Directorio militar) presidido por Miguel Primo de Rivera, permitiendo el cambio de una monarquía constitucional a una dictadura.

El nuevo régimen extiende a toda España los Somatenes (Somatén Nacional), milicia armada de voluntarios de origen catalán con la misión de velar por la ley y el orden. Una de las primeras decisiones de Primo de Rivera será fundar un partido propio para ampliar la base social de la dictadura y crear una plataforma política para el futuro. La Unión Patriótica, que pone en pie Primo en 1924, aspirará a convertirse en la columna vertebral del régimen.

El Desembarco de Alhucemas y el Directorio Civil

Los socialistas terminan colaborando con la dictadura. El 8 de septiembre de 1925, desde el puerto de Ceuta, Primo de Rivera embarca en el buque insignia de la armada española, el acorazado Alfonso XIII, en coalición con el ejército francés se dirige a la bahía de Alhucemas. En apenas unas horas vencerán al líder rifeño, Abd-el-Krim. Seis meses más tarde conseguirán pacificar la zona. En diciembre de 1925, el general Primo de Rivera, que disfruta de su momento de máxima popularidad, sustituye su gobierno de militares por uno de civiles (Directorio Civil).

Obras Públicas y Represión en Cataluña

Para estimular la economía española, la Dictadura pone en marcha un ambicioso plan de obras públicas que modernice la anticuada e ineficiente red de comunicaciones.

El plan de Obras Públicas puesto en marcha por la Dictadura produce efectos muy positivos sobre la economía española, como una notable expansión industrial y un claro incremento del empleo.

La decisión de suprimir la Mancomunidad de Cataluña y el decreto por el que se prohíbe el uso del catalán en actos oficiales han provocado, a esas alturas, que el nacionalismo moderado se haya visto ya desbancado por otro más radical, cuyo líder es Francesc Macià.

Intento de Institucionalización y Fracaso de la Dictadura

En 1927 se crea una Asamblea Consultiva Nacional cuyo cometido principal será elaborar una nueva Constitución de carácter autoritario y corporativo. Pero ese intento de institucionalizar la Dictadura encuentra muy mala acogida por parte, entre otros, de los socialistas, que empiezan a distanciarse del régimen.

El proyecto de Primo de Rivera acaba siendo un rotundo fracaso político que es aprovechado por la oposición para hacerse presente ante la sociedad española.

En 1929 se celebran en España dos grandes acontecimientos, que son utilizados por la Dictadura como escaparate de la modernización del país: la Exposición Iberoamericana, que se celebra en Sevilla, y la Exposición Universal de Barcelona. El éxito indiscutible de ambas exposiciones no consigue, sin embargo, disimular una evidencia: el hecho de que la Dictadura empieza a resquebrajarse.

El 27 de enero de 1930, Miguel Primo de Rivera presenta su dimisión al rey. El dictador ha fracasado en su intento de crear un sistema político propio y ha perdido ya todos los apoyos. Pocos días más tarde abandona España.

El Pacto de San Sebastián y el Fin de la Monarquía

La Dictablanda de Berenguer

Con el prestigio de la Monarquía profundamente deteriorado a causa de su complicidad con la Dictadura, Alfonso XIII tiene ante sí una ardua tarea: tutelar el primer intento de transición política a la democracia de la historia de España.

El general Dámaso Berenguer es el designado por el rey para regresar a la senda constitucional. El Gobierno de Berenguer, conocido popularmente como “la dictablanda”, aborda la transición con tal lentitud, que la opinión pública deja de creer en la sinceridad de sus propósitos y se distancia aún más de la Monarquía.

El Pacto de San Sebastián y la Sublevación de Jaca

En agosto de 1930 se reúnen en San Sebastián representantes de las fuerzas antimonárquicas. Republicanos, socialistas y regionalistas firman un pacto (Pacto de San Sebastián) por el que se comprometen a derribar la Monarquía. Los grandes intelectuales españoles defienden esa misma posición.

En diciembre de 1930 estalla en Jaca una sublevación militar a favor de la República (Sublevación de Jaca y Cuatro Vientos). Pero la huelga general prevista como apoyo no llega a declararse por falta de coordinación del Comité Revolucionario. Y la sublevación fracasa.

Los capitanes Fermín Galán y Ángel Hernández, responsables del levantamiento de Jaca, son fusilados y los miembros del Comité van a la cárcel. Eso empuja a parte de la opinión pública hacia la causa republicana.

Las Elecciones Municipales y la Proclamación de la República

Cuando el Gobierno se decide a convocar, por fin, elecciones generales, los partidos políticos se niegan a participar en ellas. Berenguer dimite.

En febrero de 1931, el almirante Juan Bautista Aznar es designado por el Rey para formar nuevo Gobierno.

Aznar convoca elecciones municipales el 12 de abril. Durante la campaña electoral, los republicanos presentan las elecciones locales como un plebiscito sobre la Monarquía. El 14 de abril, los resultados electorales suponen para todos una sorpresa: aunque el número de concejales monárquicos supera al de republicanos, estos triunfan en las ciudades, donde no llega el poder de los caciques.

En Barcelona, Lluís Companys y Francesc Macià proclaman la República catalana desde el balcón del Ayuntamiento, mientras los madrileños han tomado las calles para expresar su alegría por la llegada de la República. En la Puerta del Sol ondea la bandera republicana…

El nuevo presidente, Niceto Alcalá-Zamora, proclamará oficialmente la Segunda República el 15 de abril de 1931.

Alfonso XIII, después de renunciar a la Corona, parte rumbo a Marsella. No volverá a pisar tierra española.