El Ferrocarril en España: Impulso y Desarrollo
Contexto Histórico
El proceso de industrialización en España experimentó un considerable retraso. Sin embargo, algunas zonas lograron un importante grado de desarrollo industrial. Cataluña se especializó en la industria textil, pero carecía de la materia prima (algodón, importado mayoritariamente de Estados Unidos) y la energía (carbón, comprado a Inglaterra). A pesar de su fuerte mecanización, no podía competir con los precios del textil europeo, lo que llevó al sector a presionar al gobierno para que implementara medidas proteccionistas.
La fabricación de hierro en láminas requería altas temperaturas (altos hornos) y grandes cantidades de carbón. Por ello, la siderurgia se desarrolló cerca de yacimientos de carbón y hierro en la Cornisa Cantábrica. Asturias, con los únicos yacimientos de hulla en España, mantuvo la primacía siderúrgica hasta 1876, cuando comenzó a importarse carbón inglés de mayor poder calorífico. Con el inicio de la construcción de la red ferroviaria en 1856, el sector industrial vasco también demandó medidas proteccionistas para frenar la importación de hierro extranjero.
Las causas del retraso en la industrialización en el resto de España fueron la escasa demanda interna de productos de las zonas industrializadas y la deficiente red de transportes.
Los Progresistas y el Liberalismo
Durante las Cortes de Cádiz (1810-1812), los liberales utilizaban el término progreso en contraposición a tradición, emblema de los realistas. El Partido Progresista, que adoptó esta denominación en las Cortes que prepararon la Constitución de 1837, buscaba ampliar los derechos individuales y el censo electoral. En el ámbito económico, defendían la reforma agraria, el avance de la industrialización, la supresión de aranceles aduaneros (librecambio) y la modernización de las comunicaciones. Entre sus líderes destacaron Mendizábal, Espartero y Prim.
El Ferrocarril y la Red Ferroviaria
El ferrocarril, un método de transporte surgido en Inglaterra en 1830, aprovechaba el sistema de vagonetas sobre raíles utilizado en la minería, pero sustituyendo la fuerza animal. La red ferroviaria demandaba una enorme cantidad de hierro. Una vez articulada, el libre mercado, clave en el liberalismo económico, pudo funcionar eficazmente.
Importación de Capital
La importación de capital implica la libertad de invertir en un país extranjero. El debate entre librecambio y proteccionismo fue una constante en la política económica española. El librecambio suprime las trabas al comercio internacional, mientras que el proteccionismo dificulta la entrada de productos extranjeros mediante aranceles.
Construcción del Ferrocarril en España
, necesaria para la creación de un mercado interior, no fue hasta la llegada al poder de los progresistas, durante el denominado Bienio Progresista (1854-56), cuando se aprobó la Ley General de Ferrocarriles (1855). Se regulaba así su ejecución y se ofrecían amplios incentivos a las empresas que participasen en el proyecto, de lo que se beneficiaron especialmente los capitales extranjeros. El trazado de la red ferroviaria se diseñó de forma radial con centro en Madrid. Quedaron, en consecuencia, mal comunicadas entre sí las zonas más industrializadas y dinámicas. El ancho de la vía, se trazó dejando una dimensión diferente, mayor, que en las líneas europeas. Se quiso con ello posibilitar el trabajo de locomotoras más potentes en un país montañoso q obstaculizó los intercambios con el resto deEuropa.
La construcción de la red atravesó varias etapas: una primera de fuerte expansión entre 1855 y 1866 en la que, mayoritariamente compañías extranjeras, trazaron las líneas troncales. Una segunda fase la fiebre constructiva se paralizó mientras se comprobó que “los beneficios de la explotación no bastaban ni para cubrir los gastos y menos aún para restituir los capitales invertidos”. A partir de 1873, se reanudó la construcción. Hasta finales del siglo XVIII, durante el reinado de Carlos III, no se construyeron en
El programa económico de los gobiernos progresistas, ya en el siglo XIX, preconizaba el interés por la creación de un mercado único y para ello, y al tiempo que unificaron el sistema financiero y el sistema fiscal, se esforzaron en la modernización de la red de trasportes con el impulso a la construcción del ferrocarril. A pesar de las limitaciones en su construcción, el ferrocarril contribuyó de manera decisiva al intercambio de personas y mercaderías en España.