Contexto histórico-cultural
El Discurso del Método se escribe durante una crisis que estaba suponiendo la caída definitiva de los fundamentos de la Europa medieval ya iniciada con el Renacimiento. Es la Guerra de los Treinta Años, una contienda de raíz religiosa entre católicos y reformistas. El carácter ilusorio de la vida y la amenaza de la muerte serán ideas recogidas por el Barroco. El nominalismo de Ockham supone el primer paso en este proceso que lleva a la autonomía de la razón respecto de la fe. La afirmación de la dignidad del hombre durante el Humanismo y el Renacimiento provocó la crisis del teocentrismo medieval para dar lugar a un enfoque antropocentrista. La física y la astronomía habían estado dominadas por Aristóteles y Ptolomeo, pero Copérnico, Kepler y Galileo gestaron una revolución científica que provocó la caída del modelo geocéntrico y la consolidación del heliocentrismo.
Contexto filosófico
Hubo un giro epistemológico de la filosofía moderna, por lo que fue necesario un método que le ayudara en la búsqueda de certezas. Esta búsqueda se convirtió en la preocupación de la filosofía moderna, que dio lugar a dos líneas de pensamiento enfrentadas: el racionalismo y el empirismo. Otra línea de pensamiento creada por la crisis fue el escepticismo. El método de Francis Bacon pretende conseguir una inducción para establecer una afirmación universal. El método era hallar dichas leyes mediante la realización de tablas en las que se anota la presencia o ausencia de un fenómeno. El método resolutivo-compositivo de Galileo permite expresar los fenómenos en el lenguaje matemático. Galileo defiende que la naturaleza está escrita en lenguaje matemático, por lo que su conocimiento solo será posible descifrando sus relaciones.
Relación con Platón
La realidad ontológica es la realidad verdadera, es el ámbito inteligible. El mundo está formado por el conjunto de las sustancias extensas, incluido el cuerpo humano. El conocimiento epistemológico: Descartes coincide con Platón al afirmar que el conocimiento más elevado es el inteligible. La ciencia, al igual que Platón, considera que las creencias y opiniones carecen de valor. Descartes, como un filósofo de la Edad Moderna, se apuesta por un enfoque subjetivista de la verdad, sin embargo, en Platón el enfoque es objetivista. El ser humano: para el dualismo platónico, la verdadera identidad del ser humano es su alma. La intención ética: Descartes persigue una doble finalidad que recoge el último del discurso, dirigir su razón y encontrar la verdad en las ciencias.
2.1 Finalidad de su filosofía
Fue romper con la filosofía de su tiempo y proyectar un nuevo sistema filosófico. Se encontró con la seguridad que ofrecía la nueva ciencia renacentista y el importante papel que las matemáticas representaban en el método de dicha ciencia. Descartes se propuso dotar a la filosofía de un nuevo método que permitiera descubrir verdades claras, lo que todas sus partes debían construir un todo orgánico, un sistema racional único. Es importante advertir que el objetivo del proyecto de Descartes no fue teórico, sino eminentemente práctico.
2.2 El método y la duda metódica
El método, según Descartes, es un instrumento para guiar la razón y posibilitar su correcto uso. En el Discurso del Método, lo resumió en cuatro reglas: la regla de la evidencia, la regla del análisis, la regla de la síntesis y la regla del recuento. La duda metódica: una vez establecidas las reglas del método, Descartes dice que para buscar la verdad hay que dudar de todo. Es una duda metódica y provisional, universal y voluntaria. Los motivos para dudar, según Descartes, son: 1) los sentidos proporcionan un conocimiento confuso y engañoso, 2) no es posible distinguir entre la vigilia y el sueño, pues podríamos estar soñando, 3) podríamos estar controlados por un genio malvado.
2.3 La primera certeza
Al dudar de todo, surge una verdad de la que es imposible dudar: la existencia de un yo que duda. “Yo pienso, luego existo” es una primera idea clara y distinta que expresa la unidad inseparable entre pensamiento y existencia. Descartes lo estableció como el principio y fundamento de su sistema, para él esto era una evidencia, es que el yo tiene que consistir en pensamiento y que, por consiguiente, es una cosa o sustancia que piensa. El pensamiento procede del entendimiento o razón, facultad del espíritu que intuye y deduce. Hay otra facultad en el alma, la voluntad o el querer, que no tiene en sí misma ningún límite.
2.4 La existencia de Dios
Para ser fiel a su método, Descartes ha de partir de esta primera certeza para demostrar la existencia de la realidad exterior a la mente. Descubre que posee una idea innata de Dios, la de “yo pienso”. Para él, la idea de imperfección presupone la de perfección e infinitud. Solo si Dios existe, podrá afirmarse sin miedo que mis ideas son verdaderas y se corresponden con algo real. Hay tres tipos de argumentos para afirmar que Dios existe: 1) la idea de Dios no puede proceder del yo, al ser Dios infinito, luego existe una realidad infinita, 2) Dios es causa no solo de su idea en mí, sino de mi existencia, porque somos seres imperfectos, 3) el argumento ontológico, que dice que la idea de un ser humano perfecto es como la idea de que la suma de los ángulos de un triángulo es igual a dos rectos.