El Descubrimiento de América
Una vez que los turcos, tras la toma de Constantinopla (1453), habían cortado la comunicación con el Mediterráneo, había surgido la necesidad para los europeos de buscar una ruta alternativa para el comercio de especias procedentes de Asia. Los portugueses decidieron emprender la ruta rodeando África, hacia el este. Colón, sin embargo, había propuesto la ruta hacia el oeste, partiendo de la idea de que la Tierra era redonda. En pleno Renacimiento, científicos y grandes aventureros apoyaban esa propuesta, animados por las numerosas leyendas que mencionaban las enormes riquezas del reino del Preste Juan o las aventuras narradas por Marco Polo en su Libro de las Maravillas. Gracias a las carabelas, la cartografía, el perfeccionamiento de la brújula, el astrolabio y el sextante se podían realizar aquellos proyectos.
Cristóbal Colón, marinero genovés que trabajó en Portugal durante muchos años, vio rechazada su idea de ir por el oeste por el rey portugués. Desilusionado, acudió en 1485 a Castilla, donde presentó su proyecto a los Reyes Católicos. Avalado por los frailes del monasterio de La Rábida y el duque de Medinaceli, aunque también fue rechazada por la junta de expertos reunidos en la Universidad de Salamanca a petición de los reyes, que argumentaban que la distancia a las Indias era errónea. Más tarde, Isabel le prometió a Colón que cuando terminase la guerra de Granada ella misma le proporcionaría el material necesario para su viaje.
Recién acabada la guerra, los reyes se reunieron con Colón en el campamento de Santa Fe y allí firmaron las Capitulaciones de Santa Fe (17 de abril de 1492), documento en el que se estipulan las condiciones en que se llevaría a cabo la expedición: los reyes se nombran señores de las mares y océanos y dueños de todas las tierras y bienes que Colón obtuviera, que pasarían al reino de Castilla por ser Isabel la más interesada y los castellanos (el puerto de Palos) quienes más aportarían en hombres, barcos y dinero a la hazaña. Por su parte, Colón recibiría el título de almirante, virrey y gobernador de las tierras que descubriera, obteniendo la décima parte de los beneficios que obtuviera de la expedición.
La expedición salió el 3 de agosto de 1492 del puerto real de Palos, estaba compuesta por tres naves: La Pinta, La Niña y La Santa María. Las dos primeras eran de Palos, igual que sus patrones, los hermanos Pinzón, y la tercera nave era de Santoña, su patrón era Juan de la Cosa y sería capitana, porque en ella iría Colón. Hicieron escala en Canarias desde el 9 de agosto al 6 de septiembre y llegaron a tierra 36 días después a la isla llamada Guanahaní (llamada por Colón, San Salvador) en las Bahamas. Después llegaron a la isla de Juana (hoy Cuba) y La Española (hoy Haití y la República Dominicana). La Santa María encalló y con su madera construyeron el Fuerte Navidad. Las otras dos naves regresaron por caminos diferentes y llegaron a Lisboa y Palos para reunirse en Palos el 15 de marzo de 1493. Colón, cuando llegó allí, hizo función de gobernante y fue pésimo, pero realizó tres viajes más, entre 1493-1496 descubrió Puerto Rico y Jamaica, entre 1498-1500 llegó a la costa de Venezuela, y entre 1502-1504 exploró las costas de América Central. La gestión del comercio la realizaría la Casa de Contratación (1503) en Sevilla. El éxito de Colón motivó un nuevo enfrentamiento entre Portugal y Castilla por el reparto de nuevas tierras, ya que el Tratado de Alcáçovas no servía. El papa intervino con la bula Inter caetera (1493), más beneficiosa para Castilla; sin embargo, el acuerdo final fue el Tratado de Tordesillas (1494), que ampliaba hacia el oeste para Portugal la línea divisoria.
La Conquista
Tras las expediciones de Colón, continuaron las exploraciones:
- Núñez de Balboa atravesó el istmo de Panamá en 1513, descubriendo el océano Pacífico y comprobando que había llegado a un nuevo continente.
- También en 1513, Juan Ponce de León ocupó Florida.
- Entre 1519-1521, Magallanes y Elcano realizaron la primera vuelta al mundo y se descubrieron las Filipinas, que serían conquistadas en 1571 por López de Legazpi.
Las principales conquistas se llevaron entre 1519-1550. La rapidez con que se realizaron se debe a la superioridad del armamento de los españoles y al uso de caballos, que los indígenas desconocían. Se conocen tres fases:
Primera Fase
- Hernán Cortés, entre 1519-1521, conquistó México derrotando a los aztecas, ayudado por los pueblos indígenas enemigos, a pesar de sufrir importantes bajas en la conquista de Tenochtitlán (1520).
- Alvarado, perteneciente a las tropas de Hernán Cortés, conquistó Guatemala y El Salvador entre 1521-1527.
Segunda Fase
- Entre 1531-1533, Francisco Pizarro y Diego de Almagro conquistaron Ecuador, Perú y Bolivia, territorios que pertenecían a los incas. Las luchas por el poder entre ambos terminaron con la ejecución de Almagro por orden de Pizarro.
- También entre 1528-1536, Cabeza de Vaca, desde Florida, conquistaría el norte de México y el sureste de los actuales Estados Unidos.
Tercera Fase
- A partir de 1535, incluye la conquista de Argentina, entre 1535-1536 por Pedro de Mendoza. Además, Pedro de Valdivia conquistó Chile, a partir de 1540.
La Colonización
La conquista puso al descubierto las inmensas riquezas de que disponían los territorios ocupados y todos los esfuerzos de la Corona de Castilla, a través de los conquistadores, irían destinados a su explotación sistemática: las explotaciones minerales, especialmente de plata (Zacatecas en México y Potosí en Bolivia), eran propiedad de la Corona. Para su trabajo se utilizaba la mano de obra indígena mediante el sistema de la mita, de origen inca, que consistía en el reclutamiento rotatorio de los indios para trabajar obligatoriamente. La explotación agropecuaria adoptó dos formas diferentes: la plantación, dedicada a la exportación, y la hacienda, cuya producción iba dirigida al abastecimiento en América. Pero fuera una u otra, el sistema de trabajo era la encomienda, creada en 1512 por las Leyes de Burgos (consistían en la entrega de un grupo de indios por la Corona a un colonizador para que los utilizara a su antojo). Con la necesidad creciente de mano de obra, las condiciones de trabajo se endurecieron y el número de bajas de indígenas fue muy elevado, aunque las enfermedades desconocidas hicieron también una importante sangría entre los indios. Por ello, los conquistadores recurrieron a la mano de obra esclava, procedente de África.
Los abusos que sufrían los indígenas por parte de los colonizadores fueron denunciados por los misioneros, especialmente por Bartolomé de las Casas en su obra Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Estas denuncias fueron tenidas en cuenta por Carlos V, que promulgó las Leyes Nuevas (1542) para proteger a los indios como súbditos de la Corona. Sin embargo, estas leyes fueron incumplidas sistemáticamente por la incapacidad del gobierno para controlar un territorio tan amplio y porque los intereses económicos prevalecían sobre cualquier consideración de tipo humanitario.
El comercio con América se rigió por un sistema de monopolio no estatal, sino del grupo de comerciantes españoles o extranjeros asentados en Sevilla, en la Casa de Contratación, fundada en 1503.