El Conflicto Español de 1936-1939: Orígenes, Etapas y Repercusiones

La Guerra Civil Española (1936-1939): Un Punto de Inflexión en la Historia

La Guerra Civil Española, entre 1936 y 1939, representó un acontecimiento dramático en la historia de España. Marcó el fin de un proceso de apertura y modernización que buscaba equiparar al país con las democracias occidentales. La victoria del bando nacional en 1939 interrumpió el proceso democrático, resultando en la instauración de la dictadura franquista.

El conflicto también tuvo una dimensión internacional. La Guerra Civil se convirtió en un enfrentamiento global entre dos modelos: el democrático y el autoritario.

El Clima Previo a la Guerra: Tensión y Polarización

En vísperas de la guerra, el ambiente social en España era extremadamente tenso. La izquierda obrera adoptó una postura revolucionaria, mientras que la derecha buscaba el fin del sistema democrático. Desde abril, se sucedieron violentos enfrentamientos callejeros entre grupos falangistas y milicias socialistas, comunistas y anarquistas.

El asesinato del teniente José Castillo y, posteriormente, el de Calvo Sotelo el 13 de julio, intensificaron la crisis. La clase media española, conmocionada por estos asesinatos, proporcionó a los golpistas un importante apoyo popular.

La Conspiración Militar y el Estallido de la Guerra

La conspiración militar contra el gobierno del Frente Popular avanzaba. Existía una trama política formada por figuras como Gil Robles, Calvo Sotelo y Primo de Rivera. El número de generales implicados crecía, incluyendo a Franco, Goded, Fanjul, Varela y Emilio Mola, considerado el “director” del golpe. El enfrentamiento se hizo inevitable.

El 17 de julio de 1936, el ejército de Marruecos inició la rebelión contra el gobierno de la República. Aunque el golpe militar fracasó en las principales ciudades, triunfó en buena parte de España, dividiendo al país en dos zonas y dando inicio a la Guerra Civil. El golpe de Estado contó con apoyos civiles y eclesiásticos, permitiendo a los sublevados controlar amplias áreas del territorio.

El Bando Sublevado: Organización y Apoyos

La zona sublevada contaba con el ejército de África y con las milicias carlistas y falangistas. Aunque inicialmente la zona republicana poseía más recursos materiales y humanos, la ayuda de Italia y Alemania a los sublevados, facilitando un puente aéreo, aceleró su avance por Andalucía y Extremadura.

El estado republicano desapareció, dando paso a otro caracterizado por la concentración del poder, la militarización, la disciplina y el nacional-catolicismo: la contrarrevolución. Se creó una Junta de Defensa Nacional que nombró a Franco Jefe del Gobierno del Estado Español. Franco consolidó su dominio absoluto y se fijó como objetivos ganar la guerra y construir un nuevo Estado. Esta construcción estuvo acompañada de la eliminación del oponente, la destrucción de los símbolos y políticas de la República, y la búsqueda de una victoria total. Franco contó con el apoyo de la Iglesia católica.

La España Republicana: Divisiones Internas y Resistencia

La España republicana se caracterizó por las disputas políticas, el desorden y el movimiento asambleario. Durante la guerra, la República pasó por tres etapas, con tres presidentes de Gobierno: José Giral, Largo Caballero y Juan Negrín.

Largo Caballero formó un gobierno de concentración con representación de todas las organizaciones y partidos republicanos para hacer frente a la rebelión. La crisis estalló con los sucesos de mayo en Barcelona. Posteriormente, se formó otro gobierno de concentración, presidido por Negrín, con Prieto como Ministro de Defensa y sin sindicatos. El objetivo principal era resistir en la guerra interna y ganar la guerra en el exterior.

Desarrollo del Conflicto: Batallas Clave y Avance Nacional

La relación de fuerzas era inicialmente equilibrada. La República superaba a la zona rebelde en el dominio de las regiones industriales, mientras que el bando rebelde controlaba las reservas de cereal, ganado, carbón y las minas de Riotinto. La República contaba con las reservas de oro del Banco de España. Sin embargo, la mayoría de los oficiales se habían sublevado, obligando al gobierno republicano a reconstruir su ejército casi desde cero. El bando rebelde contaba con divisiones íntegras y con el ejército de África.

Los primeros días de la guerra consolidaron los frentes. Entre septiembre y octubre, el avance de las tropas nacionalistas fue continuo. La primera y principal batalla tuvo lugar en Madrid en noviembre de 1936. El Gobierno abandonó la capital, trasladándose a Valencia, lo que generó indignación en el pueblo madrileño. Se constituyó la Junta de Defensa de Madrid, presidida por el general Miaja. Los militares rebeldes fracasaron en su asalto a la capital, prolongándose la guerra.

En 1937, los franquistas conquistaron Málaga y el norte de España. La conquista del norte les proporcionó acceso a una parte importante de la industria y las minas, privando a la República de esos recursos. La batalla del Ebro fue crucial. Tras esta batalla, el ejército de Franco inició la conquista de Cataluña y, unos meses después, había ganado la guerra. Franco firmó el último parte de guerra el 30 de marzo.

Causas de la Victoria Nacionalista y Consecuencias

Las causas de la victoria nacionalista fueron principalmente tres: el desequilibrio militar entre ambos bandos, el apoyo nazi y fascista a Franco, y la desunión en el bando republicano.

Consecuencias: Las pérdidas demográficas superaron el millón de habitantes, a lo que se sumó la caída de la natalidad durante la guerra. El desarrollo de España sufrió un retraso de varias décadas. La guerra dejó marcadas a varias generaciones por el trauma del sufrimiento.

La Represión en Ambos Bandos

Represión: Destaca por la deshumanización del contrario y por la violencia. Las primeras semanas tras el golpe fueron extremadamente violentas. En el bando sublevado, los fusilamientos fueron la respuesta a la resistencia al golpe. En la zona republicana, la represión fue espontánea y desigual, ensañándose con miembros del clero, dirigentes de partidos de derecha, empresarios y terratenientes. Tras los primeros meses, la represión se atenuó y las autoridades republicanas tomaron el control de la situación.