Ejemplo 39: Lo que le sucedió a un hombre con las golondrinas
El conde desea evitar una guerra con sus vecinos, uno poderoso y lejano y otro más débil y cercano. Patronio le relata la historia de un hombre atormentado por el ruido de gorriones y golondrinas. Su amigo le aconseja deshacerse del gorrión, presente todo el año, antes que de la golondrina, que solo está en ciertas estaciones. La moraleja es que el conde debe enfrentar primero al vecino más débil.
Ejemplo 40: Alma del general Carcasona
El conde, preocupado por la muerte, busca liberarse de sus pecados. Patronio narra la historia de un hombre que se confiesa justo antes de morir. Un fraile argumenta que su arrepentimiento tardío no es válido. Patronio aconseja al conde que actúe con rectitud en vida y no espere al último momento.
Ejemplo 41: Lo que le sucedió a un rey de Córdoba
El conde se siente menospreciado por algunos que se burlan de su afición a la caza. Patronio cuenta la historia del rey Alhaquen de Córdoba, quien fue ridiculizado por modificar un instrumento musical, pero luego admirado por construir la mezquita de Córdoba. Patronio insta al conde a realizar hazañas dignas de su nobleza.
Ejemplo 42: Lo que le sucedió al diablo con una falsa devota
El conde reflexiona sobre la capacidad del ser humano para dañar a otros. Patronio relata la historia de una mujer que, aliada con el diablo, destruye un matrimonio feliz. La moraleja advierte sobre la hipocresía y la maldad disfrazada de bondad.
Ejemplo 43: Lo que le sucedió al bien con el mal y al cuerdo con el loco
El conde se encuentra en una situación donde dos vecinos, uno apreciado y otro no, le perjudican. Patronio narra dos historias: el mal engaña al bien para que este predique su propia derrota, y el loco hace creer que el cuerdo está loco. Patronio aconseja al conde que actúe con prudencia y ayude a ambos vecinos.
Ejemplo 44: Lo que le sucedió a don Pedro y don Gutiérrez con el conde Rodrigo
Una mujer pide a Dios que castigue a su marido con lepra. Sus amigos lo llevan a Tierra Santa, donde beben del líquido de sus llagas para evitar que piense que se burlan de él. Uno de ellos pierde un ojo salvando a una mujer. La esposa del leproso se ríe, pensando que es por su ojo perdido. Patronio aconseja al conde que no desee el mal a sus amigos, incluso si cambian de bando.
Ejemplo 45: Lo que le sucedió a un hombre que se hizo amigo del diablo
Un hombre que dice predecir el futuro mediante brujería se acerca al conde. Patronio relata la historia de un hombre que, con ayuda del diablo, se enriquece robando. Finalmente, el diablo lo traiciona. Patronio advierte al conde sobre los peligros de asociarse con personas de dudosa moral.
Ejemplo 46: Lo que le sucedió a un filósofo en una calle de malas mujeres
El conde valora la importancia de la buena reputación. Patronio cuenta la historia de un filósofo que, por necesidad, entra en una calle de prostitutas y se gana una mala fama. Patronio aconseja al conde que cuide sus acciones para mantener una buena reputación.
Ejemplo 47: Lo que le sucedió a un moro con su hermana
El conde se queja de su hermano mayor, que no le ofrece ayuda. Patronio relata la historia de un moro y su hermana, quienes robaban cadáveres. La hermana, a pesar de ser miedosa, demuestra valentía. Patronio aconseja al conde que ofrezca su ayuda, ya que incluso en momentos difíciles puede recibirla de quien menos lo espera.
Ejemplo 48: Lo que le sucedió a uno que probaba a sus amigos
El conde duda de la lealtad de sus amigos. Patronio narra la historia de un joven que, siguiendo el consejo de su padre, pone a prueba a sus amigos con un cerdo muerto haciéndolo pasar por un cadáver. Solo un amigo verdadero lo ayuda. Patronio aconseja al conde que valore la verdadera amistad.