El Barroco y la Poesía: Conceptismo, Culteranismo y Autores Clave

El Barroco y la Poesía

Introducción: El Siglo XVII en España

El siglo XVII en España, marcado por las figuras de Felipe III, Felipe IV y Carlos II, supone el desmoronamiento progresivo del imperio. A ello contribuyen varias causas:

  • Los reyes endurecen su autoridad.
  • El estado genera enormes gastos por la afición al lujo.
  • La economía decae por la mala explotación agrícola.
  • La población disminuye en un 25% debido a las guerras, las enfermedades y las miserias.

Sociedad

La actitud irresponsable de la monarquía y el apoyo del clero favorecen una “reacción señorial” de los nobles, que cobran poder en contra de la burguesía. Esta clase social entra en decadencia por la exclusión de los judíos convertidos al cristianismo de los altos cargos. Las ciudades se llenan de mendigos, pícaros y nobleza arruinada. Este ambiente favorece la corrupción mediante la venta de cargos públicos, títulos académicos y favores de los jueces.

Cultura

La enseñanza es muy deficiente. La ciencia sufre tantos obstáculos que queda descolgada de las corrientes innovadoras de Europa. Pero esta situación coincide con un enorme esplendor artístico; justo es la conciencia de la crisis lo que provoca nuevas actitudes, temas y formas estéticas en los artistas.

  • Las actitudes oscilan entre la protesta (propia de la novela picaresca), la angustia interior (Quevedo), la búsqueda de consuelo mediante la filosofía estoica, la evasión a través de un arte trabajoso y exuberante (Góngora) o a través del teatro de masas (Lope).
  • Los temas se centran en el desengaño, el desprecio del mundo, el recelo por la fugacidad de la vida y la obsesión por la muerte.
  • Las formas estéticas se basan en: la intensidad y el dramatismo; el movimiento; la contradicción e irracionalismo; el gusto por lo artificial.

Escuelas Poéticas: Conceptismo y Culteranismo

Estas dos tendencias poéticas tienen motivaciones comunes y la segunda surge de la primera. Se caracterizan por el afán de sus autores por distinguirse y mostrar ingenio, mediante un lenguaje complicado, para una minoría. Para ello desarrollan al máximo los recursos literarios, forzando exageradamente la lengua.

En el conceptismo, esta complicación del lenguaje afecta más a los aspectos semánticos, mientras que en el culteranismo lo hace sobre los aspectos morfosintácticos.

El conceptismo se basa en el “concepto”, es decir, la capacidad de asociar ideas aparentemente muy alejadas mediante “redes significativas” basadas en metáforas, antítesis, comparaciones… Ejemplo de concepto basado en metáfora y antítesis en una definición de Quevedo: “Es hielo abrasador, es fuego helado”.

El culteranismo usa los mismos recursos literarios que el conceptismo, añade brillantez a la expresión mediante latinismos, referencias a la mitología, vocabulario culto, rodeos de palabras.

Francisco de Quevedo

Fue una personalidad contradictoria. El desengaño lo llevó a una visión angustiada y burlona. Muy culto, experto en política, gracias a sus cargos como consejero del Duque de Osuna y como secretario de Felipe IV. Por sus críticas a la mala gestión de los reyes estuvo en prisión. Pasó los últimos años hasta su muerte retirado en su finca.

Temas de su Poesía

Se basan en el sentimiento de desengaño:

  • Tema metafísico: Un sentimiento trágico de la vida basado en los tópicos cotidie morimur y tempus fugit.
  • Tema moral: A veces en forma de crítica contra la corrupción política, otras como aceptación estoica de las desgracias.
  • Tema religioso: En pocas ocasiones se acerca al ascetismo al estilo de Fray Luis, basándose en el tópico beatus ille.
  • Tema amoroso: Inspirado en el amor cortés, superó sus limitaciones combinando los temas amorosos y metafísicos. Destaca el siglo “Canta sola a Lisi” dedicado a una amada fingida, bella, despreciativa.
  • Tema burlesco y satírico: Contra personas o ideas usando un tono despreciativo o una finalidad moral.

Su Estilo

Quevedo no llegó al nivel de dificultad de Góngora. Defendió una escritura basada en los modelos renacentistas, aunque los intensificó mediante juegos de palabras, contrastes, alegorías.

Luis de Góngora

Licenciado en leyes por Salamanca, de familia noble, este cordobés se ganó la antipatía de otros autores (Quevedo) por su afán de sobresalir mediante su estilo cultista y rebuscado. Cansado de aspirar a un puesto en la corte de Madrid, solo pudo obtener algún cargo religioso. Empobrecido, fallece en Córdoba. Su poesía alterna lo popular con lo culto, destacan:

  • Letrillas y romances: De tema morisco, pastoril, amoroso, satírico, religioso.
  • Sonetos: Amorosos, morales, religiosos, satíricos.
  • Soledades: Dos extensas silvas de tema pastoril sobre un náufrago acogido por pastores de una isla. Cargada de mitología, llevan la complicación del culteranismo al máximo extremo.
  • Fábula de Polifemo y Galatea: Poema en octavas reales sobre el amor del cíclope Polifemo por la ninfa Galatea (enamorada del pastor Acis). El monstruo de un ojo sorprende por su brutalidad hacia Acis y su amor delicado por Galatea.

Su Estilo

Góngora añade a los recursos del conceptismo la abundancia de latinismos y palabras referidas al color, la música y otros.

Lope de Vega

Madrileño, de familia humilde, fue soldado y sacerdote, aunque también amante de muchas mujeres y padre de muchos hijos. Su vida llena de contradicción entre el disfrute y el arrepentimiento religioso. Cultivó todos los géneros, pero destacó sobre todo con su teatro.

Como poeta, destaca tanto en lo popular como en lo culto. Los títulos más destacados: sus Rimas (sonetos amorosos a sus mujeres, mitológicos e históricos); las Rimas Sacras (poemas de arrepentimiento publicados tras su ordenación como sacerdote); las Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos (obra humorística donde Lope se oculta bajo este personaje culto, pobre y enamorado).

Estilo

Más sencillo que el de Quevedo y Góngora, aunque al final de su vida fue asimilándose al culteranismo de Góngora.