El Barroco en Flandes, Holanda y España

La pintura en Flandes y en Holanda: Rubens y Rembrandt

a) Flandes

En Flandes, la aristocracia y la iglesia fueron los principales clientes de los artistas. Se originó una retratística flamenca de carácter aparatoso y solemne. Rubens: su obra condicionó las características de la época dentro y fuera de Flandes. En un viaje a España conoció a Velázquez y, de vuelta a Flandes, empezó a trabajar como pintor de la corte de los reyes españoles. En sus obras domina el dinamismo y la vitalidad, composiciones abiertas y en diagonal que dan sensación de movimiento, gran riqueza de color cálido, influencia veneciana y de Tiziano en la pincelada suelta. Manifiestan carácter robusto y sensual, figuras luminosas. Cultiva pinturas religiosas y mitológicas, retratos y paisajes. En su obra mitológica domina la sensualidad de sus desnudos femeninos (Las tres Gracias). En los retratos refleja la psicología del retratado. Los paisajes son vigorosos, de grandes movimientos, donde se unen armonías de color y pinceladas.

b) Holanda

En Holanda, tras la separación de los Países Bajos, se desarrolló una escuela marcando carácter nacional. El cliente era la burguesía. Cultivan retratos, escenas costumbristas y domésticas, paisajes y bodegones. Rembrandt: rechaza adaptarse a los nuevos gustos pictóricos. Parte del claroscuro, crea límites entre luz y sombra con suaves y doradas penumbras, creando una atmósfera fantástica y misteriosa. Contraste de luz y sombra en las líneas importantes de composición psicológica. Pincelada prieta y dibujística con gruesas manchas de color. En sus retratos capta la psicología del retratado y penetra en su alma. Y en los colectivos consigue el tratamiento individual de la persona, como en La lección de anatomía.

La arquitectura barroca española

La arquitectura barroca comienza a mediados del siglo XVII. La influencia del Escorial sigue estando vigente en los primeros años, por lo que hay una arquitectura con tendencia clasicista. Esto se mantendrá durante los dos primeros tercios del siglo XVII, pero a partir de la segunda mitad la corriente clasicista entra en crisis y da lugar a la arquitectura barroca propia, y se introducen novedades como la columna salomónica, y destaca Juan Gómez de Mora: se formó en el Escorial con un acentuado clasicismo desornamentado. Realizó gran parte de su labor artística en Madrid, como la Plaza Mayor, la fachada de la iglesia de la Clerecía de Salamanca. Su monumental fachada se desarrolla mediante dos cuerpos de influencia escurialense. // A mediados del siglo XVII la arquitectura se vuelve más compleja, la decoración de mayor barroquismo. En Andalucía destaca Alonso Cano, que diseñó la fachada de la catedral de Granada, que se concibe como un enorme arco de triunfo con tres vanos y arcos de medio punto. // Así, la decoración barroca inunda las fachadas y los interiores de los edificios.

a) Pedro de Ribera

Se le considera uno de los grandes arquitectos de su época. Entre sus obras destacan la fachada del Hospicio de San Fernando, que contrasta la parte decorativa interior si se le compara con la portada. La fachada está concebida como un retablo. Tiene dos cuerpos y un remate con un frontón curvo partido en tres. Como elemento destaca el estípite (elemento en forma de tronco de pirámide invertida con función de soporte).

b) Narciso Tomé

En el Transparente de la catedral de Toledo, un trepidante conjunto entre escultórico y arquitectónico situado en el deambulatorio de la catedral.

c) La familia Churriguera (José y Alberto)

Se desarrollaron en Salamanca y Madrid en el siglo XVII y XVIII. Su apellido dio origen al churrigueresco, considerado sinónimo de exageración decorativa en el barroco. Alberto Churriguera realizó la Plaza Mayor de Salamanca, tuvo como modelo a Madrid.

d) Otros arquitectos

En Valencia destaca la fachada de la catedral de Seo, que se estructura en tres airosos niveles, rematados por un frontón curvo. Esta fachada introduce en España la influencia borrominesca en la fachada alabeada. / En Murcia, la fachada de la catedral sigue el modelo de Valencia y recoge influencia de la arquitectura borrominesca en la fachada alabeada. Se estructura en dos cuerpos flanqueados por columnas pareadas, siendo el superior mixtilíneo. / En Galicia la figura principal fue Fernando de Casas y Novoa, que realizó la fachada del Obradoiro en Santiago de Compostela.

La gran imaginería: Castilla y Andalucía

Se manifiestan en imágenes religiosas por la Contrarreforma, las imágenes son retablos y pasos de procesiones, imágenes recargadas y que expresan sufrimiento. Material: madera policromada, técnica del estofado (cubrir la escultura con láminas de oro). Primera mitad del siglo XVII predomina la sencillez y formas renacentistas, en la segunda, la expresividad, teatralidad y dinamismo italiano.

La escultura castellana

Es realista y dramática, con figuras desgarradas por el dolor para conmover al espectador. Gregorio Fernández conseguía un perfecto tratamiento anatómico. También son frecuentes los Cristos donde el dolor alcanza cotas extremas, la crucifixión de tres clavos con el Cristo muerto, las Inmaculadas con rostros expresivos.

La escuela andaluza

Se caracteriza por ser sosegada y serena. Juan Martínez Montañés junta retablos y escultura en bulto redondo. Creó un tipo de Inmaculada de gran belleza y dulzura. Alonso Cano se caracteriza por la belleza, equilibrio e idealización de las figuras, apartándose del realismo de la época.

Pintura barroca

El siglo XVII está considerado como el Siglo de Oro de la pintura española. Existen tres focos: en Sevilla, Valencia y Madrid. / Se trata de una pintura religiosa (Contrarreforma), además de retratos y bodegones. Los rasgos son el realismo y la religiosidad. Realismo puesto al servicio de la religión, que emplea tipos reales y escenarios cotidianos para hacerlo más próximo. Hay dos tendencias: el naturalismo tenebrista (elementos tenebristas italianos y de severas formas y colorido) y el realismo barroco, pintura más dinámica y colorista gracias a la difusión de modelos flamencos a través de estampas y pinturas.

* Naturalismo tenebrista

a) José de Ribera

Se formó en Valencia y se marchó a Italia. Destacó como pintor y grabador. Obras religiosas y algunas mitológicas. En sus obras representa la mitología de forma humanizada. Sus obras reciben la influencia de Caravaggio, de ahí su tenebrismo. Evoluciona a obras más iluminosas y de mayor riqueza cromática. Técnica: tiene un excelente dibujo y pincelada pastosa. Amante del naturalismo, no faltaron pobres y mendigos, personajes raros y deformes. Son especialmente célebres sus martirios.

b) Francisco de Zurbarán

De la escuela sevillana. El pintor monástico que domina las series monacales en un estilo personal, con sencillez y cotidianidad, donde representa los estados de ánimo. En sus obras representa el apogeo de la pintura barroca española, al servicio de la Iglesia. Su estilo se caracteriza por la sencillez de las escenas y figuras, mostrando interés por los volúmenes y disposiciones. La mayor parte de las obras de Zurbarán son religiosas.

* Realismo barroco

a) Bartolomé Esteban Murillo

Nació en Sevilla y en la escuela sevillana pasó del manierismo al realismo. Gozó de gran popularidad en el siglo XVIII por su pintura llena de gracia y delicadeza, que coincidía con el gusto del momento. Supo acercar la religión a la vida cotidiana. Sus obras más populares: las Inmaculadas, muy humanizadas y con el rostro de niña; y las obras relacionadas con el mundo infantil, como Dos niños comiendo melón y uvas.

b) Velázquez

Nació y estudió en la escuela sevillana y, cuando subió al trono Felipe IV, se hizo pintor de la corte, porque el valido del rey conoce al maestro de Velázquez. En la corte le dan libertad creativa. / Su primera época en Sevilla se caracteriza por la influencia de Caravaggio, representa escenas costumbristas y un dibujo claro y línea precisa porque le obligaba el maestro. Caracterizado por el naturalismo, composiciones sencillas y tenebristas, con una gama de colores pobre, de ocres y cobrizos, con una pincelada fina y prieta, como La vieja friendo huevos. / Velázquez marcha a Madrid y le hace un retrato al rey que le encanta, le nombran pintor de la corte y accede a la pintura veneciana de Tiziano, que le influyen al igual que Rubens y su paleta de color. / La pintura religiosa de esta época está representada por la Inmaculada (nada idealizada) y la Epifanía. El género retratístico alcanza sus cotas máximas con la obra Sor Jerónima de la Fuente, en cuyo rostro se adivina el carácter fuerte de la religiosa. / Marchó a Italia, donde se deja influir por los pintores flamencos (espejo), y conoce las obras de Miguel Ángel y Rafael. Abandona el tenebrismo y aclara la paleta de color con tonos rosados y blanquecinos. En Italia pintó La fragua de Vulcano, donde aplica una perspectiva aérea iluminando las figuras, los objetos y el aire del medio. / A su vuelta pintó algunos retratos ecuestres de la familia real, donde apuesta por el fondo paisajístico veneciano, el fondo es la sierra de Guadarrama. / Más tarde representa a los bufones de la corte que entretenían al rey, estos tenían algunas malformaciones y los retrata con dignidad. Después realiza La rendición de Breda, donde manifiesta una ordenada composición que agrupa a vencedores y vencidos con distintas expresiones. / Fallece el heredero al trono y después la reina, decide redecorar su palacio y envía a Velázquez a Roma, allí realiza el retrato del Papa Inocencio X. A partir de este cuadro, los retratos de los papas se harán en la posición que se encuentra. / Al volver de nuevo en 1648 realiza La Venus del espejo, tema novedoso en la pintura española por el desnudo. Y las otras dos obras cumbre: Las Meninas y Las hilanderas, en la que el elemento protagonista es la luz, que ilumina tenuemente el primer plano e intensamente el fondo de este. A ella se subordinan la línea y el color.