El Auge de las Tensiones Internacionales: Europa hacia la Primera Guerra Mundial

1. Las Grandes Potencias Europeas a Principios del Siglo XX

1.1 Las Potencias Democráticas

Gran Bretaña

Era una monarquía liberal reinada por Victoria I. Fue el país más poderoso, desarrollado, próspero y de mayor influencia. Su sistema político se basaba en la alternancia de poder entre tories (conservadores) y whigs (liberales). A finales de 1890, los whigs no pudieron asumir el poder y cedieron terreno al Partido Laborista. El proceso de modernización se basó en unas leyes de reforma, haciendo el sistema electoral más participativo. En 1885 se implantó el sufragio universal masculino, se democratizó la enseñanza y se hizo obligatoria desde los 6 hasta los 13 años y gratis en 1891.

Francia

A raíz de la caída de Napoleón III se convirtió en República. La III República Francesa tenía dos cámaras legislativas y un presidente con poderes limitados. Se impuso una democratización política: libertades públicas, sufragio universal, elección de alcaldes y legalización de sindicatos obreros. Se impuso la laicización del Estado y disminuyó la influencia de la Iglesia. La escuela laica, gratis y obligatoria entre los 6 y 13 años. En el siglo XIX se consolidaron dos partidos republicanos, el moderado y el radical. En 1905 se fundó la Asociación Francesa de la Internacional Obrera. El asunto que más dividió a la población era el de la relación que se debía mantener con Alemania, muy conflictivas desde el contencioso de Alsacia y Lorena. Una corriente defendía la necesidad de llegar a acuerdos con Alemania y otra que era imposible la reconciliación.

1.2 El II Reich Alemán

Una vez concluido el proceso de unificación política, inició una creación de Estado, basado en un potencial industrial que aspiraba a ser el mejor de Europa. El II Reich se forjó bajo la dirección de Bismarck y del káiser Guillermo I. Poseía una estructura territorial federal, con un régimen político autoritario. Tenía dos cámaras, la alta o Bundesrat (Consejo Federal) y la baja o Reichstag, con diputados elegidos por sufragio censitario. El káiser podía nombrar ministros con libertad y ellos eran responsables ante el emperador, no ante la cámara. Las fuerzas políticas eran: la conservadora (representante del espíritu de Prusia), los progresistas que intentaban abrirse paso y el Partido Obrero Socialdemócrata Alemán (trabajadores). De este modo, el pangermanismo alcanzó protagonismo. En 1891 se fundó la Liga Pangermanista, que pedía una expansión territorial que consideraba necesaria para el pueblo. Cuando en 1888 subió al poder el káiser Guillermo II, declaró la voluntad de hacer una política mundial y que se apoyaría en el desarrollo de la marina y la creación de una flota de guerra. La influencia militar fue una de las causas del belicismo alemán.

1.3 Los Viejos Imperios

La Rusia de los Romanov

Es un claro ejemplo de autocracia. Su inmenso territorio y su potencial demográfico contrastaban con una población atrasada, consecuencia de la persistencia del régimen señorial y la hegemonía política de los señores agrarios. La industrialización fue tardía y limitada a regiones determinadas. El último de los zares, Nicolás II, se basó en una autocracia absoluta, pese a que tuvo que aceptar la creación de una Asamblea representativa (la Duma).

El Imperio Austrohúngaro

Se encontraba en un claro estancamiento político: carecía de instituciones democráticas y el emperador era absoluto, existiendo también un dominio de la aristocracia territorial. A raíz de las reformas de 1867, el Imperio de los Habsburgo se convirtió en un imperio dual dominado por una minoría alemana, en el que Hungría tenía un alto grado de autonomía. El problema del imperio era hacer frente al número de reivindicaciones de las numerosas nacionalidades sometidas.

2. El Camino hacia la Guerra

2.1 La Formación de las Alianzas Internacionales

A comienzos del siglo XX, la mayoría de los países europeos formaban parte del complejo sistema de alianzas que se había empezado a forjar desde finales del siglo XIX. Entre 1870 y 1890, Bismarck promovió un sistema de alianzas internacionales con objetivos como: la búsqueda del predominio alemán en la política europea, la creación de un bloque de potencias con Alemania como centro, la contención de los enemigos de Alemania y el aislamiento de Francia para evitar un revanchismo por Alsacia y Lorena tras la derrota de 1870. Con esos objetivos, Bismarck primero negoció la Liga de los Tres Emperadores (1873), una alianza entre Austria, Rusia y Alemania. En 1879, Austria y Alemania firmaron la Doble Alianza, en la que se ratificó también el acuerdo con Rusia en secreto. Finalmente, en 1882 se firmó la Triple Alianza entre Alemania, Austria-Hungría e Italia. Rusia, amenazada por el aislamiento, se alió con Francia, que también deseaba el acuerdo para hacer frente a la Triple Alianza, firmando un acuerdo francorruso (1892) en el que se establecían cláusulas de ayuda mutua. Mientras, Gran Bretaña y Francia superaban sus diferencias y en abril de 1904 firmaron un acuerdo llamado Entente Cordiale. Tres años más tarde, Gran Bretaña estableció pactos con Rusia. Todo esto desbarató la vieja idea de Bismarck de aislar a Francia y, con la llegada de Guillermo II, se instauró una política llamada Weltpolitik, contraria a la de Bismarck. De este modo, frente a la vieja Triple Alianza, surgió en 1907 la Triple Entente. Aunque de forma más difusa, los bandos de la Gran Guerra ya estaban perfilados.

2.2 Los Enfrentamientos Coloniales

La Conferencia de Berlín de 1885 intentó establecer unos acuerdos de arbitraje entre los imperios, pero al iniciarse el siglo XX los conflictos volvieron a desencadenarse. Las hostilidades entre imperialismos rivales tuvieron como escenario el norte de África, en los últimos puntos que quedaban por repartir. Alemania no estaba dispuesta a perder la ocasión, ya que había llegado tarde al reparto colonial. La Primera Crisis Marroquí (1905) se desencadenó cuando Alemania ofreció ayuda a Marruecos para resistir las presiones francesas para establecer un protectorado. Con el fin de resolver el conflicto, se convocó la Conferencia de Algeciras (1906), que frustró las aspiraciones alemanas. Alemania no se resignó y en 1911 se dio una Segunda Crisis Marroquí. Con motivo de una insurrección y bajo el pretexto de proteger a los alemanes allí residentes, Alemania envió barcos de guerra a Agadir y acabó consiguiendo la ampliación de su colonia en Camerún a cambio de abandonar Marruecos.

2.3 Las Crisis Balcánicas

En los Balcanes, el Imperio Austrohúngaro y el Imperio Ruso buscaban acrecentar su influencia a costa del Imperio Turco. El primero se oponía a la unión de los países eslavos, ya que significaba perder territorios, y el segundo aspiraba a aumentar su papel internacional como protector de los eslavos, especialmente de su aliado Serbia. En 1908, Austria-Hungría se anexionó Bosnia-Herzegovina, territorio que administraba desde 1878, lo que provocó la cólera de Rusia, dando origen a las Guerras Balcánicas.

  • Primera Guerra Balcánica (1912): Estalló con la creación de la Liga Balcánica (Serbia, Bulgaria, Grecia y Montenegro) para atacar los territorios europeos de Turquía.
  • Segunda Guerra Balcánica (1913): Enfrentó a los serbios con los búlgaros. La Paz de Bucarest confirmó a Bulgaria como la gran perdedora, cediendo territorios a diversos países, en especial a Serbia.

Las crisis balcánicas, junto con las tensiones coloniales y el sistema de alianzas, crearon un ambiente de desconfianza y hostilidad en Europa, que finalmente desembocaría en la Primera Guerra Mundial.