El auge de la novela hispanoamericana en el siglo XX: Etapas, características y autores

La novela hispanoamericana experimentó un notable crecimiento durante el siglo XX. La primera peculiaridad que debemos comentar es el estancamiento que se produjo en las primeras décadas del siglo. No obstante, cuando se produjo su despertar, este supuso una enorme renovación que superó a la producida en el resto del mundo. Podemos distinguir las siguientes etapas:

1. Novela realista de tipo naturalista hasta 1940 o 1945

2. Comienzos de la renovación narrativa (1945-1960): El realismo mágico

3. El boom de la novela hispanoamericana desde los años sesenta

1. La novela realista de tipo naturalista hasta 1945

La novela realista que se desarrolla en Hispanoamérica en las primeras décadas del siglo XX es una novela naturalista que utiliza un lenguaje romántico y que muestra la peculiaridad americana. Presenta varias áreas temáticas que se pueden resumir en estas:

  • a) Novela de la tierra: Describe la naturaleza americana en toda su grandiosidad y los relatos se basan en las relaciones del ser humano con este entorno natural.
  • b) Novela indigenista: El tema central es un tema social: las injusticias y desigualdades que provoca el hombre blanco en la sociedad india y las reivindicaciones de la cultura indígena.
  • c) Novela política: En este grupo destacan las novelas referidas a la revolución mexicana.
  • d) Novela gauchesca: Sobre la vida de los gauchos argentinos.

2. Los inicios del realismo mágico (1945-1960)

Entre 1945 y 1960 se observan en la novela hispanoamericana unas nuevas características. Estos cambios se deben a una nueva concepción del mundo y a una nueva forma de vivir que es consecuencia de la revolución en Hispanoamérica. Las zonas rurales sufren problemas nuevos causados por la economía capitalista, las ciudades crecen, además de crearse la miseria alrededor; se crean monopolios extranjeros que explotan los recursos, etc. A estas novedades se añaden las influencias de la narrativa europea y norteamericana:

  • Surgen temas nuevos en los que se integra lo urbano y los problemas existenciales y humanos.
  • Se introduce en las novelas lo fantástico y lo irracional, que luego fue conocido también por “realismo mágico”.
  • Se produce un gran cambio y se adoptan técnicas narrativas nuevas.

Se considera que el relato que marca el cambio de rumbo es El pozo (1939) de Juan Carlos Onetti. A esta obra seguirán otras en los años 40: El reino de este mundo de Alejo Carpentier, El señor presidente de Miguel Ángel Asturias y El túnel de Ernesto Sábato. Y en los 50: Pedro Páramo de Juan Rulfo y La hojarasca de Gabriel García Márquez.

3. El boom de la novela desde los años sesenta

Varios son los factores que determinan el triunfo de la novela:

  • La revolución castrista en Cuba, que fue mirada como el inicio de la salvación de muchos países. Los más activos fueron Cortázar, Fuentes, García Márquez y Vargas Llosa. Además, el nuevo régimen cubano potenció la cultura y por ello creó la Casa de las Américas, con una revista del mismo nombre. Cuando el régimen se endureció, estos escritores rompieron su lazo con él.
  • El boom también surgió ligado a un fenómeno extraliterario que facilitó que esta novela fuera conocida en el exterior: el apoyo de las editoriales españolas y la promoción que hicieron de esta literatura.

Podemos señalar los rasgos más comunes a estas novelas:

  • a) Experimentación lingüística: que hace que pueda convertirse la función metalingüística en el elemento principal de algunos relatos.
  • b) Se continúa con la temática iniciada en el periodo anterior: lo urbano. Además, algunas narraciones tienen como tema el problema de la creación literaria. Otras novelas incorporan elementos de la historia nacional de sus países. También son frecuentes las novelas de iniciación o maduración de jóvenes que suelen añadir un rechazo a la novela burguesa.
  • c) La renovación de las técnicas es total: ruptura temporal, cambio de punto de vista, monólogos, etc.
  • d) Realismo mágico: lo real y lo fantástico se integran perfectamente y los sucesos sorprendentes parecen ser posibles y normales en la realidad que se nos narra.

En este periodo destacamos a:

  • Ernesto Sábato: Comenzó siendo un científico puro, antes de dedicarse a la literatura. Solo tres novelas, El túnel (1948) es una novela breve de amor y de locura. Sobre héroes y tumbas, visión apocalíptica de nuestro mundo. En Abaddón el exterminador, autobiografía y ficción.
  • Julio Cortázar: Diseñó su Rayuela como una serie de capítulos que podían leerse consecutivamente, o a saltos como jugando a la rayuela.
  • Mario Vargas Llosa: Alcanzó la más alta consideración de la crítica con su primera novela, La ciudad y los perros. En un ambiente cerrado y opresivo, parece sintetizar el autor toda la corrupción y violencia del mundo actual. En La casa verde la acción gira en torno a un prostíbulo. Conversación en La Catedral es una larguísima novela, el conjunto compone una inmensa y violenta diatriba política. Es su obra maestra.

Hacia mediados de la década de 1970, el gobierno de Fidel Castro perdió credibilidad, y el entusiasmo revolucionario se mitigó. Carlos Fuentes, en Terra Nostra, Augusto Roa Bastos en Yo, el Supremo y García Márquez en El otoño del patriarca. A partir de los años ochenta, la época del experimentalismo literario llegó a su fin, y todos estos escritores adoptaron un estilo más realista y fácil de leer, en concordancia con las demandas comerciales de la era global.

Gabriel García Márquez y Cien años de soledad

Gabriel García Márquez (1927) y Cien años de soledad se sitúan en la primera línea del llamado “boom”: a él se debe la atención que la crítica mundial había de prestar a la novela de Hispanoamérica. De 1955 a 1962: La hojarasca, Los funerales de Mamá Grande, etc. Eran relatos que giraban en torno al imaginario pueblo de Macondo. Pero la vida de ese pueblo adquirió tales proporciones que acabó por tomar cuerpo en una prodigiosa novela: Cien años de soledad. Su aparición supone uno de los magnos acontecimientos de la novela en lengua castellana. La novela cuenta la historia de los Buendía, y del mundo que los rodea. La obra es síntesis de todos los elementos que se han dado en la narrativa americana. En 1981 publica una obra maestra Crónica de una muerte anunciada. Al año siguiente se le concede el Premio Nobel. En 1985 publicó El amor en los tiempos del cólera. Años después siguió escribiendo como: Del amor y otros demonios, Noticia de un secuestro, etc. En 2002 escribió su libro de memorias Vivir para contarla. Su más reciente novela, Memorias de mis putas tristes apareció en 2004, que es una historia de amor, que sigue el romance de un hombre de 90 años y su pubescente concubina. Este libro causó cierta controversia en Irán, donde se prohibió después de 5000 ejemplares impresos y vendidos. Y en México fue amenazado por una ONG de ser demandado por hacer apología de la prostitución infantil. Hoy en día trabaja en su último proyecto que es su novela En agosto nos vemos.