1. Introducción: El Arte Románico (siglos XI-XII)
1.1 Límites Temporales y Espaciales del Románico
El arte románico surge en Europa entre los siglos XI y XII, coincidiendo con el apogeo del feudalismo, el resurgimiento de la orden benedictina, el aumento de peregrinaciones y las cruzadas. A diferencia de la visión antigua que lo veía como una degeneración del arte romano, hoy se reconoce como un estilo propio y único. Este estilo se extendió por toda Europa Occidental, desde los países escandinavos hasta el sur de Italia y desde las islas Británicas hasta Europa Central. Es considerado el primer estilo artístico internacional europeo de la Edad Media.
1.2 El Románico: Primer Estilo Artístico Internacional Europeo
El románico se caracterizó por ser una manifestación artística de la sociedad feudal, donde el clero y la nobleza eran los principales mecenas de los artistas. Los monasterios, castillos y catedrales fueron las construcciones más representativas de este periodo. La unidad del estilo románico se debió a varios factores, como la expansión de órdenes monásticas como los cluniacenses y cistercienses, la práctica de la peregrinación a lugares santos como Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela, y la movilidad de los constructores que difundían el estilo por toda Europa.
2. La Arquitectura Románica
2.1 Elementos Formales y Soluciones Constructivas
La arquitectura románica se distingue por su enfoque religioso, destacando la monumentalidad y la perdurabilidad como principios fundamentales. Se buscaba propagar la importancia de la Iglesia a través de edificaciones sólidas y duraderas, inspiradas en la grandeza de los antiguos edificios romanos.
Materiales Constructivos:
Los materiales más utilizados fueron la piedra labrada en sillares para los muros exteriores, rellenados con ripio, y en ocasiones se empleaba ladrillo en áreas donde la piedra era escasa. La madera se usaba para vigas y tejas, y el hierro para refuerzos.
Las Plantas de los Templos Románicos:
Los templos románicos generalmente tenían plantas de cruz latina, con una nave central más alta que las laterales, un transepto y un ábside semicircular o poligonal.
La Cubierta:
La cubierta principal era la bóveda de cañón, apoyada en arcos y columnas o pilares.
Los Soportes:
Los elementos de soporte incluían muros de sillería, columnas y pilares. Las columnas solían tener capiteles decorados con motivos animales o humanos, mientras que los pilares podían ser cuadrados, rectangulares o cruciformes, con semicolumnas adosadas.
El Exterior de las Iglesias Románicas:
En el exterior, las iglesias románicas presentaban torres campanario, decoración con franjas horizontales y verticales, arcos ciegos y canecillos esculpidos. Las fachadas, especialmente las occidentales, destacaban por sus portadas abocinadas.
Tipos de Edificios Más Importantes:
Los edificios más importantes del estilo románico fueron las iglesias parroquiales, monasterios y catedrales, así como castillos y murallas. Al final del período románico, comenzaron a aparecer rasgos góticos, como arcos apuntados y abovedamientos más complejos.
2.2 Arquitectura Románica: La Iglesia de Peregrinación y el Monasterio
A. La Iglesia de Peregrinación
Durante los siglos XI y XII, las órdenes monásticas promovieron las peregrinaciones y construyeron edificios a lo largo de las rutas, especialmente hacia Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela. Estas iglesias debían acoger a multitudes y permitir procesiones sin interrumpir los servicios religiosos. Por ello, tenían características especiales como una planta de tres o cinco naves con transepto, absidiolos en los brazos del transepto y una tribuna para los peregrinos. Sus dimensiones eran desmesuradas para impresionar y provocar emoción religiosa. Ejemplos destacados son Santa Fe de Conques, San Marcial de Limoges, San Saturnino de Toulouse, San Martín de Tours y la catedral de Santiago de Compostela.
B. El Monasterio
a) El Origen de la Vida Monástica y la Orden Benedictina:
Desde los primeros siglos del cristianismo, hombres buscaban una vida dedicada a Dios en lugares aislados. Estos ermitaños dieron origen a los monjes, quienes se organizaban bajo una regla y construían monasterios. Benito de Nursia fundó una comunidad en el Monte Cassino en el siglo VI, estableciendo la Regla de San Benito y dando origen a la orden benedictina.
b) La Orden Benedictina de Cluny:
Esta orden creció con nuevas fundaciones y el monasterio de Cluny en el siglo X se convirtió en el más importante, destacando por su poder e influencia. Sus contribuciones incluyeron la portada historiada, fachadas torreadas y complejas cabeceras de templos.
c) Reforma Cisterciense:
A finales del siglo XI, surgió una reforma liderada por Roberto, monje cluniacense, que dio origen a la orden cisterciense. Esta reforma buscaba volver a la austeridad original de la regla de San Benito. Los monasterios cistercienses se caracterizaban por su desnudez arquitectónica y estructura similar.
d) Partes Fundamentales de un Monasterio Medieval:
Las partes comunes incluían la iglesia, el claustro, la sala capitular, la biblioteca, el refectorio, las celdas de los monjes y otros espacios como el scriptorium, el huerto, la enfermería y la hospedería. La disposición variaba según la orden, pero seguía un patrón general. Ejemplos destacados en España incluyen los monasterios cistercienses de Poblet, Veruela, La Oliva y Nuestra Señora de Huerta.
3. Las Artes Figurativas Románicas
3.1 Características Generales
El arte románico incluye escultura y pintura, adaptadas a la arquitectura de iglesias. Se usaban para educar a una población mayoritariamente analfabeta sobre temas religiosos, con representaciones simbólicas y simplificadas. Se trataban temas como Cristo, la Virgen María, santos y escenas del Juicio Final, así como motivos profanos como animales y escenas mitológicas. Las representaciones de Cristo destacan su triunfo sobre la muerte, mientras que la Virgen María aparece con un estilo hierático y sin comunicación con el Niño Jesús. También se representaban escenas bíblicas y figuras del Diablo y el Infierno.
3.2 La Pintura del Románico
Caracteres Generales de la Pintura Románica
La técnica principal utilizada fue el fresco en los muros y la pintura al temple en tablas de madera, que se ubicaban en los frontales de los altares. Estas obras estaban influenciadas por el mosaico bizantino y las miniaturas de códices prerrománicos. La pintura románica se caracteriza por un contorno grueso, colores puros sin mezclas, falta de profundidad y luz, composición simétrica y adaptación de las figuras al espacio arquitectónico. Se centra en expresar ideas religiosas más que en la representación realista, con figuras simbólicas, con el personaje más importante representado en mayor tamaño. La tendencia al horror vacui se manifiesta en el llenado de todo el espacio disponible con motivos decorativos.
La Pintura Románica en España
En Castilla y León, se destaca por su enfoque narrativo, por un naturalismo escénico marcado, atención al detalle, expresividad, movimiento y espontaneidad, además de una preferencia por los fondos claros. Ejemplos son: las pinturas murales de la Iglesia de San Baudelio de Berlanga en Soria, y las del Panteón de los Reyes de León en la Basílica de San Isidoro en León. En Cataluña, resaltan las pinturas de Santa María y San Clemente de Tahül, Lérida (actualmente se están en el Museo de Arte de Cataluña, Barcelona). Estas obras representan un ejemplo típico de la pintura religiosa románica, caracterizada por su simbolismo, espiritualidad y solemnidad, con un dibujo marcado, colores puros, geometría en las formas y ausencia de perspectiva. Se observa un hieratismo en las figuras, una representación frontal, alargamiento y estilización de los cuerpos, grandiosidad compositiva y obsesión por la simetría. Esta estética es el resultado de la fusión entre la iconografía bizantina, el clasicismo paleocristiano y las miniaturas prerrománicas.
3.3 La Escultura del Románico
La escultura románica fue de dos tipos: arquitectónica y exenta.
La Escultura Arquitectónica
Se encuentra en portadas y claustros de los monasterios. La portada románica es el lugar más importante de decoración escultórica en el románico. Se caracteriza por la presencia de arquivoltas que rodean el tímpano semicircular, el cual presenta el programa iconográfico principal. Los temas representados en las portadas incluyen episodios del Antiguo y Nuevo Testamento y símbolos cristianos. Ejemplos son las portadas de San Isidoro de León, la Basílica de San Vicente de Ávila y la catedral de Jaca en España. El claustro, conocido como claustro historiado también será muy importante. Los capiteles de las columnas narran escenas bíblicas, episodios de la vida de santos, luchas de animales y hombres, y motivos vegetales o geométricos. Ejemplos de claustros románicos: los de San Juan de la Peña en Huesca y San Pedro de Moissac en Francia. Además, la escultura arquitectónica románica cuenta con otros elementos como canecillos, jambas de ventanas, pilas bautismales, púlpitos, frontales de altar, tronos, sarcófagos y monumentos sepulcrales. Un ejemplo destacado de conjunto escultórico es la Iglesia de San Martín de Frómista en Palencia. Tanto la escultura en piedra como la realizada en madera estaban pintadas con policromía o recubrimiento con metales preciosos o pedrería.
La Escultura Exenta
Se tallaba en madera y se caracterizaban por estar muy policromadas. Se utilizaban materiales como madera, metales o marfil. Se pueden clasificar en tres tipos principales:
- Cristos crucificados o majestades: Representaciones de Cristo crucificado en la cruz, vestido con túnica y sin signos de sufrimiento, mostrándose vivo y triunfante sobre la muerte (Crucifijo de Don Fernando y Doña Sancha, realizado en marfil, y la Majestad Batlló).
- Vírgenes: Representación de la Virgen María sentada en un trono, sosteniendo al Niño Jesús en sus brazos. Ejemplos destacados son la Virgen del Valle de Bohí y la Virgen de Valvanera.
- Grupos del descendimiento: Representan la escena del Descendimiento de Cristo de la Cruz, con tamaño casi natural y compuestos por varias figuras, incluyendo a Cristo, los ladrones, los santos varones, la Virgen María y San Juan. Ejemplos notables incluyen el grupo del Descendimiento del Museo Nacional de Arte de Cataluña y el del Monasterio de San Juan de las Abadesas. Servían como objetos de devoción, eran de gran calidad y valor estético, talladas con detalle y realismo para transmitir la religiosidad.
4. El Arte Gótico (siglos XII-XVI)
4.1 Contexto Histórico, Concepto, Cronología y Extensión del Estilo Gótico
1.1 Concepto, Cronología y Extensión del Gótico
El arte gótico surgió en Europa occidental entre el siglo XII y el XVI. Es una evolución del arte románico y fue reemplazado por el Renacimiento. Inicialmente, el término “gótico” fue utilizado despectivamente por los artistas renacentistas, pero en el siglo XIX se reconsideró como un arte influyente. El gótico nació en Francia en el siglo XII, donde se desarrolló. Luego se extendió a España, Inglaterra y Centroeuropa en los siglos siguientes, y llegó a Italia de manera tardía. Se divide en tres períodos principales: inicial, clásico o de plenitud, y final o flamígero. La arquitectura gótica alcanzó su apogeo en la construcción de catedrales como las de Reims, Amiens y Chartres.
1.2 Contexto Histórico
En su contexto histórico, compartió la Europa medieval, pero fue marcado por cambios sociales, económicos y políticos únicos, incluyendo el surgimiento de la burguesía, el apoyo de las monarquías y la influencia de órdenes mendicantes como los franciscanos y dominicos, que influyeron en la vida urbana y en la educación, fundando universidades y escuelas. La autoridad religiosa se trasladó de los monasterios a las catedrales. En el ámbito político, el siglo XIII marcó el fin de las disputas entre el Imperio y el Papado y el inicio del desarrollo de los estados modernos, con los reyes consolidando su autoridad sobre las ciudades y limitando el poder de la nobleza. Filosóficamente, el gótico presenció el cambio del idealismo platónico al naturalismo aristotélico.
5. Características Generales de la Arquitectura Gótica. La Ciudad: La Catedral y los Edificios Civiles
5.1 Caracteres Generales de la Arquitectura Gótica
La arquitectura gótica se destaca por su búsqueda de altura y luminosidad, manteniendo la construcción en piedra. El uso predominante del arco apuntado permitió crear estructuras más altas y esbeltas, adornadas con tracerías. Las vidrieras policromadas inundaron los espacios con luz coloreada. Las bóvedas de crucería, eran el tipo de cubierta estándar. Estaban formadas por el cruce de arcos apuntados. Los pilares baquetonados y los arbotantes soportaban la estructura y distribuían las cargas. En las ciudades, la catedral destacó como el edificio más emblemático del estilo gótico, junto con edificios civiles, como la universidad, la lonja, el ayuntamiento, el palacio y conventos. Estas construcciones además de cumplir funciones prácticas, definían el paisaje urbano medieval.
5.2 La Catedral
Desde mediados del siglo XII hasta la década de 1280, se construyeron numerosas catedrales góticas en toda Europa. Estos edificios fueron el centro físico y simbólico de las ciudades, reflejando la riqueza y el poderío de sus prelados, la alianza entre el clero y la monarquía, y el orgullo de la burguesía. Además de ser lugares de culto, las catedrales también sirvieron como escenario para eventos ceremoniales y actividades comunitarias, como coronaciones, bodas, mercados y representaciones teatrales. La planta de la catedral era basilical o en forma de cruz latina, con tres o cinco naves y un crucero poco sobresaliente. La cabecera, con girola y capillas exteriores, era una característica distintiva. El interior se estructuraba en tres niveles: las arcadas, el triforio y el claristorio, proporcionando una iluminación abundante y simbólica a través de vidrieras coloridas. En el exterior, los contrafuertes, arbotantes y pináculos sostenían la estructura, mientras que las fachadas tenían un diseño complejo, con torres cuadradas, portadas decoradas con esculturas y ventanales adornados con tracerías góticas.
Arquitectura Religiosa en Europa Occidental:
El gótico se expandió por Europa Occidental con características distintivas en cada región. En Francia, las catedrales como Chartres, Reims, Amiens y Bourges destacan por su nave central elevada, torres gemelas flanqueando la fachada y agujas sobre el cimborrio. La Sainte Chapelle en París, destaca por su ausencia de muros y sus vidrieras. El gótico flamígero, que busca alturas extraordinarias, se ejemplifica en la Catedral de Tours.
En Alemania, las catedrales de Colonia y Estrasburgo enfatizan en la verticalidad y la decoración de las agujas. En Inglaterra, las catedrales de Lincoln, Salisbury, Gloucester y Wells muestran influencias francesas. Italia adoptó el gótico en los siglos XIII y XIV con características distintivas (horizontalidad, decoración con mosaicos y pinturas y menor presencia de arbotantes). Destacan las catedrales de Siena, Orvieto y Florencia. En España destacan las catedrales de León, Burgos y Toledo, con influencia francesa, y en el siglo XIV, las de Valencia y Cataluña, con naves únicas y altura similar. La catedral de Sevilla en el siglo XV fue la iglesia más grande de la cristiandad hasta entonces. Las catedrales de Salamanca y Segovia se erigieron en el siglo XVI.
5.3 Los Edificios Civiles
A partir del siglo XII, el crecimiento urbano impulsó la construcción de edificios civiles en Europa, reflejando el auge demográfico y económico así como el creciente poder de los municipios en la configuración del Estado moderno. Estos edificios adoptaron elementos formales del estilo gótico y destacaron especialmente en Flandes, el norte de Italia y el Levante de la Península Ibérica. Ejemplos notables incluyen los ayuntamientos, torres cuadrangulares utilizadas como arsenal, lugar de reunión, y con funciones como mercado o prisión más adelante. Estos representaban el poder urbano. En Italia tenían aspecto de fortaleza, y en Venecia eran más abiertos. En Alemania y los Países Bajos, se caracterizaban por sus tejados empinados y galerías porticadas en la planta baja. La creciente actividad comercial de las ciudades se reflejó en la construcción de lonjas, edificios destinados a las contrataciones mercantiles. Ejemplos notables incluyen la Lonja de Ypres en Bélgica, las lonjas de Brujas y Gante en los Países Bajos y las lonjas de Valencia y Palma de Mallorca (S.XV). El lujo de la burguesía y la nobleza urbana del siglo XV se reflejó en la construcción de palacios, mansiones adaptadas a las necesidades comerciales y domésticas. Contaban con almacenes, oficinas, salas de recepción, habitaciones para la servidumbre y espacios familiares. Ejemplos son el Palacio de los Papas en Aviñón, la Ca d’Oro en Venecia y el Hôtel de Jacques Coeur en Brujas.
6. La Escultura Gótica: Portadas y Retablos
6.1 Características Generales
La escultura gótica, en constante evolución desde los siglos XII al XV, adoptó un estilo alargado y con ornamentos sencillos, alejándose del hieratismo del Románico. Experimentó distintos estilos: En el siglo XIII, predominaron las figuras alargadas, en el XIV, se desarrolló el “estilo internacional” con figuras esbeltas y pliegues en los ropajes y en el siglo XV, se experimentó un retorno al realismo con figuras más pesadas. La escultura gótica compartió con el Románico su función didáctica y el uso de la policromía, aunque se distinguió por su variedad estilística y el uso de materiales como piedra, mármol, madera o alabastro, liberándose del marco arquitectónico para permitir una mayor expresividad. La iconografía gótica se centró en representaciones religiosas, con Cristo (representado de manera más realista, transmitiendo compasión y dolor) y la Virgen (apareciendo en una variedad de escenas como la Presentación, Coronación y la Anunciación) como figuras principales. También se destacaron las representaciones de Santos, cuyas imágenes llenaron fachadas y retablos, protegiendo de enfermedades y velando por los gremios y ciudades.
6.2 La Ubicación de la Escultura Gótica
La escultura gótica se ubicó en diversos lugares dentro de las iglesias y catedrales, como decoración y expresión artística.
a) Las Portadas Góticas:
En las portadas de las iglesias góticas, las esculturas decoraban las arquivoltas, el tímpano, los dinteles, etc. Estas portadas exhibían un humanismo más tranquilo, con representaciones que iban desde el Juicio Final hasta escenas de la Virgen y Santos. Ejemplos destacados de portadas góticas incluyen las de las catedrales de Chartres, Reims, Colonia y Burgos.
b) Escultura en el Interior de las Iglesias y Catedrales:
Dentro de las iglesias y catedrales, la escultura se concentraba en los púlpitos, los coros y los retablos. Los retablos eran como portadas interiores, elaborados en madera policromada y a menudo combinaban elementos escultóricos y pictóricos. En Cataluña se destacaban los retablos pintados y en Castilla los retablos escultóricos flamencos. Ejemplos de retablos góticos son el de la Cartuja de Miraflores en Burgos y el Altar Mayor de la Catedral de Sevilla.
c) Sepulcros Monumentales:
En el siglo XIV, la actitud hacia la muerte cambió. Esto se reflejó en la escultura funeraria monumental. Los sepulcros podían estar exentos en el centro de una capilla funeraria o adosados lateralmente a un muro. Representaban al difunto como yacente, leyendo o en posición orante, vestido según su estatus social. El Doncel de Sigüenza en la catedral de Sigüenza es un ejemplo de sepulcro monumental.
7. Caracteres Generales de la Pintura Gótica
La pintura gótica, experimentó una serie de cambios que marcaron su evolución a lo largo de diferentes períodos y escuelas. Los principales caracteres generales de la pintura gótica son los siguientes:
1. Influencias y Cambios:
La pintura gótica estaba influenciada por el arte románico, pero también incorporó nuevas influencias, como los frescos, retablos, iluminaciones de miniaturas y los iconos bizantinos. Una de las diferencias clave fue el énfasis en el realismo, buscando reproducir el mundo de manera más fiel, lo que culminó en el realismo de la pintura flamenca del siglo XV.
2. Elementos de Composición:
Se introdujeron nuevas técnicas y elementos en la composición, como el uso de líneas y dibujos más detallados, tonalidades de color, la representación de la luz, la perspectiva y el volumen.
3. Nueva Clientela y Escuelas Pictóricas:
Con la creciente urbanización, surgió una nueva clientela para la pintura gótica, que incluía a la Iglesia de las ciudades, los reyes y la burguesía. Esto llevó al establecimiento de talleres de pintura y al surgimiento de escuelas pictóricas.
4. Temas Representados:
Los temas representados eran los relacionados con la vida de Jesús, la Virgen y los santos, y también temas no religiosos, como el retrato. La pintura gótica tuvo un carácter narrativo y una finalidad didáctica.
5. Técnicas y Soportes:
Se utilizaron diversas técnicas, como la pintura al fresco para murales, la pintura al temple y la pintura al óleo sobre tabla. El retablo se convirtió en el soporte por excelencia, evolucionando desde simples dípticos hasta complejos polípticos.
6. Etapas y Escuelas:
La pintura gótica se divide en varias etapas y escuelas, que incluyen el gótico lineal o estilo franco-gótico del siglo XIII, el estilo italo-gótico en los siglos XIII y XIV, el gótico internacional entre 1350 y 1420, y la pintura flamenca del siglo XV y principios del XVI.
8. La Pintura Italiana del Trecento: Florencia y Siena
La pintura italiana del Trecento, durante el siglo XIV, marcó un cambio fundamental en el arte gótico, convirtiendo a la península itálica en el centro cultural de Europa. En la región de la Toscana, Florencia y Siena compitieron por la supremacía cultural. Florencia desarrolló una escuela pictórica que rompió con la tradición bizantina liderada por Giotto, conocido por su sentido del volumen, la anatomía realista y la expresión emocional en sus obras. La Escuela Florentina se caracterizó por su arte monumental y dramático, preocupandose por la perspectiva y la luz natural, abandonando los fondos dorados del arte bizantino. En Siena, la Escuela Sienesa, liderada por Simone Martini, aunque menos innovadora, dejó una marca significativa con su estética suave e idealizada, con una preferencia por temas religiosos centrados en la Virgen María. Valoraba la belleza de las líneas y la combinación de colores suaves, representando un arte más sereno en comparación con el dramatismo de la Escuela Florentina.
8.1 La Pintura Florentina del Trecento: Giotto di Bondone (1266-1337)
Giotto di Bondone, se destaca como el artista más influyente del Trecento italiano, por la cantidad y la trascendencia de su obra. Su contribución marca un cambio profundo en la evolución de la pintura gótica y en la historia del arte. Entre sus obras más destacadas se encuentran los grandes conjuntos murales, o frescos, que adornan importantes edificios religiosos. Estos incluyen los frescos de la iglesia Alta de Asís, la Capilla Scrovegni en Padua y la iglesia de la Santa Croce de Florencia (capillas Peruzzi y Bardi). Giotto renovó los conceptos espaciales, lumínicos y narrativos de su época, mostrando un interés notable por la representación del paisaje y elementos arquitectónicos de manera simple para resaltar la figura humana. Sus representaciones arquitectónicas suelen ser inverosímiles, cortando edificios para revelar su interior. Las figuras en las obras de Giotto exhiben un canon macizo, con escorzos, pliegues en los ropajes que generan sombras, otorgando volumen y movimiento. Pionero en el uso de la perspectiva, logró la ilusión de profundidad al yuxtaponer diversos puntos de vista convergentes en líneas de fuga fuera de la composición. Su fama se extendió rápidamente por toda Italia, siendo objeto de admiración y estudio en toda Europa, marcando así un cambio significativo en la historia del arte.
8.2 La Escuela de Siena: Simone Martini
Simone Martini (1283-1344), destacó por su estilo delicado y elegante en contraste con la monumentalidad de Giotto. Sus obras presentan figuras humanas estilizadas y líneas de dibujo gráciles y onduladas, con un uso preciosista y decorativo del color. Su estilo también se distingue por un detallismo minucioso y una acumulación de elementos anecdóticos, alejándose de la claridad narrativa de la pintura florentina. Martini conservó importantes influencias de la pintura bizantina, como el uso de fondos dorados. Sus temas más característicos se centran en la Virgen, siendo la “Maestá” del Palacio Público de Siena y su “Anunciación” del Museo de los Uffizi dos de sus obras más destacadas. La “Anunciación” es considerada su obra cumbre, donde fusiona el convencional fondo de oro bizantino con la línea ondulante del gótico francés, evidente en las refinadas y elegantes siluetas del ángel y María.
9. Los Primitivos Flamencos del Siglo XV: Los Van Eyck
9.1 Contexto Histórico
Durante el siglo XV y principios del XVI, en Flandes se desarrolló el estilo gótico flamenco, que influyó notablemente en toda Europa y precedió al manierismo renacentista del siglo XVI. Los artistas de este período son conocidos como primitivos flamencos, distinguiéndolos de los pintores flamencos de estilos posteriores. Desde finales del siglo XIII, Flandes experimentó un notable crecimiento económico debido al comercio de tejidos de lana convirtiéndose en un importante centro urbano y comercial junto a la península itálica, en ciudades como Arrás, Gante, Yprés y Brujas. Este florecimiento económico estuvo liderado por una clase burguesa poderosa, la nobleza y la Iglesia, que demandaban obras pictóricas para satisfacer sus necesidades y gustos. Políticamente, Flandes estaba bajo el dominio del ducado de Borgoña, lo que promovió el mecenazgo artístico y el desarrollo de la pintura en la región.
9.2 Caracteres Generales de la Escuela Flamenca
La pintura flamenca del siglo XV se destaca por su realismo, alejándose de la idealización típica de la pintura renacentista italiana contemporánea. Los primitivos flamencos lograron capturar la psicología del sujeto con notable habilidad, especialmente en retratos. La meticulosidad es otra característica distintiva de la pintura flamenca, evidente en el detallismo minucioso en la representación de objetos y elementos cotidianos. Desde las cabelleras hasta los objetos de la vida diaria, todo se representa con un nivel de detalle extraordinario. Los pliegues de las ropas, por ejemplo, se representan con precisión, a menudo con un aspecto almidonado. La luz desempeña un papel crucial, anticipando principios renacentistas, y los paisajes se representan con gran detalle y realismo, tanto en escenas exteriores como en interiores a través de puertas o ventanas abiertas. Las temáticas de la pintura flamenca abarcan lo religioso y lo profano. Las escenas religiosas se representan con un enfoque realista, a menudo mostrando al cliente o donante como parte de la escena, con el mismo tamaño y dignidad que los personajes sagrados. En cuanto a lo profano, los retratos son destacados, con personajes mirando directamente al espectador en lugar de interactuar entre ellos. En cuanto a la técnica, el uso del óleo sobre tabla fue una innovación clave.
Muchas obras son de pequeño tamaño y se presentan frecuentemente en trípticos con bisagras. Entre los principales representantes de esta escuela se encuentran Robert Campin, los hermanos Van Eyck (especialmente Jan Van Eyck), Roger van der Weyden, Gerard David, Hans Memling, Hugo van der Goes, Patinir, Brueghel y El Bosco.
9.3 Los Hermanos Van Eyck. Jan Van Eyck
Jan van Eyck proviene de una familia de pintores en Maaseik, Bélgica, es reconocido como uno de los artistas más importantes de todos los tiempos. Trabajó como pintor para prominentes burgueses flamencos, figuras eclesiásticas importantes y los duques de Borgoña, también sirvió como diplomático para ellos en la Península Ibérica e Italia. Establecido en Brujas desde 1429, se dedicó exclusivamente a su trabajo como pintor. Su técnica de óleo y detallismo fueron admirados en toda Europa, incluso por los pintores renacentistas italianos del Quattrocento. Entre sus obras destacadas se encuentra el Políptico del Cordero Místico, la Virgen del canónigo van der Paele, la Virgen del canciller Rollin y El hombre del turbante. El matrimonio Arnolfini, encargado por un banquero italiano de la Lucca es emblemático, representa el rito nupcial en la alcoba de su mansión, con Jan van Eyck reflejado en un espejo cóncavo, actuando como testigo de la boda. El realismo y el simbolismo son dos características fundamentales de esta obra. Jan reproduce meticulosamente el ambiente burgués, incluyendo muebles, un espejo, una lámpara y un paisaje visto a través de una ventana. A su vez, incorpora numerosos símbolos, como la lámpara con un solo cirio encendido, el perrito que simboliza la fidelidad conyugal, y el espejo, que además de reflejar la habitación, simboliza la pureza. El cuadro también presenta un rosario y diez círculos tallados en el marco, representando escenas de la Pasión de Cristo.