El Arte Nazarí en la Alhambra: Patio de la Acequia, Jarrón de las Gacelas y Espada de Boabdil

El Arte Nazarí en la Alhambra

Patio de la Acequia

Si bien, a un nivel inferior, la excavación arqueológica de 1958 ha permitido conocer su estado primitivo donde se han encontrado doce caños. El patio, al estar completamente cerrado, poseía un alto carácter intimista que con las reformas posteriores ha perdido. Aparte de los pabellones porticados en los lados menores, existían viviendas con planta alta y baja, aunque sólo en el lado oriental, que quedaron muy afectadas con el incendio de 1958, motivo de la citada excavación.

El Patio de la Acequia estaba pensado hacia el jardín interior, salvo un pequeño mirador situado en el lado occidental, en eje con la glorieta central. Todo este lateral estaba originalmente cerrado mediante un alto muro con alero corrido que fue rebajado en época cristiana, quedando como testimonio sus respectivos arranques en los extremos. Igualmente quedó abierto al paisaje, a modo de belvedere, cambiando radicalmente el carácter intimista al de mirador; para ello se le añadió un estrecho corredor a todo lo largo del Patio, abierto a éste mediante arcos en cuyo intradós figuran pintados los escudos de los Reyes Católicos con el yugo, las flechas y el famoso lema «Tanto Monta».

El mirador central debió ser la única abertura original del Patio al exterior. Conserva en su interior una rica decoración de yeserías de época del Sultán Isma’il I (1314-1325), parte de las cuales fueron desmontadas evidenciando que fueron superpuestas a otras de época de Muhammad III (1302-1309). Las ventanas bajas del mirador son características de la arquitectura nazarí: permite a quienes estén sentados en el suelo, con el brazo apoyado en el alféizar, poder contemplar y ver el paisaje del entorno del Palacio con las huertas, junto a la perspectiva de la colina de la Alhambra y la ciudad baja de Granada al fondo.

Jarrón de las Gacelas

Este maravilloso jarrón se encuentra en el Museo Nacional de Arte Hispano-Musulmán de la Alhambra. Es uno de los ocho jarrones conservados de los conocidos como Vasos de la Alhambra, seguramente de la segunda mitad del S. XIV, en plenitud del periodo del arte nazarí.

La pieza está realizada a torno, con intervenciones posteriores para las acanaladuras, molduras, asas, cuello, etc. Consta de tres elementos principales:

  • Gollete (cuello estrecho)
  • Asas
  • Cuerpo

Su altura es de 135 cm. Está bañado con esmalte estannífero (su base es el estaño fundido con plomo, a los que se añaden sal, arena y agua y producto de una doble cocción, a temperaturas entre 1100 y 1200°C, la primera para fijar la pasta y la segunda para la cocción del esmalte). Tiene forma ovoide, con una base plana de reducido tamaño que necesita para su estabilidad una base o soporte, principalmente de barro. Por arriba, queda rematado por un largo cuello troncocónico con boca octogonal. En los lados se apoyan dos asas con forma de alas, una de las cuales falta parcialmente.

En el costado de la cara principal, dos gacelas se enfrentan en torno a un pequeño eje vegetal. Ambas tienen la pata delantera levantada, dotando de un movimiento elegante al conjunto del motivo. En la otra cara, las gacelas están pintadas en azul, sobre fondo blanco. Una franja epigráfica atraviesa horizontalmente el cuerpo y lo divide en dos partes. Se lee, al igual que en el asa, “la felicidad y prosperidad”, sobre fondo dorado.

La denominación “jarrones de la Alhambra” es más una leyenda que a la realidad histórica. Sólo dos de ellos se han encontrado en Granada. La mayor parte de los autores atribuyen esta producción a la ciudad de Málaga, puerto principal y centro cultural y artístico del reino, en dónde tanto la arqueología como las fuentes históricas confirman la producción de cerámica dorada. Piezas de loza dorada de Málaga eran exportadas por el Mediterráneo y hacia el norte de Europa, con destino a las principales cortes.

Es sorprendente pensar que en poco más de un siglo este tipo de manufacturas pudiera alcanzar un grado de perfección tal como para dar lugar al presente jarrón. Esta pieza es un producto exclusivo, que representa el lujo y el poder nazarí y la culminación del proceso técnico de la cerámica vidriada.

Espada de Boabdil (Espada Jineta)

Periodo nazarí (S.XV). Los materiales son acero para la hoja, plata dorada, esmalte alveolado y marfil para la empuñadura. El arriaz curvo se caracteriza por un perfil superior ondulado y decoración calada en sus extremos. Combina estrellas de ocho puntas y crucetas enmarcadas por bandas de filigranas. Tiene inscripciones del Corán y adornos árabes en el puño. La con el lema de la casa nazarí: “A Dios solo Dios es vencedor”. Esta empuñadura va en conjunto con la vaina. Es una espada de parada, es decir, de uso ceremonial.