El Arte Barroco en Flandes y Holanda: Rubens y Rembrandt

El Arte Barroco en Flandes y Holanda

Flandes: Pedro Pablo Rubens

Nacido en Alemania, Rubens se trasladó a Amberes. Su estancia en Italia le permitió aprender las formas ampulosas y la grandiosidad de Miguel Ángel, el gusto por la mitología y el color de los pintores venecianos (Tiziano), el estudio de la luz de Caravaggio y el sentido decorativista de las composiciones de los Carracci. Su estilo se caracteriza por la vitalidad, la grandiosidad, el color intenso de pincelada suelta y paleta rica, y el movimiento rítmico y curvo que da dinamismo a sus obras. Rubens utiliza el movimiento para conseguir dramatismo, mostrando un amor por el desnudo y una indudable cultura clásica.

Abarcó todos los temas y géneros, renovándolos. Pintó asuntos religiosos, históricos y mitológicos; cultivó el paisaje, el bodegón y fue un espléndido retratista.

  • Retratos: Duque de Lerma.
  • Obras religiosas: La Elevación de la Cruz (composición diagonal) y El Descendimiento de Cristo (destacando la diagonal formada por el cuerpo de Cristo y la colocación de los personajes).
  • Series histórico-alegóricas: Triunfo de la Sagrada Eucaristía (20 cartones), series para María de Médicis y Felipe IV.

Tras casarse con una joven de 16 años, quien se convirtió en su musa, Rubens pintó obras como El Juicio de París, El Jardín del Amor y Las Tres Gracias, conservadas en el Museo del Prado. Su casa-taller albergaba cerca de 100 aprendices, como Van Dyck, Jordanes o Teniers.

Holanda: Rembrandt

Rembrandt, independiente del mecenazgo de la Corte o la aristocracia, destaca por su interés en los problemas lumínicos y el realismo. Maestro del claroscuro, la oscuridad en sus obras no es opaca, sino un espacio donde los colores vibran con menos fuerza, contrastando con las zonas iluminadas de ricos e intensos colores. Al igual que Caravaggio, utilizaba personas corrientes como modelos, dando a la realidad holandesa un delicado idealismo. Sus composiciones son dinámicas, pero sin agitación, valorando el vacío.

Su pincelada evolucionó desde una forma apretada y densa hasta una muy suelta, casi impresionista. Abordó todos los temas, destacando en los retratos, tanto individuales como colectivos.

  • Retratos individuales: Autorretratos que reflexionan sobre el paso del tiempo, retratos de sus seres queridos.
  • Retratos colectivos (doelen): La Lección de Anatomía del Dr. Tulp (claroscuro, luz irradiando del cadáver, unidad moral y psicológica) y La Ronda de Noche (arcabuceros de la Guardia Cívica, énfasis heroico, personajes avanzando hacia el espectador).
  • Obra maestra: Los Síndicos de los Pañeros (seis síndicos en actitudes naturales, acentuando la profundidad).

En temas religiosos, Rembrandt se aleja del estilo de Rubens, tratando temas bíblicos con sensibilidad e intimidad (El Descendimiento). En bodegones, destaca El Buey Desollado, con un sentido idealista. También abordó la mitología (Danae, Artemisa, El Rapto de Ganímedes). Su obra grabada muestra las mismas preocupaciones que su pintura: luz, color y sentido poético.