Los Menhires: Piedras Guardianas del Pasado
El menhir, o piedra vertical, cuyo nombre deriva del bretón men (piedra) e hir (larga), es un monumento megalítico de carácter no funerario. Consiste en una sola piedra hincada verticalmente en el suelo. Su finalidad, pese a que a menudo se relaciona con prácticas religiosas, como el culto al sol, se desconoce realmente. Se cree que estas piedras tuvieron un carácter conmemorativo en honor a algún jefe de tribu. Las más famosas se encuentran en Gran Bretaña, Francia, Inglaterra e Italia, aunque se sabe que llegan hasta el norte de África.
La mayoría de los menhires aislados que se conservan tienen una altura considerable, de entre 3 y 6 metros. Se considera que los menhires actúan como mediadores entre el hombre y las fuerzas poderosas del cosmos, y tienen que ver con los elementos naturales (lluvia, sol, viento, tierra), de los que dependía el hombre para garantizar su subsistencia. Un modo de expresar las primeras manifestaciones religiosas y plasmar la idea del renacimiento eterno.
El Cromlech de Stonehenge: Un Misterio en Piedra
Situado en la localidad de Stonehenge (Reino Unido), este cromlech data del II milenio a. C. (aproximadamente en 1800 a. C.). Fue levantado en honor al sol, ya que la estructura en forma de herradura está orientada de manera que su eje coincide exactamente con el punto en que sale el sol el día más largo del año, el solsticio de verano, inundando con sus rayos el altar.
Construido en un amplio recinto circular de 100 metros de diámetro, Stonehenge se compone de dos tipos de piedra. La parte monumental está compuesta por un círculo de piedras de 30 metros de diámetro con treinta montantes verticales de 4.20 metros, unidos por treinta dinteles que formaban originalmente una corona. Cada uno de estos pesaba aproximadamente 50 toneladas y fueron traídos desde Marlborough Down, a 30 km al norte de Stonehenge, y cuidadosamente labrados con grandes martillos de piedra. El siguiente círculo está hecho con pequeñas piedras de color azul, transportadas desde Gales, a más de 160 km de distancia. Posteriormente, se encuentra otra sección en forma de herradura, dos a cada lado encuadrando el central de 8 metros de altura, y luego un altar. Se trata de un conjunto colosal al que se debía llegar por una avenida de menhires o alineamientos, algunos de los cuales llegan a tener varios kilómetros.
La Creación según los Antiguos Egipcios
Según la mitología egipcia, al principio solo existía el océano. Entonces, Ra, el sol, surgió de un huevo (o una flor, según las versiones) que apareció sobre la superficie del agua. Ra dio a luz a cuatro hijos: los dioses Shu y Geb, y las diosas Tefnut y Nut. Shu y Tefnut dieron origen a la atmósfera. Ellos se sirvieron de Geb, que se convirtió en la tierra, y elevaron a Nut, que se convirtió en el cielo. Geb y Nut tuvieron dos hijos, Seth y Osiris, y dos hijas, Isis y Neftis. Osiris sucedió a Ra como rey de la tierra, ayudado por Isis, su esposa y hermana. Seth odiaba a su hermano y lo mató. Isis recobró su cuerpo y lo embalsamó con ayuda del dios Anubis, quien se convirtió así en el dios del embalsamamiento. Los poderosos hechizos de Isis resucitaron a Osiris, quien llegó a ser rey del mundo inferior, la tierra de los muertos. Horus, hijo de Osiris e Isis, derrotó posteriormente a Seth y se erigió en el rey de la tierra.
La Pirámide de Keops: Una Maravilla de la Ingeniería
Situada en la ribera izquierda del río Nilo, la Pirámide de Keops fue construida durante el reinado del faraón Keops, entre los años 3000 y 2500 a. C. Se supone que Melquisedec o Enoc fueron los arquitectos, aunque también se cree que fue Hemiunu. Cada una de sus caras está orientada a los cuatro puntos cardinales. Sus medidas son las siguientes: lado norte 230.364 m, lado este 230.31 m, lado sur 230.365 m, lado oeste 230.342 m (promedio 230.347 m). Su altura original era de 146.61 m (actualmente 136.86 m). El ángulo de la pendiente es de 51° 51′ 51”. Se cree que su construcción tardó entre 20 y 30 años, con aproximadamente 100.000 trabajadores, a los que se les proporcionaban alimentos y ropa. Los esclavos que trabajaban en ella eran prisioneros de guerra, y los habitantes egipcios lo hacían por amor a su faraón.
La entrada se encuentra a unos 18 metros sobre la cara norte y se baja por un pasaje descendente que conduce a la llamada cámara falsa o cámara del caos. Este pasillo tiene una intersección que sube a la izquierda y conduce a la cámara de la reina, que tiene dos conductos sin salida. Un robot retrató su interior y se observa… Se retorna al pasillo original y comienza la Gran Galería, con 47 metros de largo, 2 metros de ancho y 8.5 metros de alto, que desemboca en la cámara del faraón, de 10 metros de largo, 5 metros de ancho y casi 6.5 metros de alto. Allí se encuentra un sarcófago de granito rosado. Su techo tiene cinco cámaras de descarga. De esa cámara parten dos conductos con salida al exterior que apuntaban a las estrellas Orión y Alfa Draconis, que representaban al dios Osiris y a la diosa Rea. Cada pasaje ascendente tiene 35 metros de longitud y una planta cuadrada de 6 metros de lado.
Música y Danza en el Antiguo Egipto
La música se utilizaba en ceremonias religiosas. No se tienen documentos escritos al respecto; simplemente era transmitida de forma oral. Las pinturas murales muestran pequeños grupos de músicos conformados en su mayoría por mujeres, mientras que otras muestran bailarinas escasamente vestidas. Algunos de los instrumentos egipcios más destacados son el sistro (un instrumento de percusión con un marco de madera en forma de U), el arpa de caja armónica baja, la flauta recta, la chirimía doble de caña, la trompeta de cobre o plata (que se usaba en desfiles militares) y, por supuesto, la voz humana para alabar a sus dioses durante los rituales.