La División de Alemania y la Crisis de Berlín
Tras la Segunda Guerra Mundial, Alemania quedó dividida en cuatro zonas, cada una administrada por un país aliado: Estados Unidos (EE. UU.), Reino Unido, Francia y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Berlín, que se encontraba en la zona soviética, fue a su vez dividida en cuatro zonas administradas por los mismos países. En 1948, se celebró la Conferencia de Londres, en la que las tres potencias occidentales acordaron la unificación de sus zonas en un solo Estado. Estas medidas contravenían los acuerdos de Yalta y Potsdam de 1945. La respuesta de Stalin fue el bloqueo terrestre de Berlín entre junio de 1948 y mayo de 1949. Berlín quedó aislado de las zonas occidentales de Alemania, lo que dio origen a la primera gran crisis de la Guerra Fría. Estados Unidos resolvió la situación con la creación de un puente aéreo que logró abastecer la ciudad durante el bloqueo. La firmeza de la respuesta estadounidense convenció a Stalin de la inutilidad de la medida y, en mayo de 1949, levantó el bloqueo. El principal efecto de la crisis fue la división de Alemania en dos países. En mayo de 1949, nació la República Federal de Alemania (RFA), formada por las zonas ocupadas por británicos, franceses y estadounidenses. La URSS creó en su sector de Alemania otro estado independiente: la República Democrática Alemana (RDA).
La Creación de los Bloques Militares
El aumento de la tensión llevó a los dos bloques a constituirse también como alianzas militares para actuar de forma conjunta contra cualquier agresión del enemigo. El bloque occidental constituyó en 1949 la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), firmada por Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Italia, Francia, Países Bajos, Bélgica, Noruega, Dinamarca, Islandia, Portugal y Luxemburgo. Más tarde, en 1952, se sumaron Turquía y Grecia, y en 1955, la República Federal Alemana. El primer objetivo de la Unión Soviética fue desarrollar armamento nuclear para no estar en inferioridad respecto a Estados Unidos. Lo consiguió en 1949, año en que hizo estallar su primera bomba atómica. Después, patrocinó una alianza militar con los otros países comunistas europeos como contrapeso a la OTAN. De esta forma, en 1955, se firmó el Tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua, conocido como Pacto de Varsovia, ratificado por la Unión Soviética, la República Democrática Alemana, Polonia, Checoslovaquia, Rumanía, Hungría, Bulgaria y Albania.
La Coexistencia Pacífica (1954-1975)
A partir de 1953, se inició un relevo de los dirigentes de las dos grandes potencias. Eisenhower asumió la presidencia de Estados Unidos y ese mismo año murió Stalin, al que sucedió tres años después Nikita Kruschev. Ambos líderes parecían más dispuestos a la negociación que sus predecesores, lo que inició el deshielo de las relaciones entre ambas potencias. Además de por el talante de los políticos, el cambio estaba motivado por nuevos factores que habían aparecido en el escenario internacional:
- En 1949, la URSS construyó su primera bomba atómica, lo que supuso el fin del monopolio nuclear de Estados Unidos. El riesgo de conflicto nuclear que se produjo durante la guerra de Corea llevó a ambas superpotencias a relajar la tensión internacional, temerosas de una guerra nuclear.
- Algunos países, especialmente del tercer mundo, expresaron su voluntad de no entrar en la política de bloques y mantenerse en una posición neutral respecto de las dos superpotencias.
- Dentro de los propios bloques tuvieron lugar conflictos y movimientos internos que pusieron en riesgo su cohesión.
A esta nueva etapa en las relaciones entre los dos bloques se la denominó coexistencia pacífica. Sin embargo, esta época no estuvo en absoluto libre de conflictos. Las conversaciones entre las superpotencias se alternaron con periodos de enorme tensión internacional que, en los casos más graves, pusieron al mundo al borde del enfrentamiento nuclear. A su vez, las crisis eran seguidas de conversaciones y de reuniones de los respectivos líderes con el objetivo de promover el acercamiento político y establecer acuerdos en diversos campos.
La Primera Prueba: La Crisis del Canal de Suez
El primer conflicto en el que se pusieron a prueba los mecanismos de diálogo de la nueva etapa fue la crisis del canal de Suez de 1956, en la que ambas potencias actuaron conjuntamente. El presidente de Egipto, Nasser, había decretado la nacionalización del canal de Suez, que hasta entonces controlaba una compañía anglo-francesa. Un ataque combinado de Francia, Reino Unido e Israel sobre Egipto pretendía anular por la fuerza la nacionalización del canal bajo pretexto de que ponía en peligro su suministro de petróleo. Sin embargo, la oposición de Estados Unidos y de la URSS a una agresión de claros rasgos coloniales impuso la retirada de los atacantes. Con esta actuación, las dos superpotencias conseguían acabar con la influencia europea sobre esta región estratégica e incorporarla a su zona de control.