El Discurso de Juan Negrín en Nueva York: Contexto y Significado Político
El discurso de Juan Negrín, pronunciado en el Council on Foreign Relations en Nueva York el 8 de mayo de 1939, es un texto político de fuente primaria original de la época. Según su forma, es un discurso que trata sobre la situación política y la Guerra Civil española.
El autor del discurso es Juan Negrín López (1), quien fue presidente de la II República Española entre junio de 1937 y 1939. Fue pronunciado ante el Council on Foreign Relations en Nueva York apenas un mes después de terminada la Guerra Civil, y en medio de un ambiente prebélico en Europa que anunciaba ya la inminente II Guerra Mundial. Su audiencia eran políticos, abogados y periodistas. Con respecto a su finalidad, era comunicar la situación y perspectiva de los republicanos y alertar sobre la peligrosidad del fascismo.
Argumentos Clave del Discurso
Negrín articula varios argumentos centrales en su discurso:
- Justificación de la Legalidad Republicana: Negrín intenta justificar la legalidad de los gobiernos de la República, explicando los cambios de gobierno que hubo, desde gobiernos “liberales” a “conservadores”. Subraya que no fueron gobiernos radicales de izquierdas ni comunistas. Sobre la primera legislatura dice “ligeramente inclinada a la izquierda”, y la segunda “marcadamente derechista en su color”, que “contó con un solo diputado comunista”.
- Contexto del Discurso: Es crucial entender que el discurso se pronuncia en el “Council of Foreign Relations (Nueva York)” el 8 de mayo de 1939, poco después del fin de la Guerra Civil, y Negrín era el máximo representante del Gobierno republicano en el exilio. El “Council of Foreign Relations” es un foro de personalidades destacadas de la vida de EEUU: políticos, periodistas, empresarios. Negrín intenta dejar bien claro ante ellos que los comunistas nunca tuvieron relevancia en el gobierno de la República.
- Explicación de las Elecciones Democráticas: Negrín quiere aclarar cómo fueron las distintas elecciones democráticas que se sucedieron, hasta las de febrero del 36 que “dieron como resultado una victoria de los republicanos”.
- Análisis de la Violencia: Explica la violencia que se desencadenó tras los resultados de las elecciones, “la mayoría de estos actos militaban y estaban pagados por los elementos reaccionarios y profascistas de la derecha española”. Entrando en una serie de represalias que el Gobierno no supo frenar porque “hubo debilidad”, en las que participaron “extremistas de los márgenes de la izquierda” hasta desembocar en el asesinato de Calvo Sotelo “líder de la derecha monárquica y fascista”. Considera que su asesinato “fue un crimen”, pero defiende la idea de que está enmarcado en toda la sucesión de actos terroristas por ambos bandos.
- El Golpe de Estado como Premeditación: Su argumento central es que el asesinato de Calvo Sotelo fue solo una excusa para la rebelión militar, porque el golpe de Estado y la guerra estaban perfectamente calculados desde hacía mucho tiempo, “había sido preparada con muchos meses de anticipación. Y que su propósito era recuperar por la violencia lo que se había perdido y someter el país a un sistema más o menos totalitario”. En definitiva, Negrín busca dejar bien claro que en España había una democracia y que ahora se ha impuesto por la fuerza un régimen totalitario.
Contexto Internacional y la Guerra Civil Española
La situación española estaba relacionada con la del resto de Europa. De hecho, podemos considerar la Guerra Civil española como el prólogo de la IIª Guerra Mundial en la que se enfrentaron las fuerzas democráticas contra el fascismo.
En Europa, la crisis económica de 1929, una crisis social creciente (paro, huelgas), un mal cierre de la I Guerra Mundial y el temor de ciertos sectores sociales a una revolución comunista como en Rusia (1917), provocaron el desprestigio de las democracias liberales, una radicalización creciente y un auge de las ideologías totalitarias (comunismo, fascismo, nazismo).
De ahí la insistencia de Negrín en aclarar el poco peso de los comunistas en España durante la República: “pero sin un solo comunista en el Parlamento”. Y la relación de la inestabilidad previa con grupos que “estaban pagados por los elementos reaccionarios y profascistas de la derecha española”.
Tras la victoria de una coalición de izquierdas (Frente Popular) en las elecciones de febrero de 1936, se produjo una radicalización de la situación política del país. Todo trajo un aumento de la violencia en las calles e inestabilidad permanente, lo que impedía al Gobierno poder poner en marcha las reformas anunciadas en las elecciones. La República tuvo enemigos tanto por la derecha como por la izquierda, pues muchos grupos y sindicatos de izquierdas antepusieron “hacer la revolución” a defender la República a la que consideraban “burguesa”.
En medio de este ambiente de violencia, el asesinato de José Calvo Sotelo fue tomado como justificación por los sublevados. Previamente había sido asesinado el teniente Castillo, de la Guardia de Asalto y militante del PSOE. En este contexto, militares opuestos a la República, con la colaboración de grupos derechistas, preparan un golpe de Estado en el que Canarias va a jugar un papel destacado, ya que Franco era comandante General del Archipiélago. Pero los sublevados sólo lograron movilizar a una parte del Ejército y el golpe de Estado fracasó, sobre todo en las grandes ciudades y zonas industriales.
Sin embargo, el gobierno de la República no logró controlar la situación en todo el país, por lo que se va a desencadenar una larga y dura Guerra Civil.
Desde el comienzo, Franco contó con los apoyos de la España tradicional, defensora de la familia cristiana, el orden, la propiedad privada y la religión católica. También contó con el apoyo de las clases medias de las pequeñas y medianas ciudades españolas y, por supuesto, de las élites económicas, la Iglesia Católica y parte del Ejército.
La denominación “Guerra de España” responde mejor a la definición del conflicto que vivió nuestro país entre 1936-1939 que la tradicionalmente utilizada de “Guerra Civil”. La razón es que fue mucho más que un conflicto interno; se convirtió en un campo de pruebas para las ideologías enfrentadas que dominaban Europa en aquel momento: el fascismo, el comunismo y la democracia liberal.
Por un lado, las potencias fascistas, como la Alemania nazi de Hitler e Italia bajo Mussolini, apoyaron al bando franquista liderado por Francisco Franco. Por otro lado, la Unión Soviética y otras fuerzas de izquierda proporcionaron ayuda al bando republicano, que incluía una coalición de comunistas, socialistas y republicanos.
Esta intervención extranjera alimentó el conflicto y convirtió a España en un campo de batalla internacional. Además, la Guerra Civil Española sirvió como un preludio a la Segunda Guerra Mundial, ya que proporcionó una oportunidad para que los regímenes fascistas pusieran a prueba sus tácticas militares y políticas expansionistas antes del estallido del conflicto a nivel mundial.
CONTEXTO: (1) – Juan Negrín López (Las Palmas de Gran Canaria 1892 París 1956), era doctor en fisiología y licenciado en Medicina. Fue ministro de Hacienda y luego presidente del Gobierno durante la II República en medio de la Guerra Civil y, tras la derrota, en el exilio. Dirigió la evacuación de las reservas de oro del Banco de España a la URSS y a Francia, se encargó del aprovisionamiento de armas y alimentos para la defensa de la República. En 1945, una vez derrotado el eje fascista en Europa, defendió la inclusión de España en el programa de reconstrucción del Plan Marshall. Advirtió de que la exclusión de España de este Plan no solo no debilitaría a Franco sino que supondría un sufrimiento injusto para el pueblo español.